* ~ * Hogwarts * ~ *
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La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione)

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Mensaje  Hermosura Crouch jr Vie Sep 05, 2008 9:32 pm

La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione)

Resumen: Hermione se entera de que es la hija de Bellatrix Lestrange y de Voldemort. Ella siempre ha creido que Rodolphus es una persona fría, cruel, sin corazón, pero cuando lo conoce se enamora profundamente de él y viceversa. Sin embargo, él está casado con Bellatrix, ¿lograrán estar juntos?

********************************

Capítulo 1:

En una habitación oscura, dos hombres se encontraban hablando, ambos llevaban una capucha negra que los cubría por completo, razón por la cual no se lograba apreciar bien quienes eran. La habitación estaba prácticamente a oscuras, de no haber sido por la escasa iluminación que les proporcionaba la chimenea.

Hacía escasos segundos que un silencios sepulcral se había adueñado de aquél lugar. Cada uno estaba absorto en sus pensamientos y miraban el fuego de la chimenea que amenazaba con apagarse de un momento a otro. Uno de ellos no pudo aguantar más y aún con la mirada en la chimenea, le preguntó…

-¿Cuándo la traeremos, señor?

El otro aún con la mirada puesta en la chimenea le dijo con una voz fría que le erizaba la piel a cualquiera.

-Mañana mismo, Colagusano.

-Pero señor… ¿No es muy pronto?

-No. -dijo de manera cortante- Mientras más pronto se acostumbrare a su nueva vida, será mejor para ella y más pronto llevaremos el plan a cabo.

-¿Y está seguro de que es ella, mi señor?

-Por supuesto.

-Pero…

-Pero nada… ¿Acaso dudas de lo que digo?

-Por supuesto que no mi señor… Jamás lo haría…

-Bla… bla… Me aburres Colagusano. Llama a Lucius.

-Si señor… -poco a poco el hombre llamado Colagusano se fue alejando en dirección a la puerta y mientras estúpidas reverencias decía- enseguida señor… lo que usted diga mi señor…

De pronto el hombre dejó de escuchar la voz de Colagusano, entendiendo que se había marchado y lo había dejado sólo. Por fin. Algo de soledad para poder pensar. Al fin había encontrado a la chica de su misma sangre… su heredera…

Desde su “regresó” había hecho todo lo que estaba a su alcance para encontrar a aquella chica. Mucho de los mortífagos se habían tomado como algo personal averiguar el paradero de ella, claro todo por complacerlo a él.

Pero algo estaba en claro, estaba como obsesionado por averiguar tantas cosas de ella como le fuera posible, que ya no era el mismo de antes. Se podría decir que estaba más sensible, se le encontraba muchas veces en algún lugar, muy pensativo, y muchos podían asegurar que las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.

Estaba absorto en sus pensamientos cuando un individuo alto, con el cabello rubio y lacio, y el rostro pálido y anguloso entró en la habitación, a pesar de llevar una capucha, él lo reconoció. Sin duda alguna, era Lucius Malfoy. El hombre se volvió al oír los pasos, entrecerró los ojos grises y de fría mirada y los clavó en la mirada de Lucius.

-Vaya, vaya… Lucius Malfoy -dijo el hombre con descaro.

Lucius se quedó sin aliento, como si el aire se hubiera solidificado. Había visto por última vez aquellos ojos de mirada gélida y había escuchado, también por última vez, aquella voz burlándose de Potter en un oscuro cementerio, mientras lo torturaba.

-Colagusano me ha comentado que tu hijo, el joven Draco, se ha librado de una buena, Lucius. -comentó el hombre mientras arrastraba las palabras- Es asombroso como se las ingenian los Malfoy para escabullirse de las situaciones comprometedoras. ¿No crees?

- Sí -afirmó Lucius- Es verdad mi señor.

- Bueno, me alegró por tu familia, deben de estar muy orgullosos de él. Pero, de cualquier modo, no te llamé para hablarte de tu hijo… Necesito que le avises a hijo de Zabini, Blaise, que lo estaré esperando en tu casa ma…

- ¿Qué? -dejó escapar Lucius. El hombre lo miró sorprendido ¿Cómo osaba a interrogarlo?- ¿Y se podría saber porque motivo, mi señor?

- Claro que se puede -dijo el hombre, Lucius notó que hablaba con cierto orgullo- Recordarás que hacía tiempo veníamos buscando información que nos revelara el paradero de mi hija… Pues me complace anunciarte que ya hemos dado con ella…

- Es una fantástica noticia, mi señor. Pero ¿Qué tiene que ver Blaise con esto?

- Bueno, sé que Blaise la conoce y deseaba que me pudiese hablar sobre ella… no sé darme una información de antemano para saber que esperar... después de todo no hemos averiguado gran cosa de ella, o al menos, no lo que yo esperaba.

- ¿Está seguro que Blaise la conoce, mi señor?

- Absolutamente.

- Pero ¿Si la conoce, cómo es posible que tardáramos tanto en ubicarla?

- La razón es muy simple. Unos aurores la secuestraron cuando era pequeña, y la llevaron al mundo muggle donde se crió.

- ¿Y podría saber quien es, mi señor?

- Por supuesto, Lucius. Su nombre… o más bien, el nombre con que es conocida por la sociedad mágica y la muggle es… Hermione Jane Granger.

Lucius palideció con una rapidez asombrosa, no podía dar crédito a sus oídos… ¿En serio había oído Hermione Granger? ¿O había sido una mala pasada que le estaban dando sus sentidos? Si, seguramente sería eso, no podía, ni quería creer que Granger era la hija de su señor. Su cerebro actuó de manera instintiva, inmediatamente comenzó a recordar, como su hijo, Blaise Zabini, Theodore Nott, Pansy Parkinson y el resto de los Slytherin, se habían encargado personalmente de hacerle la vida de cuadritos a la chica… no podía ser…

- …la sangre sucia -para su desgracia, aquellas palabras, a pesar de haberlas pronunciado más para sí que para su señor, este las había escuchado y le dijo:

- Más respeto Lucius -le dijo gélidamente- Que puede que pronto estarás siguiendo sus órdenes no las mías… -Lucius asintió con la cabeza, su señora estaba loco, la chica jamás sería uno de ellos, y eso él lo sabía, es decir, si es la mejor amiga de Potter- Ah, y avísale a Blaise que me reuniré con él a eso de las 15:30 en tu casa.

- Claro mi señor… -se dio media vuelta para marcharse y se encaminó hacia la puerta, ya estaba punto de marcharse cuando se volvió y dijo- ¡Que tenga buen día! -y sin más se marchó.

Voldemort volvió a perderse en sus pensamientos, estaba más que feliz, pronto tendría junto a él a su hija, sangre de su sangre… su heredera… una Ryddle… ¡Maldición! ¡Cómo odiaba aquél apellido!

- Hermione Jane Ryddle -dijo en voz alta- ¡No suena mal!
- Nada mal, mi señor.-dijo Bellatrix.
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Mensaje  Bad_Girl Vie Sep 05, 2008 9:36 pm

Uooo!! Me gusta mucho la idea de que Hermione sea la hija de Voldemort!! Y me gustan las parejas que sean orinales y no^^
A si que tu Fic me gusta XD

Bueno sigue prontito guapa^^


Última edición por Aura-chan el Vie Sep 05, 2008 11:39 pm, editado 1 vez
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Mensaje  Hermosura Crouch jr Vie Sep 05, 2008 9:57 pm

Capítulo 2:

En una casa en el Londres muggle, una joven se despertó sobresaltada. Se hallaba acostada boca arriba, jadeando como si hubiese recorrido una gran distancia. Acababa de despertarse de un sueño muy real y tenía las manos sobre la cara.

Se incorporó era la cama mientras con una mano buscaba la manera de prender la luz, lo hizo, al hacerlo su dormitorio se convirtió en un lugar un poco más nítido. Se levantó de la cama, cruzó el dormitorio, abrió el armario y se miró en el espejo que había en el lado interno de la puerta.

Una bella joven de 17 años le devolvió la mirada con una expresión de desconcierto en los brillantes ojos castaños que relucían bajo una indomable cabellera debido a que recién se despertaba. Ella respondía al nombre de Hermione Jane Granger.

La chica intentaba por todos los medios recordar lo que recién había soñado antes de despertar. Había sido tan real… se concentró todo lo que pudo frunciendo el entrecejo, tratando de recordar… pero nada… era como si no hubiera debido presenciar aquello. Parecía que una fuerza exterior le prohibiera recordarlo.

Una hermosa joven de ojos castaños poseedora de una mirada cálida y penetrante a la vez, en la cual se inspiraba confianza y tranquilidad, le devolvía la mirada. El espejo no engañaba a nadie, Hermione había cambiado bastante durante su sexto año en Hogwarts. Ya no era la misma chica de hacía varios años.

Cerró los ojos mientras traía a su mente los recuerdos de aquella niña que en primer año se hizo de los mejores amigos del mundo… Harry Potter y Ronald Weasley… con quienes había estado en peligro varias veces desde entonces. Esperaba que pronto todo acabara… Acabar con lord Voldemort, les brindaría la tranquilidad que poseía algunos años atrás… antes de entrar a Hogwarts… antes de descubrir que era una bruja.

Abrió los ojos nuevamente tras terminar despejar su mente, se dedicó a contemplar que tanto había cambiado en todo aquel tiempo. Su tez blanca hacía lucir increíbles sus ojos. Bajó la mirada de su cara hacía su figura.

Después de algún tiempo bajó la vista hacia su muñeca para observar su reloj de pulsera, eran las 7:30am, aquél domingo se abstendría de hacer ejercicios puesto que ya era muy tarde, se dirigió al baño y tras media hora regresó a su cuarto envuelta simplemente con una toalla.

Se introdujo en el closet mientras buscaba que atuendo ponerse, cuando lo hubo encontrado se vistió y se dirigió al baño nuevamente a peinarse y a maquillarse. Cuando hubo terminado bajó a desayunar.

Sus padres ya se encontraban allí, les dio un beso en la mejilla a cada uno mientras les daba los buenos días. Sus padres no respondieron, cosa que llamó su atención y los miró fijamente mientras se sentaba frente a su madre.

Matthew Granger tenía frente a sí un sobre negro con el slogan de una calavera plateada y no apartaba la vista de él. Kathe, su mujer, estaba completamente pálida y, al igual que su esposo, miraba aquel sobre como si estuviese a punto de explotar.

-Papá… mamá… -dijo asustada mirando alternativamente a uno y luego al otro- ¿Qué sucede? – preguntó temeroso por lo que le pudieran decir.

-Hermione -dijo su padre asustándola aún más, pues nunca acostumbraban a llamarla con su nombre- Debemos hablar contigo… -Hermione lo miró en silencio esperando que continuara- lo que vamos a contarte es algo muy delicado… y… muy difícil para nosotros… así que te pedimos que por favor… escucha lo que te vamos a decir y…

-Entiendo -dijo ella dispuesta a permanecer en silencio.

-Verás Hermione, Kathe y yo siempre quisimos tener un hijo, pero… simplemente nos fue imposible… un día nos decidimos a hacernos algunas pruebas para averiguar que andaba mal y fue allí donde nos enteramos de que somos estériles… Nunca abandonamos la esperanza de que se hubiesen equivocado, fuimos donde diferentes doctores con la fé de que nos dijeran que aquello había sido un error… pero no… Ya habíamos “aceptado” el “problema”… El 24 de Diciembre de 1979…

/////Flash back////

Una de las mansiones más grandes y hermosas de Westminster Hall, Londres, tenía un aspecto triste, sin ningún tipo de decoración a pesar de ser Noche buena. Los dueños, una joven pareja casados, Kathe y Matthew Granger no encontraron excusa alguna para decorar la mansión ese año.

Sin alguna razón para celebrar, el matrimonio decidió pasar la Navidad en casa, sin nadie que les tuviera lástima. Estaban acostados juntos en un enorme sofá cuando alguien llamó a la puerta. Ambos se miraron perplejos, no esperaban visitas, y sin embargo alguien osaba interrumpir su dolor.

Kathe se puso de pie y seguida por su esposo, se dirigió hacia la entrada. Al ser día festivo habían dado la semana libre a los criados, y ellos se encargaban de la casa en ese momento. Al llegar, la joven abrió la puerta, pero no encontró a nadie de pie tras esta. Instintivamente miró hacia el suelo y allí se encontró un bulto envuelto en sábanas celestes.

Se agachó poder observarla mejor. Al recogerlo, notó como alguien caía al suelo, su marido también lo notó y fue el quien lo juntó. Se enderezó nuevamente y vió que era un sobre y en este se leía la inscripción “Señores Granger”. La pareja se observó extrañada.

Kathe corrió un poco las sábanas del bulto que yacía en sus brazos y observó el rostro de una hermosa bebé de escasos tres meses de edad que dormía. Ella le sonrió maternalmente y entró a la casa seguida por Matthew, quien cerró la puerta tras de sí y se dirigieron nuevamente hacia el sillón que habían ocupado minutos antes.

Al sentarse ambos se observaron el sobre que yacía en manos de Matthew. Era un sobre negro y tenía una calavera plateada a manera de sello. Tras dirigirle a su esposa una evaluadora mirada el joven comenzó a abrirlo despacio, luego extrajo el pergamino que había dentro de esta. La desdobló a manera que lo que traía escrito quedara a la vista de ambos… una perfecta caligrafía redactaba:

Estimados Señores Granger:

Primero que todo les deseo una Feliz Navidad y les comunico que realmente lamento molestarlos en un día tan importante como lo es hoy, pero esto es urgente.

La niña que yace con ustedes se llama Hermione Ryddle y nació el 19 de Setiembre de este año… ella es una niña muy especial ¿En que sentido? Eso no interesa, tan sólo estén seguros que un día se enorgullecerán de ella.

Sé por muy buenas fuentes que ustedes no pueden tener hijos.

Por favor, cuídenla y críenla como si fuera una más de ustedes. Desearía que le diesen el apellido Granger. Pero háganme un favor, permitan que mantenga el nombre que ya posee.

Así algún día, lo entenderán.

Gracias.


Matthew separó la vista de aquella carta que les había traído un regalo de vida y amor en la mejor época del año. Observó como su esposa, con lágrimas de gratitud, bajándole por el rostro.

////Fin Flash Back/////

-Ese día prometimos que te cuidaríamos como si fueras nuestra hija, te dimos nuestros apellidos.-le dijo Matthew- mantuvimos tu verdadero nombre para así lograr identificarte cuando sea necesario…

-Por eso… -añadió Kathe tratando de sonar indiferente- te llamas Hermione Jane Granger.

-Eso significa -comenzó Hermione tratando de reprimir las lágrimas que amenazaban con bajar por sus mejillas- que… ¿Ustedes no son mis padres?

-Al menos no los biológicos -dijo Matthew- Hermione… hija… antes que digas algo, recuerda lo que siempre le dijiste a aquella “amiguita” tuya…

- ¿Cuál amiga? -dijo mientras lloraba desconsoladamente- ¿La adoptada?

-Sí… ¿Recuerdas cuando ella se puso a llorar porque sus padres e contaron que no era su hija?

-Si, lo recuerdo…

-¿Qué le dijiste tú?

-Que sus padres siempre serían quienes la cuidaban y la habían amado durante estos años -de pronto su voz se apagó, observó como Kathe y Matthew la miraban. Después de algunos segundos añadió- Pero no es lo mismo… No viene al caso…

-Hermione… nosotros te cuidamos y te quisimos toda la vida como si hubieras sido nuestra hija… te dimos todo…

-Pero aún así… ustedes no… ¿Quién es mi madre?

- No lo sabemos.

- Pero talvez si te pueda ayudar, recuerda la carta, tu nombre…-dijo Kathe

-¿Mi nombre? Ni siquiera eso sé…

-Si lo sabes, desde un principio eras Hermione… Hermione Ryddle…

El cerebro de Hermione comenzó a trabajar a toda prisa, con el afán de procesar la información y tratando de entender lo que le habían comunicado…

“¿Ryddle? Me suena… -pensó- ¿Pero, de donde?”

“¿De Tom Ryddle –le respondió una voz en su cerebro- quizá?”

“Eso no es posible, Voldemort nunca tuvo hijos… o hijas en este caso”

“Eso no lo sabes, tan sólo lo supones”

“¿Eso quiere decir…?”

“Así es Hermione… eres la hija de lord Voldemort”

“¡Me niego a creerlo!”

Esta lucha tenía lugar en la cabeza de Hermione, quien, sin darse cuanta, había palidecido asombrosamente rápido.

-¿Hermione, estás bien?

La voz parecía venir de un lugar muy lejano, apenas fue audible para la chica. De pronto todo a su alrededor se volvió borroso. “¡Hermione!” fue lo último que escuchó antes de desmayarse. Matthew y Kathe hicieron ademán de acercarse a ella, pero una voz masculina, que provenía de la entrada del comedor les dijo:

-¡Quédense donde estan Grangers! Mientras menos la toquen será mejor.
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Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:16 am

Capítulo 3:

Quien decía aquello era un señor de 42 años, de tez blanca, ojos grises y cabello rubio platino, lacio. Así es, Lucius Malfoy se encontraba en casa de unos muggles. Malfoy yacía en la entrada desde hacía un buen tiempo, por lo que había alcanzado a escuchar prácticamente toda la conversación, o al menos una parte considerable de esta. Se acercó hasta ella y la tomó en sus brazos…

-¡Vaya! -exclamó Lucius en cuanto apreció el rostro de la chica de cerca.

-¿Quién es usted y qué hace en mi casa? -interrogó valientemente(o talvez muy estúpidamente), Matthew.

-El nombre no importa estúpidos muggles… díganme señor Malfoy y he venido a escoltar a la señorita Ryddle a su nuevo hogar. -tan arrogantemente como toda la vida volteó para ver mejor a Hermione y al verla de cerca dijo en un ligero susurro- Es tan hermosa como su madre… El señor Tenebroso estará feliz de tenerla con él…

-¿El… señor tenebroso? -se atrevió a preguntar Kathe.

-Si, el mejor mago que jamás habrá en el mundo…

-Creí que era Dumbledore el…

-Ese no es nada comparado con el Señor Tenebroso…

-¿Qué tiene que ver Hermione con él?

-¿Que, qué tiene que ver? -repitió incrédulo- Serán muggles… -exclamó notando la sorna en su voz- Ella es la hija del Señor Tenebroso…

-¿Y por qué no vino él? -interrogó Matthew.

-¿Por qué? Pues porque… en estos momentos él está atendiendo asuntos muy delicados…

-Ah, ya veo… entonces lo mandó a usted a…

-Yo me ofrecí, a cumplir con la honorable tarea de llevarla sana y salva a casa -lo interrumpió Lucius- Y él… muy misericordiosamente me lo concedió… En unos instantes vendré por las cosas de Hermione…

-¿Ya se la lleva?

-Sí -dijo de manera cortante.

-¿No…?

-Su padre desea verla en cuanto antes…

-Pero… señor Malfoy… -dijo Kathe a manera de súplica- ¿No podría tan sólo esperar a que se recupere, para aclararles algunas cosas?

-No. En unos minutos estaré de regreso y espero que ya estén las cosas preparadas para cuando regrese.

Con un “plin” desapareció de la mansión Granger para aparecer nuevamente en los pasillos de una hermosa y lujosa casa, posiblemente “Malfoy Manor”. El lugar hubiese estado desierto de no haber sido por un ser “encapuchado” que yacía frente a una de las puertas del pasillo. Al notar la presencia de Malfoy, el “encapuchado” se acercó a él y observó a Hermione, y con un tono frío, pero preocupado, preguntó:

-¿Qué le ha sucedido, Lucius?

-Pues… verá mi señor, los asquerosos muggles…

-¡No los llames así, Lucius! -le ordenó- por más muggles que sean, les debemos que la chica esté en perfectas condiciones ¿Entendido?

-Sí, mi señor.

-De acuerdo, continúa.

-Bueno, los Granger -dijo con tono asqueado- le contaron todo… lo del día que la encontrado en la puerta de su casa, con una nota… de hecho, le leyeron la carta y le dijeron que su verdadero nombre, había sido desde un principio… Hermione Ryddle… -Voldemort hizo un movimiento involuntario al escuchar aquel apellido- Parecía como si estuviese reflexionando acerca de lo que ello significaba… poco a poco palideció y luego… de la nada se desmayó…

-Bueno -dijo Voldemort en cuanto Malfoy hubo terminado el relato de lo sucedido, en Westminster Hall- Lucius… la chica permanecerá en tu casa durante las vacaciones… ¿Tienes algún problema con ello?

-En lo absoluto, mi señor… sería un gran honor que nos diese esa oportunidad a Narcisa y a mí para demostrarle nuestra devoción a su señoría, después de que Draco fallase en su misión… -dijo Lucius sin detenerse a pensar dos veces lo que había dicho… tras algunos segundos añadió…- La dejaré en la que solía ser la habitación de Draco… no creo que sería adecuado dejarla en una habitación de huéspedes… mejor que se sienta como una más de la familia… ya la llevaré…

-Yo la llevaré –dijo Voldemort un poco harto de la parla que se estaba pegando Lucius, y para hacerlo callar, le dijo- Te aseguró que tú y Narcisa contarán con más honores de los que puedas imaginar.

-¡Gracias, mi señor!

Lucius Malfoy hizo una reverencia (no tan exageradas como las que Dobby le suele hacer a Harry, pero no hay mucha diferencia) y después depositó a Hermione en brazos de su señor y con un “plin” desapareció.

Voldemort abrió la puerta que había frente a él y entró con paso decidido. Se acercó hasta la cama y colocó a Hermione sobre esta. Luego se detuvo a observarla detenidamente, aún inconsciente era la viva imagen de su madre, su rostro era idéntico, lo único que las diferenciaba (recordemos que tenía los ojos cerrados), era el cabello, pues la chica lo tenía castaño oscuro, como él… como su padre. Luego de algunos minutos, Malfoy se apareció en el pasillo y exclamó sujetando el baúl escolar de Hermione…

-¡¡DEYNA!!

Ante tal alarido, una elfina doméstica, de no más de 50cm de alta, apareció en medio del pasillo y tras hacerle una reverencia a Lucius Malfoy le dijo con voz chillona:
-¿Si, amo Lucius?

-Acomoda estas cosas en la habitación que antes ocupaba Draco… -la elfina le hizo una reverencia y cuando había dado algunos pasos para entrar en la habitación, Lucius añadió- La chica que ocupa la habitación ahora, debe ser tratada, como si fuese un miembro más de esta familia, es más… mejor aún… su nombre… es… la llamarán… señorita Ryddle… ¿Quedó claro?

-Por supuesto, mi señor…

Sin decir nada más, la elfina tomó el baúl que Lucius Malfoy había dejado en el suelo al aparecerse y entró a la habitación y se dirigió a acomodar las cosas del baúl de Hermione en el escritorio, y el armario que antes eran del joven “amo”, Draco Malfoy. En medio del camino notó la presencia de Voldemort, quien no se digno siquiera a observarla, pero aún así, la elfina, recordando las normas de la casa para los elfos cada vez que este individuo estaba presente, le hizo una exagerada reverencia, hasta tocar el piso con la nariz y tras cinco segundos se dirigió a cumplir con sus deberes… acomodar las cosas de la chica nueva y luego… luego le pasaría las noticias de una nueva invitada al resto de los elfos que habitaban en la “Malfoy Manor”.

-¡Lucius!

Habían pasados alrededor de dos… o tres… SEGUNDOS después de que Deyna, la elfina doméstica, se marchara de la habitación, hasta Voldemort pegó el grito al cielo llamando a Lucius Malfoy… Instantáneamente, Malfoy apareció y mirándole fijamente le pegunto

-¿Me llamaba, mi lord?

-Sí. Dile a Avery y a Nott que vengan en este momento, y luego busca a Blaise Zabini y le dices que lo veo en tu despacho dentro de cinco minutos.

Malfoy le hizo una reverencia y con un “plin” desapareció dejando, otra vez, a su señor a solas con Hermione. Voldemort se fijó una vez más en la chica.
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Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:17 am

Capítulo 4:

Voldemort estaba absorto en sus pensamientos cuando una voz lo interrumpió…

-Disculpe mi señor…

Desvió su mirada de Hermione hacia dos encapuchados que recién se habían colocado detrás suyo, cuando se hubo dado media vuelta para quedar cara a cara con ellos, ambos se arrodillaron y clavaron su vista en el piso.

-¿Qué sucede Avery? -preguntó Voldemort con voz fría, un tanto molesto por la interrupción.

-¿Nos mandó usted a llamar con Lucius, señor? -contestó el hombre llamado Avery, con voz temblorosa.

-Cierto, ya lo había olvidado -dijo más para sí que para los otros dos- Avery, Nott… Se quedarán en esta habitación vigilando que la chica no trate de escapar -dijo señalando a Hermione, quien aún estaba inconsciente.

-¿Quién es ella, mi señor? -preguntó Avery

-Ella… se llama… más bien… le dicen Hermione Granger.

-¿Qué hace aquí…? -preguntó Nott confuso al escuchar a su señor nombrar a la “asquerosa sangre sucia” sin más que un leve titubeo.

-Eso no importa -le cortó Voldemort- No dejen que se escape y NO la lastimen… la quiero… la necesito con vida.

Avery y Nott asintieron y cerraron la puerta de la habitación al mismo tiempo que Voldemort salía por esta dejándolos, con mucha dificultad, con aquel par… Avery se acercó hasta la cama para tratar de averiguar que tenía aquella chica de especial para que su señor la necesitara con vida. La observó detenidamente… su rostro… su cabello… era… era…

- Esto es imposible…

-¿Qué cosa? -preguntó Nott quien aún no entendía porque Avery hacía tanto espaviento.

-Se parece a Bellatrix.

-No… su nombre es Hermione Granger… -y luego con tono asqueado agregó- un “sangre sucia” más en el montón…

-¡NO! -le cortó Avery- Mírala bien… -Nott la observó de nuevo, sólo que esta vez entendió a lo que el otro se refería…

-Es imposible -dijo cerrando los ojos y volviéndolos a abrir para cerciorarse que sus ojos no lo engañaban.

-Lo sé…

-Pero… no puede ser… es decir…
- ¿Entonces…? ¿No será…?

****************************************

-¡Adelante! –dijo Voldemort

La puerta se abrió y por ella entró un joven de 17 años, moreno, cabello oscuro y ojos castaños oscuros. Cerró a puerta tras él y se encamino hacia Voldemort y al llegar, se arrodilló clavando su mirada en el piso.

-Blaise Zabini –dijo Voldemort con voz fría.

-Así es… ¿Me mandó a llamar mi señor?

-Si, dime… ¿Qué sabes acerca de una tal… Hermione Granger? -Zabini dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

-No más de lo que debería mi lord.

-Toma asiento –Zabini hizo lo que ordenaban y luego continuó.

-Es una Gryffindor, sabelotodo, prefecta, posiblemente premio anual… es la alumna predilecta de la mayoría de los profesores…

-¿La mayoría?

-Sí, bueno… como es obvio Snape siempre tuvo favoritismos con los de Slytherin…

-Entiendo… ¿Qué más?

-Es la mejor amiga de Potter y la “comadreja” Weasley, es una “sangre sucia” –voldemort gruñó furioso, pero Zabini simplemente ignoró el gesto- lástima, si fuera una verdadera bruja me daría el derecho de decir que es muy poderosa.

-¿Ha tenido… novio? –preguntó tratando de sonar indiferente, y a la vez de controlar las ganas de hechizar a aquel crío que osaba a insultar a su hija…

-Sí… en cuarto salió con Viktor Krum… un jugador de la liga profesional de quidditch de Bulgaria, al cual conoció durante el Torneo de los Tres Magos por ser campeón de Durmstrang.

-¡Nada mal! –exclamó Voldemort, Zabini lo miró extrañado, pero una vez más, ignoró el gesto y continuó…

-Luego estuvo un tal McLaggen, un don nadie de gryffindor, luego la “comadreja” Weasley y actualmente se rumora que es la nueva novia de Potter.

************************************
-¡¡DESMAIUS!!
Un segundo hechizo proveniente de la varita de Hermione, le dio de lleno en el pecho a Nott causando que este cayera de espaldas junto a Avery. Se dirigió deprisa hacia la puerta y comenzó a correr, no sabía donde se encontraba, pero no era prudente ponerse a jugar a los detectives en una situación como aquella. En cuanto se hubiese alejado de los mortífagos vería que hacer, por ahora lo primordial era salir en una pieza de aquel lugar.

Con varita en alto, por aquello que hubiera algún mortífago por allí, llegó hasta unas escaleras e inició su descenso, corrió lo más aprisa que le permitían sus piernas, pero al llegar a la mitad de las escaleras divisó un hombre al final de estas. Dio dos pasos más y reconoció al individuo que tenía de frente.

Lucius Malfoy era, sin dejar lugar a dudas, el ser que Hermione menos deseaba encontrarse durante las vacaciones… de hecho a ninguna persona que llevara el apellido Malfoy con orgullo… y allí se encontraba él, a escasos cinco pasos de distancia. Fue cuestión de segundos, Hermione apuntaba al hombre a la altura del pecho, igual que con los dos anteriores. Él al ver la reacción de la chica sacó su varita, y sin ninguna intención de herirla y con una sonrisa en el rostro, la invitó a que realizara el primer movimiento. Algo extrañada por la expresión de Malfoy, Hermione atacó.

-¡Expelliarmus!

- ¡Protego! -Malfoy se salvó por escasos micro segundos- Vaya, vaya… Nada mal mi lady… rápida, ágil, inteligente y poderosa… lo único, si me permite decírselo -dijo mirándola con una mueca en el rostro que sacaba de quicio a Hermione, de hecho a cualquiera lo sacaría de quicio- lo único que le hace falta es la decisión de buscar poder… por el resto, creo que el señor tenebroso estará orgulloso.

-¡Cállese Malfoy! -exclamo Hermione realmente furiosa- ¿Qué es este lugar? -Malfoy rió- ¿Dónde estoy?

-Bienvenida -dijo una voz fría tras ellos, ambos se giraron para observar a quien había hablado- a la Mansión Malfoy, o como Lucius insiste en llamarla, “Malfoy Mainor”.

Frente a ellos había tres personas. A uno de ellos Hermione lo reconoció inmediatamente, era Blaise Zabini, la otra era Bellatrix Lestrange y el otro… era alto, delgado, llevaba una capucha negra que dejaba ver su aterrador rostro de serpiente, de tez blanca y demacrada… y, unos ojos rojos con rendijas por pupilas que miraban atentamente a Hermione… lord Voldemort había aparecido, junto a Zabini, en medio del vestíbulo y apuntaba con su varita a la muchacha, aunque sin dar muestras de querer atacar, que se había quedado petrificada.

De pronto su mirada se conectó con la Hermione, no supieron cuanto tiempo duró aquello… la conexión se perdió solamente cuando ella parpadeó. La chica se sentía incómoda, las miradas de los tres estaban puestas sobre ella, se volteó nuevamente hacia Lucius Malfoy y tomándolo por sorpresa…

-¡Desmaius!

Al no esperarse aquel ataque, Malfoy voló por los aires y fue a caer, inconsciente, frente a la entrada. Sin voltear a ver los otros dos, y sin importarle la reacción de Voldemort hacia ella, Hermione brincó los últimos peldaños y corrió hacia la puerta. Estaba apunto de abrirlas cuando por fin voldemort reaccionó y apuntando hacia las puertas, desde sus espaldas gritó…

-¡¡Fermaportus!! -Hermione se volvió ¿Por qué no la atacó a ella? ¿Sería cierto que ella…? ¿Qué ella…? No podía ser cierto.- Zabini -dijo Voldemort con voz fría- Tráeme Avery y a Nott.

Zabini asintió y con una reverencia prendió camino hacia la parte superior de la casa, aunque no sin antes dirigirle una mirada de repugnancia a Hermione. Cuando se hubo perdido de vista, la expresión en la cara de Voldemort cambió un POCO, pasó de ser fría a dar muestras de ¿felicidad? Aunque aquello no era como que pasara de ser el hermano gemelo de Freddy Krugger a ser un osito cariñosito pero viniendo de él, ya era mucho pedir…

-¡Déjame ir Voldemort! –exigió Hermione furiosa.

-No -dijo él algo divertido y con una sonrisa en el rostro al ver el estado en qu se encontraba la chica- si quieres marcharte deberás hacerlo sobre mi cadáver, y créeme, no tengo intenciones de morir, aún tengo cosas que hacer en este mundo.

-¿Qué quiere de mí?

-¿De ti…? Nada… -al ver la cara de confusión de Hermione preguntó con gran confianza por la futura respuesta que le daría la chica- Dime algo… ¿Quiénes son tus padres? -Hermione calló por un instante, pero luego, con una expresión de autosuficiencia, que a Voldemort no le gustó para nada, dijo:

-Kathe y Matthew Granger…

Bellatrix y Voldemort rieron de una manera tan espantosa que le erizaría los pelitos de la nuca a cualquiera. Cuando terminaron la miraron fijamente pero ella, sin mucha dificultad, bloqueó sus pensamientos y sostuvo la mirada. Voldemort sonrió y algo en sus ojos reflejaba que se sentía orgulloso.

-Ahora que sabes el nombre de mis padres -dijo Hermione mirándolo fijamente- ¿Va a dejar que me marche?

-No -dijo cortante.

-¿Qué? ¿Y ahora que quiere?

-Quiero que seas honesta…

-No se a que se refiere; ellos me cuidaron, me criaron y darían su vida por mí, como lo haría un verdadero padre… aunque no sean mis padres biológicos, a mi no me importa, no conozco a alguien que pueda ocupar su lugar.

Voldemort continuó mirándola fijamente, esa chica le estaba dando golpes bajos y eso no se lo permitiría. Trató, con más fuerza, entrar en sus pensamientos, pero no pudo… ella había creado una barrera que, aunque invisible, no le permitía el acceso, esto lo hizo sentir irremediablemente orgulloso, su “hija” era mucho más poderosas que cualquiera de sus inútiles mortífagos… y sólo tenía 17 años…

-¿Qué quieres de mí Voldemort? Y dime la verdad…

-De acuerdo -Hermione lo observó desconfiada ¿qué se traía entre manos? Intentó averiguarlo, cuando lo vió sonreír- Pero me parecería más justo si dejarás de intentar utilizar la Legeremancia conmigo -Hermione, sin ninguna razón en particular, se sonrojó y bajó la mirada. Voldemort con una ¿sonrisa? continuó- Ahora, para decirte que quiero de ti, primero deberás contestarme con honestidad la pregunta que te hice hace alguno minutos… ¿Quiénes son tus padres?

-Ya le dije que…

-Los biológicos -la cortó él.

-De acuerdo, lo diré…el nombre de mi madre no lo sé -Voldemort la observaba esperando a que hablara de él, pero se llevó una gran sorpresa cuando ella añadió- y mi padre, mi padre desapareció hace ya mucho tiempo… su nombre era Tom Ryddle…
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La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione) Empty Re: La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione)

Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:17 am

Capítulo 5:

-¡Eso no es cierto, Hermione!

-¿De cuándo acá nos tuteamos? -preguntó Hermione sarcástica.

-¡Eso no importa!

-¡Claro que sí! Usted no es nada mío para que…

-¿Qué dices? ¿Qué no soy nada tuyo? Soy tu padre Hermione. ¡Quieras o no, así es!

-¿Padre? ¡Ja! Si, ya voy -dijo sarcástica- usted… no sabe nada de mí.

-¿Ah no? -dijo él con tono retador- ¿crees que no me preocupé durante todo este tiempo en encontrarte? ¿Qué ahora que te encontré no averigüé nada de ti? ¿Qué no me importas?

-No -contestó Hermione firme.

-Te lo probaré… probaré que realmente me importas… veamos…. Te hicieron creer que te llamabas Hermione Jane Granger pero tu verdadero nombre es Hermione Jane Ryddle-Black y tienes 17, años. Fuiste criada por Matthew y Kathe granger, unos muggles de la alta sociedad, aún así tus padres verdaderos somos Bellatrix Black y yo, lord Voldemort.

-No, dejaste de serlo en el momento que cambiaste tu nombre. Mi padre fue, es y será por siempre Tom Marvolo Ryddle.

-¡Déjate de estupideces! -estalló Voldemort, esa chica realmente lo estaba sacando de quicio- YO soy tu padre

-¡Ja! -soltó Hermione- Está bien, lo acepto, tienes razón, tu eres mi padre de sangre, pero… ¿A quien le importa? No estuvo presente ni una sola vez a lo largo de mis 17 años… ¿A quien intentas engañar? ¿Qué pretendes?

-¿A qué te refieres?

-¡Vamos hombre! Es decir… durante todos estos años me hicieron creer que era una sangre-sucia, y ahora… me “secuestran” por así decirlo, y me traen a la casa de los Malfoy…

-La mansión Malfoy -la corrigió Voldemort.

-Da igual… y… descubro que no soy quien creí que era… que tú -dijo asqueada- eres mi… mi…

-¿Tu padre? -la ayudó

-Si.

-Tranquilízate…

-¿Qué me tranquilice? -estallo fuera de sí- ¿Cómo pretendes que haga eso?

-Yo sólo pensé que…

-No… no pensaste… ¿Qué creías? ¿Qué caería en tus brazos así -chasqueó los dedos- de fácil? Pues no… permíteme decirte una cosa… no sé que concepto tendrás de mi pero debes saber que no soy esa clase de persona.

-Hija...-dijo Bella.

-¿Hija? ¿Encima tienen el descaro de llamarme hija? Entérate de algo “Voldi” -dijo con sorna- no es fácil para mí… más bien… para nadie escucharle llamarme así, es decir, recién me enteró que mi madre se llama Bellatrix Black… -de pronto puso cuidado a lo que decía- ¿Black? ¿De que me suena? ¿Black? ¡¡MALDICIÓN!! -por fin lo entendió y gritó- ¡Tú! Bellatrix Lestrange ¿Cómo pudísteis...? ¿No pensabas decirme que tengo familia? Aunque talvez Sirius no sepa que…

-Desengáñate Hermione -dijo Voldemort- Black lo sabe muy bien… ¿Por qué crees que se ha encargado los último… tres años… en cuidarte tan bien? Él y el licántropo lo sabían… ellos deshicieron de ti… como si fueras basura…

-¡CÁLLATE! -bramó Hermione- ¡Pero cómo pudísteis hacerlo! Se supone que eres la esposa de Rodolphus.

-EX-esposa -la corrigió Bella.

-Bueno, la cuestión es que Black, el licántropo y el “gran” Albus Brian Wilfric Percival Dumbledore, o como sea que se llame el viejo ese, saben quien eres, serían estúpidos si no se dieran cuenta…

-¿Por qué lo dices?

-Eres mi viva imagen, lo único en lo que te diferencias de mí es en el cabello y los ojos. Yo era exactamente igual que tú a los 17 años… hermosa, lista, rápida, inteligente, y sobre todo… poderosa.-dijo Bella.

-¿A qué se refieres?

-No cualquiera deja inconsciente a Lucius Malfoy con tanta facilidad y vi…-dijo Voldemort.

-No me refiero a eso… ¿Quero decir que a que se refiere cuando dice que lo único que nos diferencia es el cabello y los ojos?

-Pues a eso precisamente…el cabello y los ojos los heredaste de mí.-dijo Voldemort.
Sin saber la razón, Hermione comenzó a llorar desconsoladamente. Aquél día había sido, sin duda alguna, el peor de muchos otros… se había enterado de muchas cosas y aún no había tenido tiempo para reaccionar. Lentamente se recostó en la pared y se dejó caer, acercó sus rodillas a su pecho y se abrazó a si misma, ahora más que en algún otro momento lo necesitada.

Voldemort y Bellatrix miraron la escena incómodos, nunca en su vida habían pensado que su hija fuera tan distinta a ellos. Pero ahora tenían a su hija frente a ellos, llorando quien sabe porque “putas” tenían que hacer algo, dieron un paso hacia el frente…

-Si se me acercan más no respondo.

-Hermione, déjanos explicarte…-dijo Bella.

-¿Qué me va a explicar? -explotó la chica- ¿Por qué me dejaron en casa de los Granger? ¿Por qué estoy aquí?

-Lo que quieras…

-Si claro… Sean más serios. No son esa clase de persona…

-¿Cómo lo sabes? Nadie realmente nos conoce. –Hermione lo volvió a ver algo sorprendida. Voldemort aprovechó la situación para hacerla entrar en razón o “suplicar”, haría lo que fuese necesario…- Por favor Hermione, danos una oportunidad…

-¿Para qué? –Voldemort se sorprendió ante tal pregunta, pero no tardó en reponerse y contestar…

-Para demostrarte quienes somos en realidad… que nos importas… -Ambos dieron otro paso hacia ella…

-Por favor –dijo de ella manera suplicante- no se me acerque más… regresó hace dos o tres años, mas o menos, y hasta ahora se molesta en encontrarme y… ¿Espera que los reciba con los brazos abiertos?

-Hermione… por eso mismo te pido una oportunidad… quiero que me conozcas… quiero compensarte el tiempo que hemos perdido… desperdiciado… -nuevamente lágrimas descendieron por el rostro de la chica- Piénsalo… Hermione, por favor, tan sólo piénsalo.

La vista de ambos se dirigió hacia las escaleras donde tres pares de ojos miraban la escena incómodos, pues nunca en sus vidas habían visto a Voldemort tratar de aquella manera a alguien… bueno, a Bellatrix Lestrange sí… pero eso algo total y rotundamente distinto…

-Acérquense –dijo Voldemort gélidamente, mientras volteaba su mirada hacia Hermione.

Los tres hicieron lo que les decían sin siquiera chistar, aún no comprendían lo que estaba sucediendo, porque Voldemort y Bellatrix miraban a aquella chica como si fuera un igual… Hermione se puso de pie y sin decir nada se acercó hasta donde estaba inconsciente Lucius Malfoy. Los tres, que ya se encontraban junto a Voldemort, la miraban sin comprender lo que haría o porque su señor no la detenía. Al llegar junto a rubio se puso de cuclillas y alzó la varita…

-¡ENERVATE! -Malfoy volvió en si y lo primero que observó fue a la joven que estaba arrodillada junto a él con la varita en alto. Hermione simplemente se puso de pie y tendiéndole una mano al rubio le dijo- Siento mucho lo sucedido antes…

-No se preocupe mi lady –dijo observándola fijamente, mientras tomaba la mano de la chica dijo- Soy Lucius Malfoy, y estoy para lo que necesite.

En lugar de ponerse de pie, se arrodilló frente a ella y poco a poco fue acercando la mano de la chica hasta tocar sus labios. Al tener contacto, un ligero escalofrío recorrió el cuerpo entero de Hermione, pero aún así, ninguno de los dos apartó la mirada.

Zabini miró a Lucius completamente confundido ¿Por qué le decía mi lady a la sangre-sucia? ¿Por qué le besaba la mano? ¿Por qué se presentó le y dijo “estoy para lo que necesite”? ¿Por qué Voldemort se interesaba en ella?

-No creo –dijo Hermione apartando, por fin, la vista de Lucius- que haga falta que se presente, señor Malfoy…

-Dígame Lucius…

-Lu… señor Malfoy, lo conozco DEMASIADO bien, me atrevería a decir, a usted y a su hijo.

-Hermione –la llamó Voldemort.

Voldi, como lo llamó Hermione, no comprendió el significado de lo que esta le dijo a Lucius, cosa que posiblemente fuera una suerte, sino Lucius ya estaría a 599999 millones de años luz de distancia de aquel lugar.

Hermione se giró y se encontró con Zabini y los dos tipejos que estaban en su habitación cuando ella despertó. Dejándose llevar por sus pies, se acercó hasta donde estaba Voldemort, pero se detuvo a una distancia prudente, con Lucius Malfoy a su derecha…

-Ellos son Blaise Zabini .dijo señalando al joven, que ante la mirada chispeante que le dirigía su padrino Lucius le hizo una reverencia- John Avery y Theodore Nott –estos imitando a Zabini le hicieron una reverencia a la chica, sin dejar de mirarla. Voldemort volvió a hablar, pero ahora señalando a Hermione y sin quitarle la vista de encima- ELLA es Hermione Jane…

-Gra… Ryddle –lo interrumpió Hermione. Voldemort y Bella le obsequiaron con una FUGAZ sonrisa y él añadió:

-Se acordarán de la búsqueda a la que dimos inicio hace poco más de dos años –los tres asintieron y él continuó- pues bien… parece que los aurores no la escondieron tan bien como pretendían… YA la hemos encontrado… la hemos hallado y muy pronto la comunidad mágica lo sabrá… he encontrado a mi heredera… sangre de mi sangre… hija de Bellatrix y mía… Hermione.

Al escuchar esas últimas palabras, Blaise sintió que aquel era su fin… recordó TODO lo que Draco había convencido a Pansy que le hiciera a aquella chica. Sus ojos irradiaban pánico… terror… espanto… ¿Qué sería capaz de hacer ELLA para vengarse de todo lo que le habían hecho los de Slytherin y los hijos de mortífagos? ¿Y a él? ¿Y a Pansy? ¿Y… a DRACO?

-Escúchenme muy bien los cuatro… -dijo Voldemort pasando la vista por John, Theodore, Blaise y Lucius, luego, posó la vista nuevamente en Hermione y añadió- De ahora en adelante, tratarán a Hermione con el respeto que se merece por ser la hija de lord Voldemort y de Bellatrix Lestrange… quien la lastime o la haga sufrir… MORIRÁ.
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Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:18 am

Capítulo 6:

Ya había pasado una semana y media desde que Hermione había puesto un pie en la Mansión Malfoy y apostaba que se podía acostumbrar a aquella vida sin ninguna dificultad, tenía dos elfos domésticos para su uso personal, Lucius Malfoy le hacía una reverencia a cada dos por tres, Narcisa Malfoy la trataba como la hija que nunca había tenido. Hasta el momento había conocido alrededor de quince mortífagos, los cuales esperaban que diera un paso para besar el piso que segundos antes había pisado. Lo único que no soportaba era que después de conocer a la mayoría de los mortífagos, siempre debía ir a lavarse las manos, la dejaban toda babeada.

Hermione se encontraba sentada en la cama de una de las habitaciones de la Mansión Malfoy, para ser más explícitos, en la habitación que solía ser de ¡¡DRACO MALFOY!! Eran las 2:40 a.m. en toda la noche no había logrado conciliar el sueño. A pesar de todo Hermione se sorprendió, los primeros días, al no encontrarse con Draco Malfoy rondando en algún lugar de la casa.

Creyó que seguramente no se atrevería a pisar aquella casa después de fallar en el intento de asesinar a Albus Dumbledore y huir junto a su padrino, Severus Snape… después de todo, Snape tampoco pudo asesinar a Dumbledore, tan sólo lo hirió profundamente y huyó de los mortífagos y de la orden junto a Draco. Pensando en ellos… ¿Se atreverían a volver a Hogwarts después de eso?

¿Cómo reaccionarían al verla, durante el regreso a clases, rodeada y respetada por los ilusos de Slytherin? ¡Ja! Se moría por ver la cara de Snape en clases de Pociones… ojalá volviesen… ese sería un espectáculo digno de ver… Hermione estaba segura que no podría ver sus rostros cuando tuvieran que dirigirse a ella… seguramente les soltaría la carcajada en el rostro.

Pensando en eso notó que se estaba tomando el tema a la ligera… daba por un hecho que en realidad era la hija de lord Voldemort… ¿Quién sabría la realidad?

-Piensa Hermione -se dijo a si misma en voz baja- ¿Con quién puedo hablar de esto? ¡Piensa Hermione! ¡Ya sé! ¡Albus Dumbledore!

Al poco rato Hermione se encontraba sentada con un rollo de pergaminos, tintero y plumas frente a ella… ¿Cómo comenzaría la carta? Tomó la primera hoja y tras ciertos instantes de titubeo escribió…

“Querido profesor Dumbledore:”

Lo leyó… le sonó tonto…

-¿Querido? -se dijo a sí misma- Hermione… ¡Por Merlín! Es tu director… ¿Cómo le vas a decir querido?

Inmediatamente lo tachó… le sucedió lo mismo tantas veces que creía que pronto su dormitorio… bueno el dormitorio de Draco… estaría inundado en papeles… Cuando por fin hubo terminado leyó lo que había escrito… era algo así…

Profesor dumbledore:

Lamento mucho molestarlo, pero me temo que estas vacaciones no podré acompañarlos en Grimmauld Place como lo teníamos previsto. Honestamente esa no es la razón primordial por la que le escribo…

Verá… no sé como decirle esto ya que es muy difícil para mí. Me temo que los Granger no son mis verdaderos padres. Según lo que me comentaron, mi padre es Tom Ryddle y mi madre Bellatrix Black… me preguntaba si usted sabría algo al respecto.

Ahora… No podré acompañarlos dado que no me encuentro en la casa de los Granger… después de que me confesaran que ellos no son mis padres me desmayé y al despertar me encontraba en la Mansión Malfoy… traté de hui pero… me fue imposible. Ya llevo alrededor de semana y media “viviendo” en esta casa.

Han sucedido muchas cosas… yo, aunque me encuentro en perfecto estado… no logro hacerme una idea de lo que me está sucediendo… los mortífagos que he conocido hasta el momento, me tratan como si fuera una reina…

Por aquello de las dudas… no tengo la marca tenebrosa en ninguna parte de mi cuerpo, aunque tampoco han dado muestras de querer que la tenga… creo que ya saben que la respuesta sería un firme ¡NO!

Le suplico que por favor no permita que ni Ginny, ni Ronald, ni Harry se enteren de esto… desearía hacerlo personalmente cuando crea que sea el momento adecuado para hacerlo.

Hermione.

-¿Necesitas lechuza Granger? -pregunto con sorna una voz femenina a sus espaldas.

Los rayos de luz del amanecer se colaban a través de la ventana… eran ya las 6:30 a.m. Hermione se volteó para averiguar quien e hablaba y al hacerlo comprendió porque la llamaban por el que fue su apellido por 17 años… no se sorprendía de verla en allí, la verdad le parecía extraña no haberla visto mucho antes. Le sonrió sarcásticamente esperando algún insulto por parte de la recién llegada… tan sólo una excusa para abofetearla.

-¿Te comió la lengua el ratón sangre-sucia? ¿O es que por primera vez en la vida la sabelotodo no sabe que contestar?

-Yo que tú hablaría con respeto…. No vaya a ser que te arrepientas de lo que has dicho.

-¡Ja! ¡No me hagas reír sangre-sucia…!

Sin poder resistirse por más tiempo Hermione se dejó llevar por la situación, sabiendo que en luego se lamentaría… Sacó la varita y apuntó con ella a la chica...

-Te lo advierto una sola vez Parkinson… Cállate o pagarás las consecuencias… -la aludida sacó la varita mientras respondía…

-Creo que me atendré a las consecuencias Granger… nunca me ha gustado seguir órdenes…

-Tú lo has querido… ¡Expelliarmus!

-¡Protego! -exclamó Pansy- O vamos Granger… ¿No sabes alguna maldición imperdonable? OH… se me olvidaba… la chica perfecta JAMÁS lanzaría una maldición imperdonable… lástima hubiera sido un verdadero reto -dicho esto estalló en carcajadas, cuando terminó añadió- Vamos a ver que tal te defiendes Granger… ¡CRUCIO!

-¡AHHHHHHHHHHHHHHHH!

*************************************************
Lucius Malfoy se encontraba en su despacho analizando su papel en el plan que había creado lord Voldemort junto a Blaise Zabini cuando escucharon un grito proveniente del piso superior…

-¡AHHHHHHHHHHHHHHHH!

De pronto sintieron como si la marca tenebrosa los estuviese convocando… se miraron y…

********************************************************
¡PLIN! Lucius Malfoy y Blaise Zabini se aparecieron en medio de la habitación justo cuando Pansy Parkinson se desternillaba de la risa al ver a Hermione doblándose del dolor en el piso… la chica gritaba como si le estuviesen sacando las entrañas…

-¡Finite Incantatem! -dijo Lucius Malfoy apuntando a Hermione con su varita- Mi señora… le pido mil disculpas… -dijo arrodillándose- me temo que Pansy no ha sido notificada de la “situación”…

Blaise se acercó hasta donde estaba Hermione en el piso, blanca como la cera… temblando de pies a cabeza… le tendió la mano para ayudarla a ponerse de pie… Hermione lo miró fijamente y notó que el chico estaba realmente preocupado por su estado… le tomó la mano obsequiándole una sonrisa en señal de agradecimiento… dado que no se podía mantener en pie cuando estuvo de pie se apoyo en él y observó a Lucius Malfoy, quien miraba la escena atónito y aún arrodillado.

-Ponte de pie -Lucius hizo lo que le ordenaban- Y espero que le comuniquen a Parkinson de la “situación”, como insistes en llamarla, antes de que vuelva a cometer algún error como estos… de momento no comentaré nada…

-Mil gracias mi lady -dijo Lucius observándola fijamente- Mil gracias

-Si, si, como sea… -observando a Blaise preguntó- ¿Blaise, me puedes ayudar?

-Claro mi señora -contestó el aludido- ¿Qué necesita?

-Por el momento necesito ir al comedor… me muero de hambre… ¿vamos?

-En seguida…

-Eres una tonta Pansy –dijo Lucius en cuanto Hermione y Blaise se hubieron perdido de vista- por algo te dije que fueras a mi despacho antes de hacer algo imprudente… sabía que meterías las patas… te salvarás si no dice nada…

-Disculpa Lucius… pero entiendo… ¿de qué me hablas?

-Hermione…

-Ah… de Granger

-¡Merlín Pansy! Cállate y escucha ¿de acuerdo? No la vuelvas a llamar Granger… debes tratarla con respeto…

-¿Respeto a la sangre-sucia? Pero Lucius…

-No es ninguna sangre-sucia Pansy… es mucho más pura que tú y que toda la descendencia Malfoy y Parkinson juntas ¿entiendes?

-Pues… la verdad es que no…

-Te lo diré de una vez… Ella no se llama realmente Hermione Granger… como todos creímos durante todos estos años… se llama Hermione Jane RYDDLE…

-¿Ryddle? ¿Ryddle… como…?

-Como Tom Ryddle

-Eso significa que es…

-Que es la HIJA del señor tenebroso…

-¡¡MERLÍN!!
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La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione) Empty Re: La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione)

Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:18 am

Capítulo 7:

-Así, es Pansy… te aconsejo que comiences a bajar todos los santos que conozcas, porque de esta si que no te salvas…

-Yo… Lucius yo…

-¿Tu que Pansy?

-Yo… yo no sabía…

-No… -dijo con sarcasmo- Eso es obvio… por algo te ordené que apenas llegaras fueras a mi despacho…

-Sabes que no me gusta seguir órdenes…

-Me vale un maldito colmino… ya es hora de que vayas aprendiendo a hacerlo… si pretendes estar al servicio del señor tenebroso tendrás que hacerlo… -por un instante permanecieron en silencio… Lucius estaba realmente furioso…- ¿Qué rayos hacías en su habitación?

-Yo… bus… ¿su habitación? Pero si…

-Allí permanecerá ella durante todas estas vacaciones… o mejor dicho… mientras que el Señor Tenebroso me crea digno de confianza como para que la proteja el tiempo que sea necesario… Ahora no me cambies de tema… ¿Qué rayos hacías en esa habitación?

-Yo… yo…

-Tu qué Pansy –dijo Lucius perdiendo ya la paciencia.

-Yo… buscaba a Draco… no he tenido noticias de él y estoy realmente preocupada…

-Pansy… sabes muy bien que él no está en casa… no se atreverá a poner un pie en esta casa mientras yo siga con vida…

-Pero…

*****************************************
Hermione y Blaise caminaban hacia el comedor de la Mansión Malfoy… no hablaban de absolutamente nada durante el recorrido, de vez en cuando la chica le dirigía una que otra mirada de agradecimiento junto a una bella sonrisa a la que el chico respondía algo confundido por la manera en que el gesto lo hacía sentir. Sin darse cuenta llegaron a su destino.

Allí se encontraban dos mujeres sentadas hablando en susurros. La mujer, de piel pálida, cara afilada, de pelo rubio, alta y delgada; y como Harry pensó en el campeonato Mundial de Quidditch, habría parecido guapa de no haber sido por el gesto de asco en su cara, que daba la impresión de que justo debajo de sus narices tenía algo que olía a demonios; era Narcisa Malfoy. La otra mujer era Bellatrix Lestrange.

Al ver el estado en que Hermione estaba, ambas se acercaron realmente preocupadas.
-¿Qué sucedió? –preguntaron ayudándola a tomar asiento. Hermione y Blaise intercambiaron unas miradas de complicidad por un momento y Hermione contestó…

-He tenido un pequeño accidente cuando venía hacia acá…

*******************************************************
La puerta se abrió y por ella entró un hombre de tez blanca, pelinegro y con los ojos verdes. Se arrodilló frente a Voldemort.
- Ponme atención, Rodolphus. Esta misión es muy importante, mi hija Hermione Jane Riddle se encuentra en esta casa y necesito que...

**************************************************
-Ponme mucha atención Pansy –le dijo Lucius tratando de controlar su enojo…- No sé que harás… pero tienes que conseguir controlar tu genio cada vez que veas a Hermione… no puedes ir por la casa insultándola… tienes que ganarte su confianza para que no le diga al Señor Tenebroso nada sobre la estupidez que cometiste…

-Claro… -dijo con la cabeza baja.

-Si me entero de que la insultas… molestas…

-No soy tan estúpida Lucius…

-Eso no es lo que has demostrado hoy al desobedecerme…

-Si, si ya entendí…

-No me vengas jugando de matona Pansy, recuerda que soy tu padrino y puedo darte una lección -Pansy lo observo con reproche por algunos momentos y luego él añadió- Si me entero de que le andas buscándole el fin de la locura a Merlín... (N.a/es como decir “buscarle las cuatro patas al gato”), te aseguró que yo mismo haré que lo lamentes…

-Pero…

-Pero nada Pansy… Te aconsejo que no hagas nada de lo que luego te puedas arrepentir.

-Ella me dijo eso…

-¿Quién es ella?

-Granger…

-¡PANSY HEISTHER PARKINSON! –saltó Lucius fuera de sí.

-¿Qué? –dijo ella que aún no entendía porque la necesidad de llamarla por su nombre completo.

-Con un coño Pansy que no le digas así…

-¿Así como? –pregunto ella, puesto que no se había percatado de lo que había dicho.

-Granger…

-Pero si yo no…

-Claro que si… ya estoy harto… me voy –se dio media vuelta y se encaminó hacia la puerta, pero antes de marcharse, de espaldas a Pansy, le dijo- Más te vale que arregles lo que hiciste en tu momento de estupidez, o lo pagarás claro…

*****************************************************
-¿Qué clase de accidente? –la cuestionó nuevamente.

-Eh… -¿y ahora que diría? No pensaba contar lo de Pansy porque así la tendría bajo amenaza… y luego la haría sufrir un poco vengándose por todo lo que le había hecho a lo largo de seis años… ñaca ñaca…- este… Venía de camino, y me… de pronto me mareé y… me caí... y Blaise… Blaise…

-Yo… -la ayudó el chico- la encontré apoyada de espaladas en la pared y la he traído acá para que coma algo ya que no ha desayunado…

-Exacto… -dijo Hermione sorprendida por la facilidad con la que el chico mentía… sin duda alguna, debía tomar algunas clasecitas con Blaise… ya se lo pediría luego como un favor personal…

-¿No has desayunado? –le interrogó Narcisa.

**************************************************
-¿Qué dices? –preguntó Voldemort a Rodolphus, hombre tenía una sonrisa de oreja a oreja- ¿Aceptas?

-Por supuesto… he esperado toda mi vida para esto…

-Me alegra escuchar eso… ¿quieres conocerla de una vez, o…?

-Si no es mucha molestia, me encantaría conocerla de una vez...

-Sígueme…

¡¡PLIN!!

**********************************************
-Este… no… no he desayunado…

-Hermione por Merlín… ¿Por qué no lo dijiste antes?-dijo Bella preocupada.- ¡¡DEYNA!!

¡PLIN!

-¿Llamaba mi señora?

-Si Deyna… la señorita Ryddle desea desayunar… ¿Podrías prepararle algo?

-Encantada… mi lady –le hizo una reverencia a Hermione y con la mirada fija en el suelo añadió- Cualquier cosa que desee no dude en pedírmelo…

-Gracias Deyna… lo tendré presente…

-Amo Blaise…

-Sí Deyna… yo también quiero desayunar.

Tras escuchar estas palabras, la elfina se dirigió a prepararles algo de comer… Narcisa y Bellatrix se sentaron frente a Hermione y le indicaron a Blaise que tomara asiento junto a ella, el chico así lo hizo.
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Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:21 am

Capítulo 8:

Hermione se encontraba en su habitación tratando de atar una carta a la lechuza blanca, que minutos antes le había traído una carta de… SU DUEÑO, y ahora debía llevar una carta con la que la chica no se sentía a gusto, pero era cuestión de momentos para que esto llegase a suceder… Cuando terminó abrió la ventana de su habitación para que el ave se marchara… se quedó algunos segundos viendo el vuelo de aquella hermosa lechuza y el paisaje hasta que…

-¡Hermione! -la llamo la voz de Blaise desde el otro lado de la puerta, Hermione sin embargo ni se inmuto… él insistió- ¡Hermione! -nuevamente su llamado pasó olímpicamente ignorado, razón por la cual estalló…- ¡Maldición Hermione! ¡Abre de una vez por todas esta maldita puerta o te juro que la derrumbo acá mismo…! No estoy bromeando Hermione… ¡Ábrela ya!

-¡Vete Blaise! -dijo Hermione con la voz quebrada, mientras se limpiaba las lágrimas que bajaban por su rostro…- No quie…

Pero sus palabras quedaron calladas pues del otro lado de la puerta se escucho un tumulto que hizo que la chica se pusiera de pie y abriera la puerta para averiguar que era lo que estaba sucediendo…

-¿Qué rayos haces aquí Draco? -dijo la voz de Pansy.

-¿Acaso tengo que darles explicaciones de porque me presento en mi casa? -dijo el rubio arrastrando las palabras… ninguno se había percatado de que Hermione observaba la escena atónita…- Vamos chicos… no me hagan reír… ahora háganse a un lado para entrar en mi habitación…

-Me temo que no Draco… -dijo Blaise colocándose frente a la puerta tapando, sin darse cuenta alguna, a Hermione…- ESTA ya no es TU habitación…

-Vamos Zabini, no me hagas reír… Esta es mi casa… y esa es mi habitación… -dijo mientras señalaba la puerta…

-Draco… Blaise tiene razón… esa no es…

-¡Oh cállate Pansy! No estoy de humor como para escucharte hablar… ¡DEYNA!

¡PLIN!

-Maldición -exclamo la elfina al observar al rubio allí parado…

-¿Qué demonios…? Ah… Olvídenlo… Deyna prepárenme un baño caliente… neces…

-Me temo que no señor Malfoy… -le dijo la elfina mientras en su voz sonaba como si lo estuviese retando- Ya no estoy a sus servicios… ahora, si me permiten… debo continuar alistando el almuerzo…

¡PLIN!

-¿Es que acaso todos se han vuelto locos? -chilló el rubio en cuanto la elfina se marchó… de pronto su mirada se posó en la puerta de SU habitación- ¿Qué demonios hace la sangre-sucia -en ese momento todos se percataron de la presencia de Hermione- en MI habitación? -al verla Blaise y Pansy se arrodillaron frente a ella. Draco soltó la carcajada- ¿Así que ahora nos debemos dedicar a “adorar” a los de SU “especie”? -dijo con sorna- Lo siento chicos… pero paso… no me pienso ensuciar las manos tocando a la sangre…

¡¡PUMMMMM!! Draco no tuvo de reaccionar, cuando pudo entender que era lo que estaba sucediendo, se llevó, instintivamente, su mano derecha hacia su mejilla, derecha también. Todo aquello sucedió tan rápido que no lograba comprender el porque… Pansy Parkinson, al escuchar como Draco había llamado a “su señora”, se puso de pie y ante la mirada de Blaise y de Hermione lo había abofeteado… pero no porque la había insultado… lo había hecho simplemente para que él no cometiera una estupidez al igual que ella… aquella era la única manera que el chico se callaría…

¡PLIN! De pronto un individuo con el cabello rubio y lacio, y el rostro pálido y anguloso apareció en medio del pasillo, a pesar de tener varios días sin verlo, Draco Malfoy lo reconoció. Sin duda alguna, era Lucius Malfoy… su padre. Lucius se percató de la presencia de su hijo y no se inmuto, fijo su vista en Hermione y al igual que lo habían hecho Pansy y Blaise, se arrodillo frente a Hermione…

-“Mi lady” -dijo el rubio en voz alta para que Draco lo escuchase perfectamente, y comprendiera lo que estaba sucediendo o al menos se comportara delante de ella…

-Ponte de pie Lucius… -ahora fue definitivo, si fuera posible, la mandíbula de Draco ya hubiese estado pegando al piso- ¿Qué haces acá?

-Deyna me aviso que Draco -dijo señalando al rubio- osó a poner un pie en MI casa…

-Padre… ¿Por qué rayos te arrodillas ante la…?

-Le ruego disculpe si este… BASTARDO la ha hecho pasar un mal rato mi señora -Draco no pudo reaccionar… su padre lo estaba llamando bastardo…- Le aseguro que yo personalmente me encargaré de que decida hacia quien se muestra su lealtad y primordialmente… su respeto… Ya aprenderá su lección…

-No Lucius… -dijo Hermione con una extraña sonrisa en el rostro.

-Pero mi señora…

-Creo que con que se entere lo que sucede acá ya será suficiente tortura para él… así que Lucius, hazme el favor de aclararle el asunto inmediatamente…

-Por supuesto mi señora… -calló como esperando que ella dijera algo más, pero la chica simplemente lo observaba esperando que él hablara- ¿Ya…? ¿En este preciso instante…?

-Obvio… al menos que hallas entendido algo más cuando dije “inmediatamente”

-Bueno… Draco, -dijo mirándolo con odio- de ahora en adelante deberás tratar a Hermione con respeto, cumplirás cada una de sus órdenes sin replicar, la defenderás con tu propia vida… ¿Entendido? -Draco abrió la boca, sin duda alguna no había entendido…

-¿Porqué?

-De acuerdo basta de bromas por un día ¿si?

-No es ninguna broma Draco… -dijo Blaise.

-Explíquense de una maldita vez por todas antes de que me vuelvan loco… -estalló furioso

-Con un coño Draco… -exploto Lucius- no es tan difícil de entender, ella es…

-Yo le diré Lucius -lo interrumpió Hermione quien se moría por ver la cara que pondría Draco ante tal noticia, seguro sería para morirse de risa- Malfoy… se que esto será duro para ti… y por eso quiero ser yo quien te dé la noticia -dijo con una sonrisa maliciosa en su rostro- Mi nombre, es Hermione Jane Ryddle… -Draco tardó algunos segundos en reaccionar, al entender la información no pudo más que ponerse a reír escandalosamente

-Si, claro -dijo el chico entre risas- Tú llevas el apellido Ryddle y yo soy el mellizo de Harry Potter

-Vaya -dijo Hermione con sarcasmo- serían los primeros mellizos que conocerían en toda vida en donde no son parecidos, normalmente l…

-¡Cállate (PLIN!) asquerosa sangre-sucia! -dijo Draco más que harto mientras sacaba su varita sin darse cuenta de que la persona menos indicada para escuchar aquella sarta de insultos hacia la chica recién se había aparecido detrás de todos ellos sin que alguno se diera cuenta… claro que Hermione si lo hizo, por lo que en su rostro se ensanchó aún más su sonrisa- Dices una palabra más y te juro por Merlín que no vivirás para contarlo…

-Me temo que el que no vivirá para contarlo si dices una palabra más serás tu joven Malfoy -dijo lentamente una voz fría llena de desprecio hacia aquel rubio… todos se volvieron con la cabeza baja, no hacia falta averiguar quien era… era más que obvio… lord Voldemort estaba furioso ante tales insultos por parte de un mortífago hacia su hija…- Hermione ven acá -Hermione se acercó hasta su padre- Abajo hay algunos chicos que quiero presentarte personalmente, pero me temo que debo intercambiar algunas palabras con el “señor” Malfoy, así que… Parkinson…

-Si mi señor… -dijo la chica con la mirada fija en el iluso de Draco Malfoy…

-Lleva a Hermione al vestíbulo, allí encontrarás a Rodolphus Lestrange… quiero se lo presentes, les des algunos minutos para que se conozcan y vayas al comedor… Narcisa tiene algo que decirte y… Zabini, ve con ellas…

-Por supuesto mi señor… -dijo Blaise.

******************************************************************
Eran las 7:30 de la mañana y Hermione se encontraba en su habitación, estaba pensando en el vuelco que había dado su vida: su madre Bellatrix era una persona estupenda, ya la había empezado a llamar "mamá" y Bellatrix le contestaba con "hija". Su relación con los jóvenes Slytherins era estupenda.

////Flash back////

-¿Qué tanto lees Crabbe? –preguntó Draco

Draco, Pansy, Blaise, Theo, Crabbe, Goyle, Millicent y Hermione, estaban “desayunando” cuando una lechuza le había entregado una carta a Crabbe… aquello era raro, el chico NUNCA recibía correspondencia. Blaise simplemente no pudo resistir por más tiempo la tentación… se puso de pie y le arrebató la carta de las manos para leerla en voz alta…

Señor Vincent Crabbe:

La presente es para comunicarle que usted ha sido elegido como uno de los siete estudiantes del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería para tener la oportunidad de ser uno de los cuatro privilegiados que se irán este años a finalizar sus estudios en el Instituto de Durmstrang o a la academia de Beauxbatons. Le informo que este año deberá presentarse en el vagón de los prefectos para recibir mas instrucciones al respecto.

Cordialmente

Minerva McGonagall

Subdirectora

Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

-Debe de haber algún error… -dijo el chico mientras le pasaba la carta a Hermione como pidiéndole que verificara si no era una broma- ¿Se imaginan a Crabbe en Durmstrang?

-Yo iría sin pensarlo dos veces –opinó Pansy- Es una gran oportunidad para…

-Estar con Justine –terminó Draco causando la risa de todos.

Los chicos siguieron comiendo entre bromas. Hermione, sin embargo observaba detenidamente la carta que tenía entre sus manos mientras se preguntaba quien era aquel famoso Justine con el que tanto molestaban a Pansy… pensaba en la mejor manera de sonsacarle la información a Pansy… talvez necesitaría la ayuda de Draco… todo se arregla o con una broma o con una amenaza…

////Fin flash back////
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La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione) Empty Re: La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione)

Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:50 am

Aquellas semanas habían sido sin duda alguna las peores de la vida de la castaña… había conocido a Rodolphus Lestrange y aún lo seguía viendo… Rodolphus era sin duda alguna, caballeroso… Casi todo en él era perfecto, aunque era un completo pervertido… le encantaba torturar y asesinar y disfrutaba con ello.

///Flash back////

- Bueno, Hermione.-dijo Blaise.-Te presento a Rodolphus Lestrange.
- Mi señora.-dijo el mortífago arrodillándose.
- Bueno, os dejaré solos. Por cierto, Rodolphus, tu mente es muy creativa, pero te recuerdo que es la hija del Señor Tenebroso y de tu ex-esposa.-dijo Blaise. Después se volvió hacia Hermione.-Se está imaginando como folláis en el suelo.
Hermione miró al hombre que estaba arrodillado. Cuando Blaise salió de la habitación, Rodolphus la miró y ella desvió su vista. Se encontraba en una oficina. Había unos cuantos libros en una estantería, le dió la impresión de que podía leerlos todos en un día.
- ¿Es la biblioteca?
- No, esto es demasiado pequeño. Después del interrogatorio le mostraré la biblioteca, mi señora.
- Puede tutearme, si quiere.
- Bien, en ese caso, toma asiento.-dijo refiriéndose a la silla.
Hermione se sentó, Rodolphus hizo lo mismo, sólo que se sentó con la parte posterior frente a ella y sin llegar a sentarse del todo.
- Así que Hermione ¿eh? Te recuerdo en el Departamento de Misterios, te has convertido en una hermosa mujer, no me será difícil seguir tus órdenes.
Hermione se sonrojó.
- Su padre quiere que te haga algunas preguntas, tal vez te sientas incómoda por que son un poco personales.
- ¿Qué tipo de preguntas personales?
- Sexuales.
- ¿Estás loco? ¿Cómo quieres que te responda? Es mi vida privada.
- Sé que es muy incómoda la situación, pero El Señor Oscuro y Bellatrix quieren saber lo que ha echo su hija y con quien lo ha echo.
- ¿Es que vas a estar de pie, detrás de mi todo el rato?
- Así es ¿te importa?
- No, tranquilo.
- Bien. Primera pregunta ¿eres virgen?
- Sí, si me hubieran traido aquí una semana más tarde, la respuesta habría sido diferente.-sus ojos se ampliaron ¿qué estaba diciendo?-¿Me habéis dado Veritaserum?
- Oh, eso es muy interesante. ¿Con quién estás saliendo ahora?
- Con Harry Potter.
Rodolphus hizo una mueca.
- Me parece que eso no les va a gustar a tus padres. Bueno, sigamos con el interrogatorio, cuando dices virgen ¿te refieres a todas partes: anal, boca, culo...?
- ¡Sí! ¿Esa pregunta está en la lista?
- Calma, esa es la más sencilla. Si no fueras virgen, esto se habría acortado, pero como no es el caso...de cualquier manera vamos a continuar ¿de acuerdo? ¿luces encendidas o apagadas?
- Apagadas, bueno tal vez a la luz de las velas o de una chimenea.
- Hmmm, sí, estoy de acuerdo ¿prefieres hacerlo de día o de noche?
- Ambos.
- ¿Lenguaje vulgar?
- Sí, por supuesto.
- ¿Quién debe tener el control?
- Los dos, el hombre debería tenerlo más, pero a mí me gusta disfrutar.
- ¿Te gustaría montar a un hombre?
- Sí.-ella no escuchó la pluma.-¿Porqué no lo has escrito?
- ¿El qué? ¿Qué te gustaría montar a un hombre?
- ¡Sí!
- Oh, en realidad era una pregunta mía y no estaba en la lista. ¡Siguiente pregunta!-dijo antes de que ella se pusiera a gritar.-¿Te gusta el sadomasoquismo: cadenas, tortura...?
- ¿Es una pregunta de la lista?
- ¡Sí!
- Realmente no lo sé. No me gusta el dolor, así que nada de látigos ni ese tipo de cosas.
- Oh, y yo que pensé que eras una mujer fatal atrapada en el cuerpo de una buena chica. ¿Quieres algo de beber?
- No, gracias.
Rodolphus bebió y dejó la botella encima de la mesa.
- ¿En cuantos lugares te gustaría hacerlo?
- En cualquier lugar: cama, baño, armario...piso.
Rodolphus cogió la botella apresuradamente y empezó a beber con desesperación.
- Cuando tienes relaciones sexuales ¿lo quieres fácil o difícil?
- Difícil.
- Joder, niña. Esta información es oro. Debes de ser un as en la cama.-él estaba detrás de ella, no como antes. Ahora le estaba susurrando en el oido.-Dices que eres virgen ¿significa eso que no has sido marcada de ninguna manera?
- ¡Ahhh...no...no, por supuesto que no!-dijo titubeando. A Hermione le gustaba la sensación de que el cálido aliento de Rodolphus la golpeara en el cuello.
- Has dudado. ¿En qué estás pensando en este momento?
- Nada que te importe.-se tensó cuando sintió una mano sepentear por debajo de su falda.
- Si quieres, podría hacerte gemir. Estoy a su servicio, mi lady.
Entre el cálido aliento del hombre y su mano acariciando sus bragas, la muchacha estaba a punto de gemir. Pero, de repente, volvió en sí.
- No, no es lo que queremos.-dijo alejando su brazo de ella, aunque en el fondo quería que siguiera.
- Aaa, eso no es divertido. ¿Podría besarte?
- Sí, pero sólo un beso.
Ella le miró lamerse los labios e inclinarse sobre ella. Estaba a punto de besar a Rodolphus Lestrange, es cierto que era un mortífago mucho mayor que ella, pero era tan guapo. Su pelo negro era suave, pudo comprobarlo cuando ella le agarró suavemente para acercarlo más. Sus ojos verdes eran tan profundos...
Rodolphus recorrió el rostro de Mione, analizando cada detalle femenino, hasta que clavó su vista en sus labios cereza entre abiertos, de pronto sintió como en su estomago se desataba una explosión de sensaciones que no recordaba haber sentido con alguna otra chica, ni siquiera con su ex-mujer.

Por su parte Hermione aún no soltaba su mano, alzó su vista esperando que él dijera algo, pero al notar que la mirada del ojiverde era diferente, se desconcertó, levantó sus cejas en un gestó de interrogación, entre abrió sus labios, pero de ellos no salió ningún sonido, de repente su corazón comenzó a acelerarse, era como si esperara que algo ocurriera, nuevamente se sentía atraída por él.

Rodolphus, sin querer analizar lo que iba hacer, simplemente dejándose llevar por sus instintos, inundado por ese aroma que ella desprendía, por ese aire de valentía, en ese momento poco le importaba que fuera la hija de su señor… inclinó su rostro lentamente hacia ella, sintiendo como esa explosión se combinaba con una taquicardia, lo cual solo lograba hacerlo sentirse más vivo y eso era lo que más deseaba ahora.

Hermy notó que él se iba acercando más a ella, era como si estuvieran hipnotizados el uno con el otro, como si un imán los obligara a atraerse, por un momento dudó queriendo hacerle caso al último gramo de racionalidad que no había invadido ese raro deseo que se estaba apoderando de ella, soltó su mano, alejándose un paso, cosa que solo le facilitó a él las cosas, y con su mano libre, la tomó por la espalda acercándola o más bien estrechándola contra sí, mientras su otra mano subía lentamente por su espalda, en tanto su rostro buscaba los labios de la castaña, rozando su nariz con la piel de ella, causándoles a ambos un ligero hueco en el estomago ante la proximidad de sus bocas.

La ojiavellana dejó caer toda resistencia, sintiendo esos extraños pero deleitantes escalofríos que él le provocaba, claro que esto era como sentirlo al doble, ya que ambos compartían parte de las sensaciones, cerró sus ojos y elevó ligeramente su rostro, dejando que él buscará sus labios.

Rodolphus inhalaba suavemente su perfume, su mano había llegado al final de su recorrido se encontraba en la nuca de Mione, la acercó un poco más y por fin rozó sus labios suavemente contra los de ella, apenas en un ligero contacto que sólo logró estremecerlos y desear más, volvió a rozar sus labios, pero esta vez con más seguridad, presionándolos gradualmente, sintiendo como ella lo aceptaba y subía sus manos por su espalda, la estrechó un poco más fuerte, mientras dejaba que sus labios se unieran en movimientos acompasados.

Mione hacía mucho que había dejado este planeta, las sensaciones que estaba viviendo definitivamente eran otro nivel, diferente a todo, nunca había experimentado un beso así que provocara tantas cosas, y vamos realmente ella no tenía tanta vivencia en ese ámbito. Se levantó de puntillas para poder alcanzarlo más, apoyándose ligeramente de los hombros de él, todo iba muy bien, hasta que él pidió profundizar su beso, lo cual la asustó momentáneamente haciéndola reaccionar, trató de alejarlo, pero él no se lo permitió, continuó con su incursión en la boca femenina hasta sentir como ella dejaba a atrás su temor y se relajaba aceptando lo que él hacia, al sentir su respuesta, ambos experimentaron una extraña sensación calida invadirlos.

Pasaron varios segundos más así, hasta que la necesidad del aire fue más que obvia, su contacto se fue rompiendo, no sin antes que Rodolphus atrapara con sus dientes el labio inferior de ella jalándolo suavemente sin hacerle daño, produciéndole un cosquillo de placer que subió por su columna.

Rodolphus no era ajeno a ese placer, sentía que su cuerpo deseaba sentirla ¿más cerca?, terminó su contacto brindándole un suave beso.
- Bueno, mi lady. Creo que por hoy hemos terminado.-dijo Rodolphus.
- Ajá.-dijo ella todavía en las nubes.

////Fin flash back////

*********************
Rodolphus Lestrange estaba en una habitación, pensando en la hermosa muchacha a la que debía obediencia. Desde que la joven había llegado todos parecían más felices, hasta el Señor Tenebroso, la muchacha iba dejando su carisma por todas partes y él no podía sacársela de la cabeza, sus ojos, su sonrisa. ¡Parecía un maldito adolescente enamorado! Y eso lo sacaba de quicio. Llevaba varios días sin dormir por culpa del beso que se dieron durante el interrogatorio y lo de la biblioteca. ¡Maldita sea! Era una adolescente, demasiado joven para él.

/////Flash Back/////
- ¿Me había llamado, mi señor?-dijo Rodolphus pasando a una sala donde estaban Voldemort y Bellatrix.
- Sí, Rodolphus. ¡Pasa!-dijo Voldemort.-¿Averiguaste lo que te pedí de mi hija?
- Sí, mi señor.
- Entonces adelante, dinos lo que has descubierto.
- Es virgen, pero según ella, si la hubiésemos traido aquí una semana más tarde no lo sería.
Bella se puso algo furiosa.
- ¿Y quién es el desgraciado qué va a desvirgar a mi hija?-dijo ella furiosa.
- Harry Potter.
A Voldemort casi le da un infarto.
- Ese...desgraciado. ¡Como le toque un pelo a mi hija lo mato!-dijo Voldemort.-Bella, cariño ¿qué te pasa?
Bella estaba en estado de shock. De repente empezó a llorar, ni Voldemort ni Rodolphus sabían que hacer, por que desde luego no era normal verla en ese estado.
- ¿Qué te pasa, Bellatrix?-volvió a preguntar Voldemort preocupado.
- Mi hija...¡ese degenerado le hará daño!-dijo intentando calmarse.-¿Es que no lo ves, mi señor? La engañará, la hará creer que no sirve para nada y la convencerá para que se acueste con él.
- Tranquila, no dejaremos que suceda nada de eso.
De pronto alguien llamó a la puerta.
- ¡Adelante!-dijo Voldemort. Pansy entró por la puerta, seguida de Lucius.-¿Sucede algo?
- Mi señor.-dijeron arrodillándose.
- Verá.-dijo Pansy.-Esta mañana Hermione recibió una carta de Harry Potter. Es esta.-dijo dándosela. Voldemort leyó en voz alta.

Hermione:

Creo que debemos hablar. Mira, voy a decírtelo claro: termino esta relación contigo. Creí que eras una chica caliente, pero me equivoqué, te he sustituido por Ginny ya que ella me ha dado lo que no me has dado tú.
Hoy iré junto a los Weasley a comprar todo lo que nos piden para séptimo ¿Por qué no nos vemos en el restaurante que hay junto a la tienda de Madame Malkin a eso de las 10:20? Creo que al menos te mereces una explicación.

Harry

Cuando terminó de leer, la sala se quedó en silencio.
- Has echo bien en entregarme esta carta, Pansy. Asegúrate que la acompañe un grupo de nueve personas, y no la dejéis sola con ese...degenerado.-dijo Voldemort.-Ahora, retiraos.
- Sí, mi señor.-dijeron Lucius y Pansy.
Cuando salieron, Bella empezó a llorar de nuevo.
- Tranquila, no pasará nada.-la consolaba Voldemort.
Rodolphus miraba la escena atónito. ¡Como le hubiese gustado ir a darle una paliza al cabrón de Harry Potter! ¿Es que no se daba cuenta de que la muchacha a la que estaba dejando era muy especial? No sólo por ser la hija de su señor, sino también porque era una gran persona que se preocupaba por los demás.

////Fin del flash back//////

"¡Si tan sólo supiera lo que siento!"pensaban Hermione y Rodolphus.


Última edición por aliss_down el Mar Sep 09, 2008 1:52 am, editado 1 vez
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La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione) Empty Re: La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione)

Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:51 am

A pesar de todo, Rodolphus había demostrado ser una gran persona, se había mostrado súper atento con ella… aunque en realidad todos lo hacían por el simple hecho de ser la hija de Voldemort… pero algo en ese hombre la hacía sentir increíblemente bien, la hacía olvidarse de sus problemas y lo más importante por ahora, la ayudaba a olvidarse del famoso, ahora ex-novio, Harry Potter… así es… La chica había buscado como loca una excusa para terminar su relación con Harry… sin embargo, él le dio la excusa perfecta…


////Flash back////

Los días habían pasado y Hermione había cambiado notablemente. De aquella chica solidaria, cariñosa y MUY comunicativa, sólo quedaba su rastro físico. Su actitud cambió… su mirada también… Ahora mostraba aquella seguridad que solía invadirla únicamente al hablar del P.E.D.D.O. o cosas por el estilo. Además, se notaba un poco fría y alejada de la realidad. Aunque esta nueva faceta de hermione, lograba convencer a casi todo el mundo, Pansy Parkinson estaba segura que por más que Hermione se esforzara jamás lograría dejar totalmente de lado a su “verdadero yo” para convertirse en lo que todo el mundo esperaba de la hija de lord Voldemort.

No está de más decirle que las chicas se habían sentado un día a aclarar las cosas entre ellas y se habían hecho “amigas”, o algo por el estilo. Tanto así que Pansy no dejaba pasar ninguna oportunidad para hacerle una “broma inocente” a la castaña, la cual, no lo pensaba dos veces y planeaba una venganza cada vez que la situación lo ameritaba… ¿En cristiano? Se había hecho amigas y ahora se molestaban continuamente, mas o menos unas dos veces AL DÍA… De todos los mortífagos “amigos” de la familia, Pansy era la única que se atrevía a enfrentarla y la que la hacía entrar en razón… ¿Y el resto? Bueno… lo otros le temían demasiado a “Voldi” como para atreverse a llevarle la contraria a su hija.

Eran las 8:30 a.m. y Hermione y Draco se encontraban desayunando, como dos seres civilizados, en el comedor. De pronto la elfina doméstica, Deyna, se acercó hasta donde estaban y tras hacerle una pequeña reverencia habló…

-¿Se le ofrece algo más, señorita Ryddle?

-No Deyna, gracias… -respondió la chica tomando su jugo de calabaza.

-¿Y a usted, amo Draco? -preguntó ahora la elfina.

-Tampoco -dijo él gélidamente- Retírate…

-Si señor.

-Mi señora… -comenzó Draco en cuanto la elfina se hubo marchado, pero fue interrumpido por Hermione.

-Draco… -dijo la chica, quien sin darse cuenta arrastraba las palabras al hablar, después de todo, tanto tiempo con los Malfoy hace que se te peguen algunas de sus “mañas”- Ya hemos hablado de esto…

-Lo siento, pero me temo que no se a que refiere…

-Draco… ¡Por Merlín! He pasado las vacaciones en TU casa, nos hemos llevado medianamente bien, le hacemos algunas desgracias a Pansy todos los benditos días… ¿y aún no me llamas por mi nombre?

-Es que, después de cómo la traté durante seis años, no podría…

-Draco, ya olvídalo ¿si? Yo lo he hecho… Pansy y Blaise lo han hecho... todos lo hemos hecho ¿Por qué no puedes hacerlo mismo que nosotros?

-Es que…

-Por favor Draco, no te des tanta lata con el tema… simplemente háblame por mi nombre…

-De acuerdo mi… Hermione… -se corrigió rápidamente.- Nos iremos a las 10 ¿Estás de acuerdo?

-Claro

Dicho esto se puso de pie y se fue a duchar. Irían al Callejón Diagón y no quería parecer ella… no se podía ni imaginar las caras de los allí presente cuando vieran a “Hermione Granger” caminado junto a Draco y Lucius Malfoy. Cuando hubo terminado de bañarse, se vistió y entró a su habitación, que por aquellos de las dudas, continuaba siendo las misma que al principio.

Estaba buscando unas sandalias que lucieran bien, acorde a su vestimenta, cuando de pronto un golpe sordo se produjo del otro lado de la venta. Rápidamente giró su cabeza para observar mejor lo que había producido aquel ruido. Cuando pudo apreciar bien que había sido, sintió el alma en el suelo… no podía creerlo… simplemente no quería creerlo… se acercó hasta la ventana, la abrió y deseando estar equivocada murmuró:

-¿Hedwig? –la lechuza entró y se posó sobre su hombro al mismo tiempo que estiraba la pata para que la chica cogiera el pergamino que había traído- ¿Es de él? –la lechuza le mordió el dedo para darle a entender que si era de quien ella creía.

Retiró el pergamino y la lechuza inmediatamente prendió vuelo nuevamente. Hermione observaba la carta con verdadero pavor, se negaba a abrirlo pero, obviamente, la tentación de saber que le había escrito él en respuesta a su “precipitada” decisión de acabar la relación diciéndole tontamente, que sentía que las cosas entre ellos ya no iban como al principio era mayor que el sentido común que poseía en esos momentos…

Mientras iba leyendo se podían apreciar las lágrimas resbalando por sus mejillas. De pronto la puerta se abrió y por ella entró Pansy Parkinson cubierta por tinta de colores (por culpa de la que recientemente Draco y Hermione le habían hecho), y al ver a la chica llorando en silencio sintió un extraño nudo en la garganta.

-¿Estás bien? –de pronto su mirada se posó en la carta que la chica había recibido y lo comprendió todo- ¡Maldito Potter!

Pansy se veía notablemente molesta. Hermione tenía el presentimiento de que Harry Potter debía temerle más a Pansy Parkinson que al mismo lord Voldemort, pues la chica era capaz de hacerlo puré en cuanto se lo topara…

-Pansy… por favor…

-¿Por favor que hermione? ¿Qué no descuartice a Potter con mis propias manos…? ¿…o que no le comente nada a Lucius ni a tu padre?

-Por favor a todo Pansy

-Pero mira como te puso… quien sabe que demonios te escribió, de seguro te…¿Sabes Hermione? Nunca comprenderé por qué lo cubres tanto ¡No es más que un tarado!

-Toma –dijo mientras le tendía el pergamino- ¡Léela!

Hermione:

Creo que debemos hablar. Mira, voy a decírtelo claro: termino esta relación contigo. Creí que eras una chica caliente, pero me equivoqué, te he sustituido por Ginny ya que ella me ha dado lo que no me has dado tú.
Hoy iré junto a los Weasley a comprar todo lo que nos piden para séptimo ¿Por qué no nos vemos en el restaurante que hay junto a la tienda de Madame Malkin a eso de las 10:20? Creo que al menos te mereces una explicación.

Harry

- ¡Será cabrón!-dijo Pansy.-Ahora mismo voy a informar a tu padre.
- No, por favor. No lo hagas.

*************************************************
Eran las 10:15 y Harry Potter se encontraba en el lugar acordado junto a su novia Ginny y su mejor amigo Ron Weasley.

-Oye Harry… -dijo el pelirrojo- ¿A qué horas se supone que verías a Hermione?

-Dentro de cinco minutos Ron…

-Oye… ¿Quién será esa preciosura?

Harry giró la cabeza en la dirección que observaba su amigo. Una chica muy bonita acababa de entrar. Era alta, delgada, de tez blanca, con el cabello castaño claro lacio… A penas poner un pie dentro del local, todos los presentes dejaron de hacer lo que hacían para observarla… a Harry le recordaba a alguien, pero no sabía a quien…varios microsegundos después, se le unió una comitiva algo “desagradable” para el gusto de la mayoría de los presentes… entre ellos se hallaban Draco, Narcisa y Lucius Malfoy, Pansy, Blaise Zabini, Crabbe y Goyle y Theodore Nott.

El grupo se acercó hasta una mesa sumamente grande y cada uno ordeno una cerveza de mantequilla. Harry, Ginny y Ron se tomaban la suya mientras “espiaban” disimuladamente a la chica. Cinco minutos después, a las 10:20, ella los observó fijamente. Se acercó a susurrarle algo a Pansy haciéndola asentir con una extraña sonrisa en el rostro. Parkinson se puso de pie y la chica la imitó. Segundos después, todos en la mesa hicieron lo mismo, la chica les dijo algo en un susurro y todos se sentaron. Pansy y ella se mezclaron entre la gente y rápidamente se colocaron frente a Harry y a Ron…

-¡Vaya-vaya! -dijo Pansy, con la misma sonrisa de autosuficiencia que todos le conocía, mientras tomaba asiento- Mira que casualidad… pero si es mi héroe favorito… Súper Potter y sus comadrejas ayudantes…

-¿Qué crees que haces Parkinson? –preguntó Ron visiblemente molesto por el comentario de la pelinegra.

-Tomo asiento Weasley ¿Por qué…? ¿Tienes algún inconveniente con eso?

-Pues si… me contaminas el aire ¿sabes?-dijo Ginny.

-Pues que lástima… Deberás aguantarte…

-¿Quién es tu acompañante Parkinson? –preguntó Harry observando con desconfianza a la chica que había tomado asiento junto a Pansy parecía que se divertía a lo lindo con la discusión.

-¿No la reconoces Potter?

-¿Existe alguna razón por la cual debería de conocer a tus “amiguitas” tontas Parkinson?

-Si –dijo molesta la chica-cortas conmigo mediante una carta, me citas aquí para darme explicaciones... –dijo visiblemente ofendida.

-¿Hermione?

-¡Olvídalo!

Se puso de pie e hizo ademán de marcharse al mismo tiempo que Pansy decía “Si que la has fregado Potter”… Había dado algunos pasos, cuando Harry se puso de pie y se acercó a ella, y la tomó fuertemente de la muñeca, con la clara intención de no dejarla marchar hasta que hubiesen aclarado algunas cosas… lo que él no se había dado cuenta, es que toda la comitiva con la que había llegado su ex-novia, se había puesto de pie en cuanto él le sujetó la muñeca y en ese instante se acercaban a ellos con miradas asesinas dirigidas a él…

-¿Qué te han hecho Herms?

-¡Suéltame Potter! –dijo la chica furiosa. Pansy se puso de pie y se comenzó a acercar…

-¿Qué te han hecho? Esta no eres tú… -la chica lo miró con odio- Contéstame Herms… ¿Qué te…?

-Suéltala Potter –dijo una voz llena de odio tras ellos. Ambos se giraron y encontraron a la “comitiva” encabezada por Draco tras ellos, el rubio se acercó un poco más a ellos, y tomando a Hermione del brazo, con delicadeza, dijo al mismo tiempo que fulminaba al oji-verde y la mano con la que sostenía fuertemente a la chica- Creo que Hermione no se siente bien estando contigo… ¡Suéltala de una vez por todas!

-¿Quién me obligará a hacerlo, Malfoy? –dijo Harry furioso de que un slytherin le estuviese dando ordenes sobre que hacer o no con su novia- ¿Tú y cuanto más?

-Utiliza el poco sentido común que tienes Potter –dijo Pansy que se encontraba al otro lado de Hermione- No estarás pensando realmente en hacer una “escenita” aquí ¿o si? Míralo de esta manera… nosotros somos nueve y cada uno con varita en mano… ¿y tú a quién tienes? ¿A la comadreja pobretona y a tu novia? ¡No me hagas reír! Ahora, suéltala si quieres seguir con vida “Potty”.
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La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione) Empty Re: La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione)

Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:51 am

Noc-Noc

-¡Hermione! -la llamó Blaise- vamos Hermione, soy yo… ¡Abre, por favor… tenemos que hablar!

Al no recibir respuesta alguna, el chico abrió la puerta preocupado, desde afuera se escuchaban sollozos de la castaña, y su “instinto paternal” le decía que algo no andaba bien. Blaise entró a la habitación seguido por Pansy, Theodore y un Draco Malfoy en cuya cara se notaba que se sentía DEMASIADO preocupado por la chica. La buscaron con la mirada y dieron con ella… se encontraba sentada en la cama, con la cara entre las piernas mientras las rodeaba con sus brazos… como si se estuviese abrazando a si misma…

Los tres se miraron entre si. Nunca en su vida habían sido dados a demostrar sus sentimientos… y ahora tenían frente a ellos a la hija del señor tenebroso, llorando como una niña pequeña a la que le niegan un capricho… Draco se sentó a su lado y sin detenerse a pensar dos veces lo que estaba a punto de hacer, abrazó a Hermione… haciendo que esta levantase el rostro para ver que estaba sucediendo… Blaise y Theo se encontraban sentados en la cama observándola detenidamente… Pansy observaba la reacción de Draco con la boca abierta, no podía creer lo que sus ojos veían… Draco se separó poco a poco observándola como si nunca en la vida lo hubiese hecho… Hermione les sonrió los tres y dijo…

-¿Qué hacen ustedes aquí?

-Veníamos a ver como estabas –dijo Pansy- Estábamos muy preocupados por ti…

-¿Por qué?

-Talvez por no haber desayunado aún… -dijo Theo

-O actuar de una tan estúpida durante todo este tiempo… -concluyó Pansy. Todos callaron y observaron a Hermione… las palabras de ambos tardaron en lograr una reacción en su cerebro…

-¿Qué hora es? –preguntó la castaña

-Las 8:15 –dijo Draco tras consultar a su reloj de pulsera

-¡Oh no! –saltó Hermione sorprendiendo a todos

-¿Qué sucede? -preguntó un preocupado Blaise

-¿Qué sucede? ¿Que qué sucede? –dijo la chica como si no pudiese dar crédito a sus oídos y como si fuese lo más obvio del mundo respondió- Sucede que son las 8 de la mañana pasadas… que no me he bañado… que no he desayunado...
- En ese caso, te dejaremos para que lo hagas.-dijo Pansy.
Cuando salieron de la habitación de Hermione.
-¡Vamos! –dijo Pansy- ¿Por qué las caras largas? –“¡RAYOS! Soné como una muggle” pensó la chica “Hermione se las verá conmigo.
-Nada –dijo Blaise con la voz quebrada.
-Vaya, veo que le cogieron cariño a Hermione ¿no?
-La verdad es que si –dijo Millicent- es muy buena persona con nosotros a pesar de cómo la hemos tratado.
-Es imposible no quererla –dijo Theo casi en un murmullo.
-Es cierto –dijo Blaise- Obliga a que la quieras con su forma de ser.
-Y le dice “Milly” –dijo Draco señalando a Millicent- ¿Puedes creerlo? Nadie jamás lo había hecho. Y tras de eso, anda dejando todo su maldito carisma por toda la mansión… ahora hasta yo le digo “Milly”… es contagioso… es como una enfermedad que no puedes abandonar… que no quieres dejar ir…
Pansy iba a abrir la boca para decir algo pero la puerta de la habitación se abrió.
- Bueno, chicos. Hora de desayunar.-dijo la castaña.



Capítulo 9:

Hermione estaba en su habitación recordando como había conocido a Rabastan Lestrange. La verdad es que era un hombre muy agradable e inteligente. Pero su hermano tenía esa chispa de misterio y peligro que llamaban la atención de la castaña.

///Flash Back////

Hermione había salido del interrogatorio de Rodolphus y todavía seguía pensando en el beso. La verdad es que era el mejor que le habían dado en la vida. "¿Dónde estará la biblioteca?"pensaba."Ese tipo está loco si piensa que en algún momento me entregaré a él. Aun que no besa tan mal. ¡Pero que estás diciendo, Hermione! ¡Reacciona! Él tiene 33 y tú 17.
¡Es demasiado mayor para tí! Ese hombre está enfermo si cree que...En fín, dijo algo sobre una biblioteca, vamos a ver si puedo encontrarla."
Caminaba por la casa, su camisa estaba muy ceñida a su cuerpo y no llevaba sujetador. Ya se estaba imaginando la cara que pondría Rodolphus si la viera en ese momento. Por probar suerte, entró en la primera habitación que encontró.
- ¡Perdona! No sabía que era tu habitación.
Rabastan, que estaba trabajando en unos asuntos, pegó un salto cuando escuchó la voz de su joven señora. Rápidamente dejó lo que estaba haciendo y se arrodilló a sus pies.
- Oh, no importa. De todas maneras no estaba haciendo nada importante.
- Levanta.-dijo Hermione. Rabastan obedeció.-¿Cómo te llamas?
- Me llamo Rabastan Lestrange, mi señora. Es un placer y un honor servirla.
Hermione observó al hombre. Rabastan Lestrange tenía el pelo negro y los ojos grises.
- ¿Usas gafas?-preguntó la castaña, extrañada.
Los ojos de Rabastan se ampliaron y se quitó rápidamente los anteojos.
- He estado dibujando, leyendo, escribiendo y cosas por el estilo, mi lady.-dijo muy avergonzado.
- No pasa nada, te sientan bien.-"Maldición, por favor que no se convierta en un pervertido como Rodolphus."pensaba.
- Oh, gracias.-dijo, aunque no se puso las gafas.-¿Necesita algo?
Ella negó con la cabeza.
- Ok, entonces...-dijo él sentándose en la cama.-¿Estás segura de que sólo querías hablar?
- Claro, pero por favor no me hagas preguntas sobre mi vida sexual. Un momento ¿es una cama de agua?
- No y sí.-dijo él con una pequeña sonrisa.
- ¿Eh?-ella le miró desconcertada.
- No voy a acerte preguntas sobre tu vida sexual, y sí es una cama de agua. Hace el sueño más divertido.-dijo acercándose a ella.
- ¿Todo el mundo aquí tiene una? ¡Espere! ¿Por qué yo no tengo una?
- No todo el mundo, sólo mi hermano Rodolphus y yo, pero si quiere puede pedir una, mi señora.
- ¿Rodolphus tiene una?
- Así es, pero casi nunca la utiliza. No puede manejar bien a sus conquistas, si usted sabe a lo que me refiero, mi lady.
- Sí, creo que sé a lo que te refieres. El sexo en una cama de agua, debe de ser muy interesante y divertido.
- Oh, lo es mi señora.-dijo acercándose más a ella. La chica había mencionado el sexo, pero no ha especificado si con él o en el contexto de tener relaciones sexuales; sin embargo, ahora había sucias imágenes en su mente sobre como darla un ejemplo de lo interesante que podría ser.
- ¡Hey!-dijo ella tensándose. Rabastan no estaba seguro de si la había ofendido.-Antes estaba buscando la biblioteca. ¿Podrías decirme dónde está, por favor?
Rabastan suspiró aliviado, por que su señora no se había ofendido.
- Claro, no es muy lejos.
Empezaron a caminar, de repente se detuvieron.
- ¿Es aquí?
- Sí, diviértase, mi lady.-dijo haciendo una reverencia. Le causaba gracia ver que alguien se podía divertir en una biblioteca.-Con su permiso, vuelvo a mi habitación, los libros no son lo mío. Eso es para Rodolphus. Si necesita algo no dude en llamarme.
Cuando Hermione abrió las puertas, se quedó maravillada. ¡Era como si estuviera en el cielo! Había estanterías enormes llenas de libros, al fondo había varias mesas y sillones al lado de una chimenea.
- ¡Wau! No sé por donde empezar.
Tras coger cuatro libros se dirigió a los sillones.
- ¿Eh?-dijo ella. Rápidamente dejó los libros encima de la mesa y observó a Rodolphus Lestrange, durmiendo sentado en uno de los sillones. "¿Cómo había logrado quedarse dormido en esa posición?"pensó la castaña.
Hermione lo cogió por los hombro y como pudo, lo recostó en el sofá. Después invocó una manta para taparle.
Rodolphus estaba despierto, es cierto que se había quedado dormido, pero se despertó en cuanto la castaña había entrado a la biblioteca. La razón por la cual estaba fingiendo dormir era para ver lo que hacía su joven ama. Pero se había quedado muy sorprendido por la reacción de la chica. Él pensaba que lo despertaría con un grito o le echaría agua helada, como hacía su ex-mujer antes de casarse con su señor. Nunca se imaginó a nadie tratarle de esa manera, mucho menos a su joven ama, sobre todo después de lo ocurrido en el Departamento de Misterios.
Hermione se dirigió a la mesa para empezar a leer. Pasó un rato y Rodolphus decidió que ya era hora de "despertarse".
- Mi señora.-dijo un poco sobresaltado.
- Hola, Rodolphus. ¿Qué tal has dormido?-preguntó Hermione sonriendo.
- Bien, mi lady.-dijo embobado por la sonrisa de la muchacha.
- No te preocupes, Rodolphus. Es normal dormirse en una biblioteca, sobre todo si estás cansado.
- ¿Se la ofrece algo, mi lady?
- No, muchas gracias. Sólo me apetecía leer un rato.
- En ese caso, me retiro, con su permiso.-dijo haciendo una reverencia y marchándose.
Hermione miró al hombre hasta que las puertas se cerraron detrás de él, la verdad es que dormido parecía un...un ángel. "Pero que tonterías estás pensando, Hermione. Deja de imaginarte cosas." De pronto recordó el beso que se dieron en el interrogatorio. "Está claro que para él no significó nada." pensó triste la castaña.

/////Fin del Flash Back//////
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Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:53 am

Capítulo 10:

La Orden del Fénix se hallaba reunida en el número 12 Grimmauld Place, tratando de adivinar cuales serían los siguientes movimientos de lord Voldemort, ya que estaban terriblemente confundidos, ya que el aludido no había dado ningún golpe desde que el año anterior decidió “deshacerse” de Dumbledore.

-¿Y…? -comenzó Ojoloco Moody mientras con su ojo sano observaba a Dumbledore.- Es la hija de Voldemort -la mayoría de los presentes se estremecieron, aún así, él prosiguió- no sabemos como actuará ella de ahora en adelante… no la conocemos en realidad… puede que su padre haya influenciado DEMASIADO en ella y…
-Alastor -interrumpió Dumbledore algo furioso de que Moody estuviera haciendo tales comentarios acerca de Hermione… después de todo… él sabía que nunca ella haría nada así- Conozco lo suficiente a Hermione como para saber de lo que es capaz y de lo que no… Por lo tanto les aseguro -dijo dirigiéndose ahora a todos los presentes- que ella JAMÁS le haría daño a las personas que quiere… a sus amigos…
-¿Creéis que aún siga en nuestro bando? -pregunto Charlie Weasley.
-Me arriesgaría a apostar que así es… -dijo Sirius, completamente seguro de su respuesta.
- Pero sigue siendo la hija de Voldemort.-dijo Harry.
- Es obvio que nos ha traicionado.-dijo Ron.
- No podemos confiar en ella.-dijo Ginny.

***************************************************
Hoy era el día de mi presentación oficial como la hija del Señor Oscuro, esta fiesta fue idea mía, para que todo el mundo supiera de quién era hija y no tuviese que estar conociendo a un mortífago cada 5 minutos. Además así me ahorraría los insultos de quien no estuviese enterado de la noticia, por que a esta fiesta vendrían todos los mortífagos, sin excepción. Llevaba horas sentada frente al espejo, varias personas me atendían, tenía a Alexia en mi cabello haciendo malabares para alisarlo… Linda estaba en mis pies dándole masajes para relajarme al igual que Samantha en mis manos… Alexander estaba diseñando el mejor vestido con la mejor combinación y Stella esperaba con el equipo de maquillaje...mientras yo bufaba aburrida y trataba de pensar en cualquier otra cosa, me estaba obstinando pasar tanto tiempo sentada en una maldita silla, pero claro tengo que hacerle caso a mi padre, y cumplir sus obligaciones por mas fastidiosas que sean…

Pasaron unas horas más, que para mi fueron una eternidad, sintiendo halones, manotazos, de todo, y con ganas de matar a alguien, pero me tranquilicé, y más cuando ví que todas se detenían y con cara exhausta me miraban complacidas…
- Bien señorita hemos terminado, es hora de que vaya a maquillarse –asentí y adolorida me levante.
- Bueno señorita déjeme ver el color de sus ojos –me tomó la barbilla y la puso en alto.-Canela, hermoso color.
Ví como las demás chicas se iban y dejaban a Stella y a Alexander conmigo en el cuarto… Ambos comenzaron a trabajar, a medida que Stella me maquillaba, Alexander le daba toques coloridos al vestido que usaría esa noche.
Mientras que ellos trabajan yo miraba fijamente vestido que Alexander creaba, había que admitirlo, el hombre tenia unos dotes de diseñador, únicos.

Como estaba algo apurada por probarme tan magnifico vestido, me quedé quieta para que Stella hiciera su trabajo rápido, algo que realmente lo hizo y muy bien… Impaciente me levanté de la silla con rapidez, y me fuí hacia Alexander quien terminaba de darle los últimos retoques al traje… embobada lo observe una y otra vez.

- Sí, lo sé, es hermoso, uno de los mejores que he hecho –dijo el hombre admirando su bella obra de arte y luego mirando mi cara de boba.
- Aunque no sé cuales más has hecho, yo diría que este es el mejor.
- Este...sí señorita, tiene razón… póngaselo por favor, creo que va siendo hora de que se vista –el hombre me sonríe con vergüenza y yo tomo el vestido entre mis manos, siento la suave tela correr por la yema de mis dedos… camino hacia el baño.
- Bien, en unos segundos salgo, entra Stella para que me ayudes a vestirme –entro al baño, Stella me sigue cerrando la puerta detrás de ella.

Pasaron unos minutos, me coloqué el vestido. Era atado al cuello, largo, pegado a mi figura, delineando mi tallado abdomen y haciendo resaltar mi busto…su color era de un dorado brillante, se abría desde el muslo hasta el final del vestido por uno de los lados, dejando ver una parte de mi muslo izquierdo, delineando cada parte de mis caderas y piernas…realmente me veía más que provocativamente hermosa…
Las sandalias eran del mismo color que el vestido, con tacón de aguja.
Stella acomodó mi maquillaje una vez más mientras que mis ojos recorrían con lujuria cada parte del vestido, pues no quería despegar mi mirada del espejo, estaba embelesada viéndome a mi misma…

- Señorita, es hora de que salga, le daremos los retoques al vestido… -yo asentí.
- Claro.-abrí la puerta del baño y salí.
- Wow señorita usted esta encantadora, parece una modelo.-dijo Alexander. Yo sonreí, estaba complacida conmigo misma y con él.
- El señor quedara satisfecho con esto… -el hombre movió su varita y recogió todos sus materiales mientras me miraba fascinado.
- Lo sé… pero ahora quiero descansar un rato –me acerqué a la puerta y tomé la manilla.
- Esta bien señorita se la avisará cuando tenga que bajar –Stella terminó de acomodar sus cosas y yo salí hacia mi cuarto, entré en este y me acosté en la cama lo mas cómoda y tranquilamente posible, para que ni el maquillaje, el peinado o el vestido se dañaran… me quedé dormida al instante.

*****************************************************
Voldemort se encontraba de pie junto al espejo, Bellatrix le acomodaba la corbata, sonreía muy cómodamente, mientras él le devolvía la sonrisa.
- Listo señor, he terminado. Justo en ese momento entró Rodolphus, vestía un smoking negro, que contrastaba con su lacio cabello, sus ojos verdes brillaron al ver su señor e hizo una reverencia.
- Buenas noches Rodolphus –dijo Voldemort.
- Buenas noches señor –el hombre camino hacia su amo.
- ¿Que te trae por acá, que pasa?
- Es que los invitados ya están esperando, es mejor que los vaya a recibir, y su hija que baje en unos momentos
- ¿Quien dio es orden? –pregunto con severidad Voldemort.
- Nadie, es solo que alguien debe recibir a los invitados, y quien mejor que el anfitrión de la fiesta?
- Bien tienes razón, bajaré dentro de un rato, ¿ella ya esta lista?
- Sí, hace tiempo… creo que se encuentra descansando en estos momentos –el hombre se encogió de hombros.
- Pues ve a su cuarto y dile que baje dentro de media hora, bajarás con ella y me la entregaras…
- Como usted ordene mi LORD.
- Bien, ahora bajo, ve a decirle a Hermione que esté preparada dentro de un rato –Rodolphus asintió y salió rápidamente de la habitación, mientras tom se terminaba de ajustar la corbata, y se veía en el espejo.

***********************************************
Hace pocos instante podía soñar que volaba entre las nubes, estaba plácidamente dormida entre los brazos de Morfeo, disfrutando de la magnifica brisa que chocaba contra mi cara, oliendo el rico aroma de caramelo y miel… hasta que alguien se interpuso en mi camino y me despertó de ese hermoso sueño, pues su toque súbito a mi puerta me hizo despertar de mi plácida siesta.

- Ya voy –Merlín que grité, estaba más que enojada, ¿quien demonios se atrevió a despertarme de mi siesta!? Me levanté muy molesta y con pasos azotadores caminé hacia la puerta, ya tenía en mente lo que le diría al degenerado que se le ocurrió despertarme… le iba a decir hasta de que se iba a morir, no le quedarían ganas de volver a despertarme... cuando de pronto abro la puerta y…me encuentro con esos encantadores ojos, todas mis ganas de pelear se marcharon.
- Ahh este… -Merlín ya tartamudeo, ¡este hombre me pone nerviosa!
- Disculpe por molestarla señorita Hermione, es que su padre me dio ordenes de que le hablara para decirle que fuera terminando de arreglarse pues dentro de poco tendrá que bajar –el hombre me veía con el semblante ceñudo y muy en alto, Merlín a mi opinión se veía divino con ese traje.
- No... no... te preocupes, ya me estaba levantando –mentí.
- Um ok, de todas maneras discúlpeme otra vez.
- Sí, bueno ya no importa, de todas maneras le puedes decir a mi padre que desde hace tiempo que estoy lista, cuando quiera bajo.
- Muy bien señorita, su padre me ha dado otra orden –soy yo o el hombre se cortó en seco porque no dijo nada más.
- Otra orden? - "ahora que se trae este hombre", levante una ceja intrigada.
- Su padre quiere que yo la escolte y se la entregue abajo –se sonrojó, lo vi claro; se sonrojó…
- Este pues bien yo no tengo ningún problema, cuando tengamos que bajar me avisas y listo –sonreír algo sonrojada también.
- Ok, yo le avisare señorita –asentí y el muy amablemente se despidió, entré y cerré la puerta detras de mi.
- Merlín este hombre está como quiere.-¡Stella!
- ¿Que se le ofrece señorita? –la mujer me hizo una reverencia.
- Necesito que me retoques el maquillaje, dentro de poco tengo que salir y tengo que lucir maravillosamente hermosa –caminé hacia el borde de la cama y me senté.
- Muy bien señorita –Stella levantó su mano y apareció todo su equipo de maquillaje, se acerco a mi y comenzó a acomodarme.

**********************************************************
Voldemort se encontraba entre seguidores, amigos, conocidos, admiradores, políticos, trabajadores, sirvientes… en fin, toda clase de persona que a él se le antojara que estuviera presente en ese evento, estaban ahí… No hacía mas que saludar, decir unas cuantas palabras, mirar a la gente, “sonreír” y recorrer todo el lugar esperando impacientemente que llegara el momento en que ella bajara…
- Señor, mi lord –uno de los súbditos se acerco a él.
- ¿Que quieres? – el hombre estaba ya tan fastidiado de ser cordial que reventaba su cansancio con el pobre hombre frente a él.
- Pues… -el sirviente tartamudeo, su jefe lo había cohibido.
- Habla de una buena vez –Voldemort bajó la voz pues no quería armar alborotos justo hoy.
- Ya es hora de que la señorita Hermione baje.
- Oh cierto –el hombre sonrió, su personalidad repugnante y arrogantemente molesta de hace unos minutos había cambiado por una sonriente y calmadamente alegre, estaba esperando este momento desde hace mucho tiempo.
- ¿Señor? –la voz del sirviente sonó débil y asustadiza, temía que su amo lo regañara
- ¿Que pasa ahora?
- ¿Quiere… que… le avise al señor Lestrange para que baje a la señorita?
- Sí.-Voldemort se dió media vuelta y se puso debajo de la escalera, con su esposa Bellatrix. El sirviente se fue a cumplir la orden de su amo.

*******************************************
Tocaron mi puerta, traté de no ponerme nerviosa, quizás era él… me acomodé lo mejor que pude y caminé rápidamente hacia la puerta, la abrí impacientemente, y lo ví recostado de la pared del pasillo.

- Oh, Rodolphus… -mierda sonó muy… baboso… pero menos no se dió cuenta, pues sólo me miró y se acercó a mi.
- Señorita ya es la hora, su padre la espera abajo…
- Sí, claro –Merlín que me derrito, me acaba de tambalear todo, estaba emocionada, alegre, feliz, todo, tenía un remolino de sentimientos en mi estomago… él me cogió por el brazo, y yo sonreí, cerró la puerta de mi cuarto y comenzamos a caminar.
- Está muy bonita esta noche –me sonrojé un poco, era inevitable.
- Este… gracias. Tú también –sonreí y lo miré… o por Dios que estaba nerviosa; todo iba bien hasta que llegamos a la punta de la escalera, mis vellos de la piel se erizaron completamente al ver que todo el público presente se volteo a verme a mi… bueno a los dos, a Rodolphus y a mi… pero el punto era que me miraban, estaban pendiente de cada paso que daba, oh Dios ¿y si me caía? No, no me caería, estoy sujeta a Régulus y él no me dejaría caer. Se detuvo ante el primer escalón y yo hice lo mismo.

- Respira profundamente, todo saldrá bien, esta es tu noche, disfrútala –hice lo que me dijo, respire profundamente, lo más profundamente que pude, quería quitarme de la mente que todo podría salir mal… al menos termine más relajada que antes… le asentí a Rodolphus…
- Bien bajemos –alcé la mirada, con la frente bien en alto… mis ojos divisaron a mis padres, parados junto a la barandilla de la escalera, manteniendo sus posturas firmes y sonriendo… Blaise me condujo hasta él, quien al verme llegar, puso su mano sobre la mía y la envolvió delicadamente… lo miré algo nerviosa, sabía que su discurso se acercaba, no tenía ni idea de que iba a decir… y odio los discursos…

- Ejem… ejem… -se acomodó la corbata e hizo unos carrasquitos con la garganta… mientras yo observaba a cada uno de los presentes, detallando lo bien vestidos que estaban y que nadie, absolutameten nadie decía nada…- Primero que nada Bienvenidos sean todos… -ohh Merlín ya comenzó… quité de mi mente lo nerviosa que podía estar y sonreí, ante las palabras de presentación que decía mi padre- para empezar, este es un gran dia para mi ya que en este dia, mi hija Hermione Riddle tomará su nombre en la familia… sé que muchos se preguntarán a que viene todo esto y porque mi afan de tener a esta hermosa chica como mi sucesora – hizo una pausa, tosió un poco, respiro hondo y continuo- disculpen… pues la respuesta es muy sencilla, yo algún día ya no estaré aquí para que ustedes me sirvan –se escucho un Ohh en toda la multitud- pues se puede decir que mis días de reinado ya están contados… no quiero que nadie piense que todo terminará asi -me apretó mas fuerte a él y yo me sentí mas nerviosa, estaba segura de que lo que diria a continuación no seria de mi gran agrado- mi hija tomara mi lugar y ella se encargara de llevar a cabo todos mis planes y deseos, limpiara el mundo magico de las desgracias, de aquellos que dicen ser magos y no lo merecen, este mudno será como el que todo añoramos, un mundo solo con magos poderososo en donde no habrá débiles, y mi hija los guiará, por eso ya es hora de que esta bella dama sea reconocida como lo que es y será, la sangre llama hija mía y tu hora ha llegado, conoce a tus seguidores, tus aliados, tus amigos… -decía todo esto y me miraba, yo no sabia que hacer solo mirar las caras de los presentes las cuales denotaban diferentes expresiones y por lo que ví nadie se esperaba esto, y mucho menos yo- y ustedes inclínense ante su próxima ama –los miró a todos y estos sin esperar mucho tiempo se fueron inclinando poco a poco, exceptuando unos pocos, volteé a ver a Rodolphus y me susurró algo rápido:
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La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione) Empty Re: La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione)

Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:54 am

- Tranquila, síguele la corriente.–casi ni lo entiendo, pero asentí y volví a ver a los presentes
- Bien… -el tono ronco y sin gracia de mi padre había vuelto- es hora de divertirnos –me tomó del brazo y bajamos, la gente se levantó y abrió un paso hacia el centro, caminos hasta él y una música suave y melodiosa comenzó a sonar, Voldemort me miró y sonrió.- Es hora de mostrar tus encantos –me tomó por la cintura con un brazo y unió el otro con mi mano, y al próximo instantes nos encontrábamos bailando al son de la música mientras algunos presentes nos miraban y otros se unían al baile… pasamos un rato bailando al compás de la música hasta que mi madre se acercó y pidió bailar con mi padre, se lo entregué y caminé hacia fuera de la pista pero Rodolphus me tomó por el brazo muy delicadamente y me volteo para quedar justo a pocos centímetros de él, Dios que admiraba a ese hombre, bueno su cuerpo.

*************************************
- Bailamos? –mostró esta carismática sonrisa, y yo asentí, comenzamos a bailar.
- Que fue lo que me dijiste en las escaleras es que no te escuche mucho –lo miré a la cara me sonrojé un poco y él contesto amablemente.
- Parecía que te estabas poniendo un poco nerviosa cuando tu padre anunció que serías su heredera.
- Pero quien dice que yo seré como mi padre.
- Esta escrito Hermione, es tu destino.
- Y si no quiero? –ya me estaba cansando de que decidieran que iba a hacer de mi vida y yo sin saber nada de nada.
- No es momento para discutir eso –la música cambió y rápidamente se puso mas movida, Rodolphus me soltó y me hizo dar una vuelta para luego volver entre sus brazos… "Merlín que brazos" fue lo primero que pensé al sentirlo nuevamente sobre mi…
- Lo se pero mi padre no me escucha, es muy terco.
- No lo es, tú estás aquí por algo, no puedes camibar lo que ya se ha decidido, no hay mas de que hablar –note su tono un poco agrio y molesto y me di cuenta de que debía de parar la discusión ahora mismo sino vendría algo peor.
- Esta bien, como digas… -seguimos bailando y di varias vueltas más, al terminar esa canción mi padre se acercó y me tomo de la mano, llevándome hacia una de las mesas donde había varias personas.
- Bien ellos son Crabbe y Goyle –señalo a dos hombres grandes y fornidos, pero se veían algo torpes- padres de dos compañeros tuyos… Augustus Rookwood, ex trabajador del ministerio y Walden Macnair, trabaja con criaturas magicas- vi claramente a los dos ultimos hombres, algo en ellos me parecia conocido “claro, ¡luchaste contra ellos en el Departamento de Misterios!”-Antoine es el hijo de Anthony Dolohov.
- Mucho gusto, es un placer conocerlos a todos –de forma educada hice una reverencia a la cual elos agradecieron y sonrieron… voldemort le dio varias palmadas a un hombre que estaba al lado nuestro.
En ese momento pasaron Pansy, Millient, Draco, y Blaise a saludarme.
- Hola, Hermione.-dijo Blaise.
- ¡Valla! ¡Que guapa estás!-dijo Pansy.
- Disculpen –esa voz me parecía conocida, ¡era Rodolphus!
- Si Rodolphus, esperaba verte a ti también… otro de mis más fieles seguidores y creo que también de Hermione.
- Si padre, es un excelente servidor, uno de los mejores diría yo –era la verdad y lo mejor es que ¡era guapo!
Bellatrix y Voldemort se miraron entre sí.
- Vaya gracias mi lord y señorita Hermione me agrada escuchar eso .
- Umm me agradó conocerlos, padre permiso, quiero bailar un poco, es mi día y quiero disfrutar.
- Claro hija, no te preocupes, ve y conoce, me enorgullece tu empeño.
- Claro padre... –miré a Rodolphus y él sonrió.
- Señorita yo la acompaño en esta pieza.-tomó mi mano, sonreí y caminé a la pista con Rodolpus.
- Vaya de la que me has salvado, no soportaba estar ahí, no me agradaron mucho esa gente.
- Ja, ja, ja, Hermione por… oh disculpe señorita Hermione.
- No, tranquilo, me puedes tutear como lo hago yo –nos detuvimos en una parte de la pista y comenzamos a movernos al ritmo de la música, era una música movida.
- Bueno como digas… ahora, esas personas las tienes que soportar, son tus servidores, tus aliados, tus seguidores, son parte de tu vida y tu futuro, te recomiendo que los conozcas bien y te lleves bien con ellos.
- Pero es que me dan mala espina, ya sabes, fui amiga de Harry y me cuesta un poco acostumbrarme a esto.
- Tranquila, ahora nos vemos y gracias por condecerme el honor de bailar contigo.-dijo cuando acabó la música.
- No, gracias tú a mi, por animarme las noches –impulsivamente me acerqué a él le di un beso en la mejilla y lo abracé, luego le sonreí y me fui hacia las afueras de la casa.

Me movía algo rápido, ya quería llegar a la cúpula y sentarme admirar le bella noche con su luna y cielo estrellado…

- Valla, ¡que frío hace! –llegué rápido a la cúpula y me senté muy cuidadosamente en uno de los banquitos de piedra, pues habia pasado toda la tarde arreglándome para dañarme en un segundo… observé la luna, era tan bella, tan plateada, me fascinaba, simplemente su misterio y belleza me dejaban embelezada, pero había algo que me estaba subiendo los colores y me perturbaba, haciendo que dejara de ver a la luna e imaginarme otras cosas… era ese beso, que tanto deseaba, y añoraba, lástima fue en su mejilla, pero me gustó, ese sentimiento calido que sintió mi corazón, me agradó, llevaba días deseando sentir su piel junto a la mía pero tenia tanto miedo que no podía, simplemente cada vez que lo miraba cerca de mí temblaba y aun es así solo que hoy el impulso y el deseo me consumió y no aguanté más… inconcientemente me lleve las manos a la boca, palpando mis labios, sintiendo aún el calido roce de la piel que fue besada segundos atrás.

- Es un bombón –dije suspirando y cerrando mis ojos.
- ¿Quien es un bombón? –dijo Draco detrás de mí.
- Este… bueno… em… nadie… -¡Merlín que me ha pillado con las manos en la masa! ¡Seguro me vi estupida! ¡¡Que vergüenza!!
- Umm vaya ese nadie debe de ser todo un príncipe si realmente te hace suspirar y demás –levanté una ceja y algo molesta fruncí el ceño.
- ¿Me estabas espiando, Draco?
Sonrió divertido, y se sentó a mi lado.
- No te espiaba sólo pasaba por aquí a tomar un poco de aire, me aburren estas fiestas –levanté la mirada.
- Entonces te pasa como a mi. Sólo que yo no puedo permanecer mucho rato rodeada de mortífagos, porque pese a todo, no puedo evitar recordar que hace poco tiempo fui la amiga de Harry.
- Parece que Rodolphus te cae muy bien.
- Así es.
- ¿Sabes? Es mejor que te vayas acostumbrando, dentro de poco lo gobernarás todo.
- ¿Y si no quiero?
- Es tu obligación.

Me levanté de la banca y me coloqué en una de las barandas de la cúpula, la luna brillaba con todo su esplendor y el frió era insoportable.
- Si es muy linda la luna, su misterio y sencillez da mucho que imaginar –sentí su presencia a mi lado, estaba más callado y frío.
- Si es encantadora, me gusta mucho contemplarla así reflexiono y pienso en muchas cosas –se quitó la chaqueta, cruzó los brazos como si me abrazara y me la colocó.
- Este… gracias.
- De nada.
- Esta bien…
Nos quedamos un rato mirando la belleza de la luna, admirando cada parte de la noche y riendo sobre cosas banales. El silencio nos invadió, un silencio molesto y perturbador, se escuchaba cada movimiento de la naturaleza, no es que no me agradara, si fuera otro momento yo estaría feliz de estar ahí en silencio y escuchando que todo a mi alrededor, fuera tan armonioso…
- ¿Porque te has callado de repente, Draco? –pregunté sin saber ya que decir, él me miró y sonrió.-Umm esa sonrisa no dice mucho…
- Para otras esa sonrisa las mataría y se conformarían, es más ni les molestaría que yo no dijera palabra alguna.
- Malfoy… eres esa clase de hombre mujeriego, el típico caso al que todas las chicas adoran y babean por él… eso se nota, peo déjame decirte que yo soy diferente; a mi con una estupida sonrisa y una mirada profunda no me conseguirás, es mas te tendrás que esforzar, pues el día en que yo babee por ti, ese día me tiro por una ventana –el muy soso hizo una mueca de que se ahogaba y le partían el corazón – ¡no seas payaso!
- Oye deja la ofensiva que nada mas estoy animándote, deja de pelear tanto… hoy vengo en son de paz.
- Yo no soy ofensiva, solo me defiendo, no creas que seré fácil…
- Yo no he dicho eso, es más me gustan los retos. ¿Te gusta Rodolphus?
- Este… no… no… sólo es un buen amigo –dije tratando de evitar su mirada pues si veía esos ojos grises me delataba, aparte yo sabia bien que entre Rodolphus y yo no pasaba nada, sólo somos amigos y ya…
- Si tú lo dices, pero te diré algo, cuando mientas mira a la persona a los ojos y así ella no dudará de ti –con esto siguió caminando hacia el castillo y entró, dejándome sola y con una gran incógnita en mi cabeza… ¿estaba mintiendo? ¿Y si realmente me gustaba? ¿Y si yo sentía algo por Rodolphus? Al instante me di cuenta de que estaba loca, esta idea no avanzaría jamás, que locuras las mías.

"Yo tener algo con Rodolphus por Dios, en que cabeza cabe… que locuras" me repetía mientras entraba al castillo y veía a toda la multitud bailando y riendo, visualicé a mi padre que hablaba con Lucius y al lado de él estaba Rodolphus, Merlín que temblé completamente mientras avanzaba a ellos y Draco siguiéndome y mirándome.
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La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione) Empty Re: La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione)

Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:55 am

Capítulo 11:

La fiesta había sido un gran éxito, Hermione estaba agotada, se acostó alrededor de las 4:00 de la madrugada, el golpeteo de una lechuza la despertó a las 9:00. "¡Maldita lechuza! ¿Es qué no pudo venir a otra hora?" Se levantó arregañadientes y abrió la ventana.
- ¿Pig?-la lechuza depositó una carta en los brazos de Hermione, quien la leyó al instante.

Querida Hermione:

¿Cómo estás? No te he visto durante unos meses y ¡tengo muchas cosas que contarte! Por favor, amiga, necesito verte para contarte muchas cosas. ¡No puedo esperar! Necesito verte antes de volver a Hogwarts. Por favor, reúnete conmigo esta noche a las 23:30 en la casa de los gritos.

Besos,
Ginny.

PD: Harry y Ron te piden disculpas por algo que pasó en un local ¿qué es? No me han dicho más.

Hermione releyó varias veces la carta, ¿debería ir? No sería prudente siendo la hija de Voldemort, pero Ginny nunca la traicionaría ¿verdad? Tampoco estaba muy segura, Harry cortó con ella por Ginny. La menor de los Weasley se había acostado con su novio ¿no se supone que eran amigas? Entonces ¿por qué se acostó con él? Ginny la debía un montón de explicaciones, eso era más que evidente. Con esos pensamientos fue a hablar con sus padres.

************************************************
- Adelante.-dijo Voldemort.
- Hola, padre, madre.
- Hermione, cariño ¿qué te pasa?-dijo Bella al ver la cara de preocupación de Hermione. Como respuesta, la castaña les entregó la carta. Cuando terminaron de leerla, la miraron fijamente.-¿Quiéres ir?
- Me agradaría mucho, madre.
- ¿Estás segura? Podría ser una trampa.
- Por supuesto que estoy segura, padre. Ginny es mi amiga, me gustaría volver a verla.
- En ese caso puedes ir, pero llévate a alguien para que te acompañe.-dijo Voldemort.-No me fío del todo.
- Bien, gracias, padre. ¿Puedo llevarme a Rodolphus, Rabastan, Draco, Pansy, Millient, Lucius, Narcisa y Blaise?
- Por supuesto.

******************************************************
Voldemort, Bella, Rodolphus, Rabastan, Draco, Pansy, Millient, Lucius, Narcisa y Blaise estaban reunidos.
- Cuidad bien a mi hija.-dijo Bella.
- No te preocupes, la cuidaremos bien.-dijo Rodolphus.
- Si ese degenerado llamado Harry Potter intenta hacerla algo, matadle.-dijo Voldemort.-Y no la perdáis de vista en ningún momento.
- Como ordenéis, mi lord.-dijo Lucius.
- En ese caso, retiráos.

****************************************
Esa misma noche, Rodolphus, Rabastan, Draco, Pansy, Millient, Lucius, Narcisa y Blaise se quedaron en Cabeza de Puerco, por orden de Hermione, mientras ella se iba a la casa de los gritos, o eso pensó ella, que no se dió cuenta de que la estaban siguiendo. Hermione entró, pero allí no había nadie.
- Lumus.-susurró. De repente alguien la tapó la boca y la quitó la varita.
- Hola, cariño ¿me extrañaste?-dijo Harry en su oido. La llevó casi a rastras a la cama y la tumbó, ambos forcejeaban.
- Por favor...para, por favor....-suplicaba Hermione.
- ¡Valla! Pero mira quien me está suplicando, la mismísima hija de Voldemort.-dijo Harry sarcasticamente, rompiéndole el pantalón y la camisa, dejando a la muchacha en ropa interior.-No insistas, amor, nadie te oirá, he puesto un hechizo silenciador.
Pero Harry no se dió cuenta de que la puerta se había abierto y que por ella habían entrado los mortífagos, quien al ver a su señora a punto de ser violada, no lo dudaron y fueron a ayudarla. Rodolphus fue el primero en reaccionar y, olvidándose completamente de que tenía la varita, le pegó un puñetazo a Harry, tumbándolo en el suelo. Lucius, Rabastan, Blaise, Draco y Rodolphus rodearon a Harry y le apuntaron con la varita, mientras Narcisa, Millient y Pansy ayudaban a Hermione y la reparaban las ropas. Los mortífagos estaban muy furiosos, en especial Rodolphus, quien ya tenía ganas de matar a Harry y que suplicara de rodillas por su vida.
- ¡Miserable escoria!-dijo Rodolphus.-¿Cómo te atreves a hacerla eso?
- ¿Es que acaso te gusta o que?-dijo Harry.-¡Hago lo que me da la gana, con quien y como quiera! ¡No tengo por que darte explicaciones, ni a ti ni a nadie! Sólo quería acostarme con esa puta, para comprobar si es buena en la cama o no. Y eso no incumbe a nadie.
- ¡Maldito cabrón!-dijo Rodolphus.
- ¡CRUCIO!-la maldición golpeó a Harry, quien gritó al instante. Todos voltearon a ver quien era el que había lanzado el hechizo y se sorprendieron cuando vieron que había sido Hermione.
La muchacha se había levantado, sostenía la varita mientras sollozaba.
- ¡Puta!-dijo Harry cuando se recuperó.
- ¡CRUCIO! ¡CRUCIO! ¡CRUCIO!-Hermione repitió el hechizo constantemente, en ese momento quería verlo sufrir, arrastrarse, implorar, pero ella no pararía hasta que ocurriese una de estas dos cosas: que muriese o que se quedara en coma. Pero desde luego, pagaría por lo que la había intentado hacer.
- ¡Zorra! ¡Puta! ¡No sirves ni para follar!
Ese último comentario la dolió como si miles de cuchillos atravesaran su corazón.
- ¡Avada Kedabra!-dijo Hermione. Acto seguido, Harry cayó muerto a sus pies.
Los mortífagos la miraron sorprendidos, acto seguido se arrodillaron ante su señora.
- ¡Levantaos! Es hora de regresar.-dijo Hermione.

*********************************************************
En unas pocas horas, Voldemort y todos los mortífagos se enteraron que Harry Potter estaba muerto y que lo había matado Hermione personalmente, después de torturarlo y hacerlo suplicar por su vida. También se enteraron del motivo por el que Hermione había echo eso, a Bellatrix y a Voldemort casi les da un infarto cuando se enteraron de que su hija pudo haber sido violada. Ahora a nadie le quedó ninguna duda sobre la fidelidad de la castaña, estaban seguros de que sería un placer servirla.
Pero no sólo Voldemort se enteró de la muerte de Harry Potter. Al día siguiente se enteró toda la comunidad mágica por el artículo de Rita Skeeter.


¿Hermione Granger o Hermione Ryddle? Toda La Verdad.

Rita Skeeter, a sus 45 años de edad se ha visto caracterizada por infiltrarse en la vida privada de distinguidos personajes de la comunidad mágicos… pero hoy, haremos una pequeña excepción.

La joven, “Hermione Granger” ha pasado “desapercibida” para la comunidad mágica durante 17 años. Hoy conoceremos la verdad, su historia…

Todo dio inicio una soleada mañana de marzo de 1977, cuando todos los miembros de una de las familias más respetables en Londres, durante la época, alzaban las copas; brindando por la eterna felicidad de su hija que aquel día contraía matrimonio.

¿Ella? Bellatrix Black, prima de Sirius (padrino de Harry Potter) y Regulus Black (asesinado por mortífagos), hermana de Narcisa (casada con Lucius Malfoy) y ex-esposa de Rodolphus Lestrange (mortífago buscado por asesinar a cientos de muggles y brujas).

¿Él? Tom Marvolo Ryddle, hijo único y huérfano. Fiel practicante de la magia oscura; más conocido hoy en día como “el-que-no-debe-ser-nombrado”.

Dos años después, de casarse; la joven dio a luz a una niña en el Hospital San Mungo el día 19 de Setiembre de 1979, la cual fue inscrita en los registros del hospital como Hermione Ryddle.

Misteriosamente, dos meses después, al expediente de la señorita Ryddle se le añade otro apellido, dejando el primero en el olvido, y refiriéndose a ella desde ese instante como “Hermione Jane Granger”.

¿Qué sucedió? Por razones que esta servidora aún desconoce, la pequeña fue adoptada por una pareja del Londres muggle que, a pesar de que contaba con gran influencia, no se encontraba en circunstancias de ampliar su familia.

¿Sus nombres? Kathe Jenkis y Matthew Granger.

¿Qué sucedió entonces con la niña? Bueno, la pequeña Hermione fue criada por muggles, ignorando por completo la existencia del mundo mágico hasta que cumplió sus once años.

¿Qué cambió entonces? La llegada, de la carta de Hogwarts, a sus manos notificándole que contaba con una plaza en esa institución. Con esto, la joven fue devuelta a su realidad; aceptando estudiar en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, demostrando que poseía la inteligencia de su madre y la decisión de su padre.

En su quinto año fue seleccionada como prefecta de su casa, Gryffindor. Nos hemos enterado, por medios muy fiables, que durante todas estas vacaciones, la joven bruja permanece en casa de la familia Malfoy, siendo Narcissa Black, esposa de Lucius Malfoy y hermana de Bellatrix Black (antes con el apellido Lestrange) y prima de Sirius Black; su madrina; y su padrino, Severus Snape.

La joven fue sorprendida este verano en el Callejón Diagón junto con su primo Draco Malfoy, y varios de sus amigos, entre ellos Pansy Parkinson, hija de Jack Parkinson y Blaise Zabini, hijo de Maison Zabini; ambos estudiantes de Hogwarts y sus padres miembros del Departamento de Relaciones Mágicas del Ministerio de Magia.

Aún así, desde su primer año en Hogwarts, la “señorita Granger” ha mantenido una gran amistad con Ronald Weasley, hijo de Arthur Weasley, funcionario del Ministerio de Magia; y Harry Potter, el niño que vivió.

Pero eso no es todo, se nos ha comunicado que desde finales del curso pasado, la joven mantuvo una relación amorosa con Potter, la cual terminó.

¿Sabía Potter que aquella chica era la hija del mago oscuro más temido hasta la fecha? ¿Sentía, la señorita Ryddle, realmente el afecto que decía sentir por Harry; o simplemente lo aparentaba?

Las respuestas a esos interrogantes jamás las sabremos, pues Harry Potter "el niño que vivió" fue torturado y asesinado por la señorita Riddle en Hogsmade. Al parecer, el muchacho sólo salía a pasear, cuando, de repente, empezó la tortura.

Los miembros de la Orden están muy afligidos por la muerte del salvador del mundo. ¿Habrá ahora alguna esperanza para derrotar al mago más temido de todos los tiempos? Ahora que Harry Potter está muerto ¿se hará el Señor Oscuro con el poder o hay alguna resistencia? Dejénme decirles que sí la hay, Albus Dumbledore.

*************************************************************
Después de leer el artículo, Hermione estaba furiosa, como odiaba a esa Skeeter, eso nadie lo discutía. Pero la muchacha tenía que hacer algo al respecto, las cosas no podían quedarse como estaban. La castaña decidió que quería saber quien le había hablado a la animaga sobre su verdadera historia.
- ¡Tía Cissy! –llamó la castaña algo enojada- ¡Madre! ¿Están en casa?
¡Plin¡Plin! Frente a ella se aparecieron las hermanas Black que corrieron a abrazarla inmediatamente.
- Necesito un favor.-dijo Hermione en cuanto se soltaron.
- ¿Qué será?
- Voy tras Rita skeeter –dijo la castaña con determinación al tiempo que una sonrisa adornó el rostro de Bellatrix, mientras Narcisa se retorcía las manos algo nerviosa.
- ¿Cuándo? –preguntó Bellatrix sin siquiera preocuparse en ocultar su entusiasmo.
- Hoy mismo, madre… hoy mismo… -respondió la castaña sonriendo.
- ¿Qué piensas hacer, Hermione?
- Sólo me quiero vengar, Cissy. No es mucho pedir ¿o si? –en su tono de voz se notaba que aquello no era una pregunta.
- Para nada, hija. –habló Bellatrix sintiéndose terriblemente orgullosa de la mentalidad que estaba demostrando tener la castaña.- Hasta me atrevería a ofrecerte mis servicios.
Hermione pareció pensarlo algunos segundos y le pareció que un poco de ayuda al estilo Lestrange sería justamente lo que necesitaría para sonsacarle la información a Skeeter. Con una escalofriante sonrisa y su mirada posada en su madre, la castaña respondió:
- Serás de gran ayuda, madre…

********************************************************
Rita Skeeter sacó unas llaves de su bolso de mano, y mientras un nudo en la garganta le dificultaba tragar con normalidad, con la mano derecha giró la perilla… la empujó hacia atrás y con la mano izquierda buscó el “apagador” en la pared. Una vez que la luz estuvo encendida, la mujer entró en la casa… estaba cansada… necesitaba sentarse en el sofá a beber un té; y luego… ¡A LA CAMA!
Dejó su bolso en el mueble de la cocina y con un movimiento de varita se preparó una manzanilla. La tomó con sus manos y lentamente se dirigió a la sala… una vez allí prendió la chimenea… necesitaba calor…
Observó el fuego por unos minutos en los que la tristeza se apoderó de ella… se giró… avanzó hasta el sofá… estaba a punto de hacer contacto con la butaca cuando le vió… Ahí estaba él… su defensor… Alastor “Ojoloco” Moody muerto a sus pies… levantó la mirada… en la pared… escrito con sangre…

“¿Es así como quieres acabar tu también?”

El final era lo que más asustaba a la reportera… al leerlo un escalofrío se apoderó de su cuerpo por completo…

“Piénsalo… luego te buscamos”

**************************************************
Voldemort y Bellatrix estaban terriblemente orgullosos de su hija, no sólo había matado a Harry Potter, sino también a Alastor Moody, aunque, por supuesto, fue en defensa propia.
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Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:55 am

////Flash Back////

Hermione, Blaise, Pansy, Draco y Millient caminaban por el callejón Knoctum. Cuando, de repente...
- ¡SECTUSEMPRA!-dijo alguien atacando a Pansy por la espalda. Los mortífagos se voltearon.
- ¡Déjala!-dijo Hermione.
- Vaya… que honor –dijo el aludido con sarcasmo- señorita Ryddle… ¿cierto?
- ¡Cállate Moody! Creo que la razón por la que estás aquí tiene que ver conmigo, así que deja a Pansy en este instante… -con la malicia reflejada en su rostro, Alastor hizo caso a la castaña- ¿Qué pretendes?
- Negociar… a solas…
- Pues me parece que no, habla de lo que quieras, pero ellos estarán presentes. Di lo que tengas que decir y luego te largas de aquí…
- No eres muy educada que digamos, Ryddle…
- ¿A eso vienes? Porque si eso es todo ya te puedes ir largando…
- No te voy a dar ese gusto…
-Era de esperarse… supongo que pretendes darme curiosidad, así como tampoco te pudiste quedar con las ganas de contarle a Skeeter todo lo que la Orden sabía de mi…
- Vaya… veo que has hecho la tarea…
- ¡Con un demonio, Moody! Ya habla…
- Deja en paz a Rita…
- Disculpa -dijo la castaña con una fingida sonrisa y los ojos brillándole amargamente- Creo que no te escuché bien… dijiste…
- Sí… quiero que dejes a Rita Skeeter fuera de todo esto… esto es entre tú y yo… ella no tiene nada que ver.
- Pues que lástima que no opine igual… pero, en caso de que cambie de parecer… ¿qué demonios gano yo con ello?
- Pide lo que quieras… -dijo él observando con malicia a la castaña- Puedo hacer lo que sea… que si quieres hablar con tu tío Sirius… que si una casa… que si dinero…
- De eso me puedo encargar yo solita.
- Harry tenía razón, no das la talla para ser...
Pero no pudo continuar la oración… la castaña, llena de furia, le propinó una bofetada que le dejó la mano marcada en su mejilla… Al reponerse, el ex-auror simplemente sonrió con malicia…
- ¿Por qué tanta violencia, niña?
Hermione le observó por algunos instantes con furia contenida.
- ¿Necesita algo, mi señora?
- No gracias, Blaise.
- ¿Necesitas que te haga un mapa de la salida o puedes hacerme el favor de largarte por tu propia cuenta?

Justo en el momento en que Moody iba a responder, la castaña comenzó a caminar dándole la espalada al hombre… ¡Gran Error!

Ojoloco siguió a la chica y al estar a no menos de un metro de ella, la sujetó bruscamente de la muñeca y la jaló sin medir su fuerza. Cegada por su miedo, la castaña abrió los ojos tan sólo para comprender la situación… sus pies no tocaban el piso, y frente a ella, Moody con su sonrisa retorcida la sostenía del cuello al mismo tiempo que con su varita apuntaba a su cabeza… le faltaba el aire… Sin poder contenerse por más tiempo… la castaña gritó.

No fueron más de tres segundos cuando los mortífagos se acercaron a ayudarla, Moody los hizo volar a todos y las lanzó contra una pared, inmovilizándolos.

- Quisiste mucho a los Granger, ¿no es cierto… Hermione? –terminó con tono mordaz.

Al escuchar la simple mención de aquel apellido, la chica sintió como una fuerza mayor se iba apoderando de ella… estaba llena de rabia… de odio hacia aquel maldito… hacia quienes habían asesinado a quienes creyó sus padres.

- Bueno… pues yo te permitiré morir de la misma manera en que ellos lo hicieron… suplicando por su vida…

El enojo de la chica creció al escuchar aquello… ¿quería decirle que había sido él quien había matado a los Granger? Como si algo en el cuello de la castaña le quemara, Moody la soltó repentinamente mientras que los mortífagos veían la escena horrorizados aún sin poder reaccionar debido a la confesión del viejo…

Por su parte, el rostro de Hermione perdió todo su color… estaba pálida… y sus ojos, con una rapidez asombrosa habían cambiado su color al rojo… mientras se elevaba algunos metros por encima de ellos… Blaise por fin pudo reaccionar al ver los ojos de la chica… e hizo el amago de acercarse, pero no podía moverse. Sin embargo todos miraban a su señora atónitos.

Moody estaba paralizado… observaba la joven preso del pánico… con el poco de valor que le quedaba, apuntó con su varita a la castaña y comenzó a la lanzar hechizos y maldiciones a diestra y siniestra… pero nada sucedía, sino que por el contrario, la joven bruja no hacía más que reírse con cada hechizo que él le mandaba…

- ¡Desmaius!

El hechizo ni tan siquiera le dio, y ella no pudo más que reírse… pero su risa sonaba escalofriante e hizo que el ex-auror se enojase más… si aquello era posible…

- ¿Eso es todo lo que tienes Moody? –resonó su voz de ultratumba…

- ¡Expelliarmus! ¡Desmaius! -nada… cegado momentáneamente por su rabia, no supo lo que hizo- ¡CRUCIO!

Pero no era un cruciatus como cualquier otro… su poder iba incrementado por el odio que sintió por la chica desde que supo de su verdadera identidad… aquel hechizo si que pudo hacerle daño… la chica se retorció del dolor sin bajar ni un centímetro de donde se hallaba…

Cuando consiguieron moverse, no sin esfuerzo, no se pudieron contener al escuchar los gritos que emitía Hermione, sacaron su varita al mismo tiempo y apuntaban hacia Moody pero no lograban hacer nada… era como si estuviesen esperando algún tipo de orden por parte de la castaña…

Pero la orden no fue emitida.

- ¿Eso es todo lo que sabes hacer, Moody? ¡CRUCIO!-dijo la castaña.-¿Quiéres que te demuestre lo que es el verdadero dolor? ¡CRUCIO! Voy a concederte el privilegio de matarte como maté a Harry, suplicando por su vida. ¡CRUCIO! ¡CRUCIO! ¡CRUCIO!
El hombre estaba intentando mantenerse con vida.
- ¡Eres una zorra!
- ¡AVADA KEDABRA!-dijo Hermione.

/////Fin del flash back////
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Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:56 am

Capítulo 12:

***Sueño: Rodolphus/Hermione*****

Rodolphus dejó caer su túnica, y yo hice lo mismo. Él posó su mirada en mi, devorándome con la mirada. Con un gesto me indico que me girará, y entonces él se acerco a mí, y me vendó los ojos con un pañuelo de seda.
Noté como su aliento me recorría el cuello, y como eso hacía latir más fuerte mi corazón. Acercó su boca a mi oído, y cuando creí que iba a decirme alguna cosa, comenzó a comerme la oreja, y yo tan sólo pude lanzar un gemido de placer…
Rodolphus me arrojó con fuerza sobre la cama, y después se lanzó encima de mí. Sus fuertes manos agarraron enérgicamente mis nalgas, y su lengua buscaba con violencia mi boca, mientras su pene crecía en tamaño y grosor, y se frotaba con fricción con mi sexo.
La violencia de esos primeros momentos me excitó. La oscuridad producida por el pañuelo, me mantenía atenta al resto de estímulos que ejercía el hermoso mortífago sobre mí, y eso me causaba cierta sensación de vértigo.
De repente la lengua y la boca de Rodolphus empezaron a comerme la oreja (creo que él se había dado cuenta que ese era uno de mis puntos débiles), y sus dedos se fueron deslizando a través de mi vientre, hasta llegar a la entrada de mi ingle… penetrándola, primero suavemente, y después, cuando comencé a gemir, de forma más rápida y profunda.
Durante unos diez minutos los dedos estuvieron entrando y saliendo de mi cuerpo, cada vez llegando más lejos. Los dedos de Rodolphus eran expertos… sabían donde tenían que ir, y como hacerlo. Yo jamás había sentido un placer semejante en toda mi vida, y no paraba de gemir…
De repente, cuando estaba a punto de llegar al orgasmo, los dedos desaparecieron súbitamente, y fueron sustituidos por la lengua.
Poco después de comenzar a disfrutar de la habilidosa lengua de Rodolphus, me corrí profusamente, y pude notar como este se bebía placenteramente todos mis jugos.

- ¿Te está gustando, mi señora? – Preguntó Rodolphus acercando de nuevo su boca a mi oreja – Seguro que sí… Estás muy excitada ¿Me equivoco?
- Sí… sí… – Respondí entre gemidos, pues él había vuelto a introducir sus habilidosos deditos en mi - ¡Fóllame! ¡Fóllame!

Él me hizo levantar de la cama, e hizo que colocase mis piernas al final de la cama y me agachase, sujetándome en la cama con los brazos.
De repente, y sin previo aviso, me comenzó a penetrar, estaba más que mojadita en aquellos momentos. Él introducía y sacaba con violencia su enorme miembro de mí, mientras sujetaba mi cabeza tirando suavemente del pañuelo.
Al principio solo sentí dolor, pero no grité, no quería que pensase que era una niña y me dejase a medias… Pero tan sólo medio minuto después ya estaba gozando, gimiendo y gritando a más no poder.

- ¡Métemela ya!… por favor – Comencé a gritar entre mis jadeos – ¡Métemela ya!

Rodolphus hizo un gesto de que quería que yo me pusiera arriba, y no le hizo falta decírmelo dos veces. Me puse encima de él, y agarrando su miembro con maestría la introduje un par de centímetros dentro de mi ingle.
Comencé a subir y a bajar, cada vez más rápido, mientras él me sujetaba los senos y me los iba acariciando a la misma velocidad que yo subía y bajaba…

****Hermione****

Y entonces...desperté. Estaba tumbada en mi cama, bañada en sudor, jadeando. Todavía no me lo podía creer ¡acababa de tener un sueño erótico con Rodolphus Lestrange! ¡El ex-marido de mi madre! ¿Por qué me tiene que pasar esto a mi? ¿Por qué no me pude enamorar de alguien de mi edad? Estoy segura de que Rodolphus sólo me va a ver como su ama, alguien a quien debía obediencia, pero no podía sacárlo de mi cabeza. Desde que lo conocí, he empezado a soñar con él, y aunque trate de negarlo, no puedo engañarme a mi misma. Pero sé que como siga quedándome totalmente embobada en su presencia, todos se van a dar cuenta, es más, él se dará cuenta. No estoy preparada para un rechazo, por que él no ha demostrado ningún interés en mi.

***************************************************
////Rodolphus////

...y entonces...desperté. Estaba tumbado en mi cama, sudando y jadeando. Pero ante todo, ¡estaba alucinando! ¡Acababa de tener un sueño erótico con Hermione Riddle! ¡Mi ama! A quien le debo obediencia, la hija de mi señor y de mi ex-mujer. ¿Por qué? La respuesta es sencilla, soy un maldito pervertido, a quien le ha impresionado la extrema delicadeza e inteligencia de su ama. Desde que la he conocido, no puedo sacármela de la cabeza, sueño con ella todas las noches, en ocasiones la veo vestida de novia. ¡Pero esto no puede seguir así! Ella es mi ama, a quien le debo obediencia, es superior a mí. Tengo que reconocer mi posición, saber cual es mi sitio, antes de que alguien se de cuenta de que me quedo embobado en su presencia, pero sobre todo, antes de que lo haga ella. No podría soportar su rechazo, ni sus burlas. Seguro que está enamorada de algún joven mortífago, alguien de su edad.

**********************************************
Al día siguiente, Hermione paseaba por el jardín, le gustaba ver las flores y disfrutar un poco del soleado día, pero sobre todo necesitaba pensar, recapacitar sobre sus sentimientos, decidió sentarse en uno de los bancos. Rodolphus paseaba por el jardín por las mismas causas, cuando la vió. Parecía tan tranquila, y estaba tan hermosa que parecía un ángel. Decidió acercarse un poco, para observarla mejor, pero siempre a una distancia prudencial para que no notara su presencia.
- Si pudiera decirle lo que siento.-murmuraba Hermione.
"¿Quién será ese chico?"pensó Rodolphus celoso.
- Pero es una estupidez, sé que nunca se fijará en mi.
"¿Pero quién es? Hay que ser idiota para no fijarse en ella."
- Es tan atractivo, tan guapo...¡tiene unos ojazos que me vuelven loca!
"¿Se puede saber quién es ese desgraciado?"
- Pero seguro que piensa que no soy suficiente para él.
"¡Cómo alguien piense eso, lo mato! ¿Quién será ese chico?"
- ¡Pero cómo he podido enamorarme de...!
"Dilo, por favor, ¿quién es el que ha ocupado tu corazón, princesa?"
"Recuerda que esto es lo mismo que sentiste por Ron."pensaba la castaña, y sin poderlo evitar dijo.-Ron.
Rodolphus estaba con la mandíbula desencajada. "¿Ron? ¿Ronald Weasley? ¿La Comadreja?" Sí, había oido hablar de ese chico, es más, lo recordaba del Departamento de Misterios, ¡pero ese chico no era lo suficiente para su ama! Es más, era un completo inútil ¿cómo una chica como ella se ha podido enamorar de un chico como él? ¡Eso era inaceptable! Ella se merecía a alguien que la tratara como a una reina, que la adorase, que fuese capaz de matar por ella, alguien como..."como tú."pensó."Te estás describiendo a ti mismo." Entonces ¿qué tenía ese chico que no tuviera él?
- Ejem, ejem...
Hermione se dió la vuelta.
- Rodolphus, hola.
- Mi señora.-dijo haciendo una reverencia.
- Levanta. Dime ¿mis padres me mandaron llamar?
- No, mi señora.
- ¿No me tuteas?-dijo la castaña sonriendo.
- No sería lo normal, mi señora. Soy un simple siervo, no estoy a vuestra altura.
- Hazlo ahora, por favor, sólo por un ratito.
- Está bien...Hermione.
"Que bien suena mi nombre de sus labios." pensaba sonriendo.
"Tiene una sonrisa muy bonita."
- Dime, ¿qué estás haciendo por aquí, Rodolphus?
- Pasear.
- Yo estaba pensando. Oye Rodolphus, si te hago una pregunta, ¿me la contestarás?
- Por supuesto.
- Verás, me gusta un chico, pero él no sabe que existo. ¿Cómo podría conquistarlo?
Rodolphus estaba un poco incómodo. "¿Y ahora qué hago? Tendré que contestar, después de todo es mi ama, pero prácticamente la estoy poniendo en bandeja para el pelirrojo. ¡Esa Comadreja! En cuanto llegue la batalla final, lo torturaré y mataré con mi varita, o con mis propias manos. ¡Bueno, de todas formas me encargaré personalmente de que sufra! ¿Por qué esperar a la guerra? Como me lo encuentre por ahí..."
- ¿Rodolphus?
- Lo siento mucho, mi...Hermione.-se corregió rápidamente al ver la mirada asesina de la chica.-En mi opinión, si no sabe que existes es que es idiota.
- Tal vez la culpa haya sido mía, por no saber hacer notar mi interés por él.
"O que el tío es un auténtico gilipollas, por que para no fijarse en una chica tan linda como tú..."
- Si no es un atrevimiento me gustaría preguntar ¿cómo le has demostrado el interés?
- Bueno, le he mirado fijamente durante un buen rato, hablo con él siempre que puedo, le tiro indirectas...
"Y ese Weasley desaprovechando la oportunidad ¡hay que ser idiota!"
- ¿Y él que hace?
"Nada, que el tío no ha pillado la indirecta. ¡Paciencia, Hermione! Haber si a la próxima..." pensaba la castaña.
- Nada, no se entera de nada. Ni siquiera me contesta. En ocasiones creo que para que se fijara en mi tendría que ponerme a bailar completamente desnuda delante de él y decirle que quiero follarlo hasta hacerle gemir de placer y explotar nuestros cuerpos.
"¡Joder! ¡Mecagüen la leche! Gracias a esas palabras ahora voy a estar imaginándome esas escenas. Desde luego ¡ese Weasley es idiota! Bailando desnuda...¡Deja de pensar eso ahora mismo!"
- No creo que debas bailar desnuda. Eso es de chicas fáciles, créeme eso sólo te rebajaría. Si ese chico no te hace caso es por que o es gilipollas o hay que llevarlo al psiquiatra.
- Verás, Rodolphus.-dijo acercándose más a él.-No puedo dormir por que tengo sueños eróticos con él, lo necesito, necesito sentirlo.
- ¡Joder, niña! Hoy estamos un poco...calientes.-dijo Rodolphus algo nervioso por la cercanía de la castaña y por que cierta parte de su cuerpo estaba empezando a despertar.
- No sabes cuanto.-dijo a pocos centímetros de su rostro.
- Con su permiso, debo retirarme.-dijo Rodolphus.
- Por supuesto.-dijo Hermione.
"¡Maldito Weasley! ¿Por qué no se habrá fijado en mi?"
"¿Qué tengo que hacer para que se fije en mí?"

**********************************************************
Orden del Fénix:

- Canuto -le dijo Remus sentado en el comedor- Debemos hacer algo…
- ¿Algo de qué? -pregunto el aludido haciéndose el desentendido… la verdad era que Sirius sí sabía de lo que le estaba hablando Remus.
- Algo para que Hermione sepa de una vez por todas quién está de su lado y quién no… tu prima está confundida...
- Remus… deja de decir eso…
- ¿El qué?
- Eso… mi… tu sabes…
- ¿Tu prima? -Sirius asintió- ¡Merlín Sirius! Pero si eso es lo que es… no puedes negarlo… su parecido con Bellarix es indiscutible…
- Si, pero…
- ¿Pero qué Sirius? ¿Qué es a lo que le temes tanto?
- Lunático… amigo mío… ¿te has puesto a pensar en cómo reaccionará Hermione al verme? ¿Acaso pretendes que llegue y le diga “¡Hola Hermione! ¿Sabes? Soy tu "primo”? Pegará el grito al cielo…
- Sirius… suenas como si no conocieras a Hermione…
- La conozco bien Remus, por eso…
- ¡Pero si no lo haces la perderás para siempre!
- ¡Ya lo he echo!
- ¿Pero qué estás diciendo?
- ¡Dejó de ser mi prima en cuanto mató a Harry y a Ojoloco!
- ¡Pero aún así...!
- ¡No lo intentes!
- Voldemort la hará daño, al igual que Bella.
- Lo sé.
- ¿Lo sabes? ¿Y por qué no haces nada?
- ¡Por que no quiero!
- ¡Por Merlín, Sirius! Es tu prima y se lo ocultaste, lo primero que hiciste nada más salir de Azkaban fue ir en busca de Harry dejando a Hermione de lado. Sabes perfectamente que la única razón por la que Voldemort la ha buscado después de tanto tiempo es por que necesita una heredera. También sabes quien ganará la batalla si Hermione se pasa al lado oscuro, ¡y todo por tu estúpido orgullo! ¡Deberías dejarlo de lado! ¿Qué más da que sea la hija de Bellatrix? Sigue siendo tu prima, tu familia.
- ¡Déjame en paz, Remus! ¡No quiero saber nada de ella!
- ¡Eres muy testarudo!
- ¡Harry era mucho mejor que ella! ¡Hermione le mató!
- ¿Por eso no quieres saber nada de ella?
- ¡También mató a Ojoloco!
- ¿Es que no leíste el artículo de Rita Skeeter? ¿De dónde crees que sacó la información? ¡Sabes perfectamente que Ojoloco y Skeeter eran amantes!
- ¿Y qué? Aún así no la da ningún derecho a matar.
- Sólo te digo una cosa y tenlo presente: ella es muy buena bruja, si ella está en el lado oscuro, por muy poderoso que sea Dumbledore, dudo mucho que le queden fuerzas para encargarse de Voldemort y de Hermione. Albus es una persona de edad y Hermione una adolescente. Además, es parte de tu familia. ¿Has pensado alguna vez en sus sentimientos? Siempre la hemos visto como "la amiga de Harry Potter" y nunca como "Hermione, la prima de Sirius", remedia ese error antes de que sea tarde.
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La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione) Empty Re: La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione)

Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:56 am

Capítulo 13:

La brisa acaricia su espalda mientras ella permanece tumbada boca abajo, su piel blanca tiene un aspecto extremadamente suave y juraría que si la lamiera la encontraría cremosa y dulce... ¡Joder! Ya estoy de nuevo dejando que mis malditas hormonas lleven el control de mi mente, tengo que calmarme y darme cuenta de que soy un hombre adulto y que ella solo quiere un masaje.

Maldigo una y otra vez esta bocaza mía que en vez de callarse se abrió para exclamar aquella fatídica frase: Si quieres puedo darte un masaje.

¡Merlín! Ahora mi razón batalla entre lo que está bien y lo que está mal Por qué si me tiro sobre ella y la violo aquí mismo estará mal ¿verdad? Pero ¿sería violación? Ella bien que me provoca con ese descaro que tiene. Vale, podemos decir que tiene una gran confianza en mí, que soy un fiel servidor de su padre, pero... ¡Coño tengo ojos en la cara! Y cuando veo a una mujer hermosa sacarse la camisa y quitarse el sujetador, aunque esté de espaldas (a pesar de que me ofrecí a salir mientras se preparaba), mi mente comienza una vida independiente de mi cuerpo. Y si quitarse la ropa así delante de un hombre no es descaro que venga Merlín y me lo diga.

Mejor dejemos ese tema.

Y la sigo viendo ahí, tirada sobre la cama, observo con detenimiento la curva que crea su espalda al llegar a su pequeño trasero y... me pongo enfermo. Comienzo a sudar descontroladamente y aquella pequeña parte de mi anatomía, decide avisarme de que está viva y dispuesta. ¡Hija puta! ¡Justamente ahora!

Entonces ella me mira desde la cama sonriendo confiada y ese es el momento en que me siento como un gusano porque aquí me tenéis teniendo una erección, por no hablar de pensamientos lujuriosos, a costa de mi joven ama, la hija de mi señor.

Me odio, me aborrezco.

-Venga, Rodolphus.- me anima desde la cama sin poder verme bien, lo cual agradezco porque mi anatomía ha decidido tener vida propia.- Me quedaré dormida.

Ella está bromeando pero en mi mente aquella frasecita va seguida de un guiño sensual y un gesto bastante obsceno con la lengua. Soy basura... fea, maloliente y putrefacta basura.

-Ya voy.- ¡Anda mira! Si es mi voz... eso quiere decir todavía soy capaz de pronunciar una sencilla frase de dos palabras.- ¿Dónde está la crema?

Pastelera o mejor nata montada... ¿te das la vuelta? Tengo ganas de saber como sería lamer algo dulce de tus pezones... ¡Quieto parao! Creo que debería ponerme una alarma roja o algo que silbara y pusiera en grandes letras de neón¡Cuidado!... ¡Pervertido peligroso! Le haríamos un favor a la humanidad y sobre todo a Hermione.

Hermione Riddle. Siempre han dicho que es la bruja de su edad más inteligente que ha pisado Hogwarts, incluso yo también me he dado cuenta. Pero ella es incapaz de darse cuenta de que me estoy poniendo caliente a su costa. ¡Joder! Caliente no... ¡Cardiaco!

Bien, vale... recorro la pequeña distancia que me separa de la cama, temblando de los nervios mientras estoy caliente a costa de una chica 20 años menor que yo. ¡Un aplauso por mi gran persona!

-Dime donde te duele exactamente.- murmuro mientras observo fascinado el final de la espalda justo donde comienza el pantalón.

-No sé... me duele todo la espalda.

¡Mierda! Tendré que masajearla toda ¿por qué cuando pienso eso estoy sonriendo como un salido? Lo sé porque desde mi posición me veo perfectamente en el espejo que está sobre la cómoda. Salido y feliz de ello... cada vez estoy peor.

Miró fijamente mis manos mientras las acercó a su espalda, la verdad es que hay una gran diferencia, creo que mis manos son demasiado grandes y ásperas para tan siquiera rozar su delicada piel. Agarro bruscamente el bote de crema corporal y extiendo una buena cantidad por mis manos ¿desde cuando me tiemblan las manos como a un viejo reumático?... ¡Venga, allá vamos!

Ummmm... tiene la piel perfecta, suave y firme, mis manos embadurnadas de la crema se deslizan con facilidad por su espalda, subo suavemente y bajo haciendo la presión justa, poco a poco voy relajándome pero entonces ella comienza a gemir... ¡Si, joder!... ¡Gemir! Pequeños gemiditos de placer mientras le masajeo la espalda, no sería nada del otro mundo si yo no estuviera más salido que el pico de un sombrero de mago. ¡Deja de gemir! Por lo que más quieras, ¡te lo suplico!

-Ummmm... Rodolphus... ¡Ahhhh! -Me gusta esa manera de murmurar mi nombre.- Un poquito más fuerte... –Eso sonó muy mal- Ummmm... Si... así... sigue.

¡Me cago en la madre del que inventó los masajes! No, no... Creo que me estoy inclinando mucho sobre ella. ¿Es normal que este básicamente tirado sobre ella? Huele muy bien... ¡NO! Merlín, Merlín... Me alejo súbitamente de ella. ¡Genial! Ahora estoy más caliente que antes.

Ella se incorpora ligeramente para ver porque he dejado de darle el masaje de forma tan brusca, con el brazo derecho se tapa el pecho mientras que con el izquierdo se apoya en la cama. Aparta ese brazo... ¡No, Rodolphus, contrólate!

-¿Qué pasa? –me gusta la manera que tiene de fruncir la nariz.

-Nada... -¿Qué excusa le pongo?-No me ocurre nada, mi lady.

- Entonces ¿por qué te alejas de mí como si quemara? –Me mira alzando ligeramente una ceja.- ¿Qué pasa de verdad?

Pues nada, lo normal, me pones cachondo y mientras te daba el masaje he estado a punto de tirarme sobre ti para hacerte cosas que, estoy seguro, nunca te han hecho. No, me parece que me premiaría con un buen hechizo y saldría corriendo a contarles a todos que soy un pervertido. Su padre me mataría, eso sin contar con su madre, ¡que la conozco perfectamente! Se encargaría de torturarme con Crucios hasta que suplicara por mi vida.

Intento agarrar los trozos de mi orgullo y camino hacia la puerta, estoy viejo y acabado pero todavía tengo algo de amor propio así que alzo la cabeza con gesto altanero y me vuelvo para dedicarle una sonrisa orgullosa... ¡La madre que la parió! Se ha sentado sobre la cama y me mira fijamente, parece ser que estar desnuda de cintura para arriba no le importa mucho.

-¡Tápate! –si no estuviera comiéndome sus pechos con los ojos probablemente mi grito hubiera resultado más convincente. Alzo mi mirada de sus pechos con esfuerzo (¡son preciosos, coño!) para mirarla a la cara, ella se sienta de rodillas tranquilamente en la cama mientras yo intento articular palabra. Ummmm... Vale, estoy mudo. ¡Alto, pervertido! Deja de pensar esas cosas aunque teniendo esos pechos a la vista... ¡Joder, basta!

¿Y ahora que hago? Voy a hasta ella y nos pasamos la noche follando como locos o (esta opción me va a gustar menos, lo sé) me doy la vuelta y me voy antes de convertirme en un viejo verde. Sopesando fríamente la situación lo mejor sería poner pies en polvorosa por muy caliente que esté.
- Lo siento, mi señora. Creo que me reclaman.-digo mientras salgo por la puerta de su habitación. ¿Pero cómo he llegado a esta situación? Ah, sí ya lo recuerdo.

////Flash Back/////

Hermione estaba en la biblioteca encima de una escalera, para coger un libro que estaba en las estanterías de arriba.
- ¿Quiere que la ayude, mi señora?-dijo una voz. Ella se volteó a mirarlo.
- No, gracias, Rodolphus.-dijo ella sonriendo y volviendo a su tarea de intentar coger el libro.
"Que sonrisa más bonita ¡y que piernas! Rodolphus...esos pensamientos van por muy mal camino. Recuerda cual es tu lugar."
- ¡Por fín!-dijo la castaña, sacando el libro con mucho esfuerzo. Pero por el impulso, se fue para atrás. Cerró los ojos esperando el golpe, pero nunca llegó. Abrió los ojos para ver lo que había pasado.
- ¿Se encuentra bien, mi lady?-dijo Rodolphus que había visto caer a la chica y rápidamente la había cogido al vuelo.
- Sí, gracias, Rodolphus.-dijo sonrojada. Él, con pesar, la dejó en el suelo. Cuando lo hizo, Hermione se llevó las manos a la espalda.
- ¿Sucede algo, mi lady?
- Me duele un poco la espalda.
- ¿Quiere que la de un masaje?
- Te lo agradecería mucho.

//////Fin del Flash Back//////

********************************************
Hermione:

"¿Pero qué es lo que tengo que hacer para que se tire encima de mí? Lo estoy intentando, pero se me acaban las ideas ¿y ahora qué hago? ¿Cómo le vuelvo a mirar a la cara? Tal vez devería fijarme en chicos de mi edad y tratarle como a un amigo."

**********************************************
Slytherins:

- ¡Oye, Draco!-dijo Pansy.-¿Qué está pasando con Hermione y Rodolphus?
- Pues lo normal. Rodolphus se pone caliente cada vez que ve a Hermione y viceversa.
- Pero no es normal.-dijo Blaise.-Hermione está intentando a toda costa acostarse con Rodolphus y él ni caso.
- ¿Es qué es gilipollas o se lo hace?-dijo Millecent.
- Lo que ocurre, es que Rodolphus piensa que es demasiado mayor para Hermione.-dijo Theo.-Pero eso lo encuentro muy estúpido.
- Así es.-dijo Pansy.-En mi opinión, la edad no tiene por que ser un impedimento para que dos personas se amen.-"¡Mierda! ¡Me ha salido muy sentimental!"
- Jajaja...Pansy...¡Ya suenas como un muggle!-se burlaban los demás.
- Bueno, de todas formas hay un asunto que me preocupa.-dijo Pansy.-¿Qué pasará cuando Hermione vuelva a ver a la Comadreja?
- ¿Y eso? ¿Por qué lo preguntas?-dijo Blaise.
- Porque todo el mundo sabe, que Weasley está enamorado de Hermione.
- Pero estuvieron saliendo y cortaron ¿o no lo recuerdas?-dijo Draco.
- ¡Claro que lo recuerdo!-dijo Pansy.-¿Pero no creéis en las reconciliaciones?
- ¿Acaso crees que Hermione caería en eso?-preguntó Theo.
- No lo sé.-dijo Pansy.-Miradlo de este modo. Si Rodolphus tarda mucho en declararse a Hermione, igual que la Comadreja. ¡Por que no me negaréis que ese Weasley tardó en declararse! En fin, si "tardase más de la cuenta" ella podría irse con cualquiera. ¿No creéis? ¿Qué pasaría si por una casualidad descubre que sus sentimientos por Rodolphus son tan potentes como los que eran por Weasley?
- No creo que haya que ser tan extremista.-dijo Draco.
- ¿Y si ese tal Weasley la manda una carta vía lechuza diciéndola que quiere verla? ¡Como ocurrió con Potter, que se hizo pasar por la Comadreja menor!
- Pues vamos con ella.-dijo Blaise.
- No me habéis entendido, ¿qué pasaría si ella QUIERE? No sería de extrañar.
- ¿En serio crees que caería tan bajo?-preguntó Theo incrédulo.
- Dejad que os diga algo. Los hombres no sois los únicos con ganas de follar. Y un polvo es un polvo. Da lo mismo si el tío está bueno o no. Cuando hay ganas, hay ganas.

*************************************************
Orden del Fénix:

- Oye Ron ¿en qué piensas?-dijo Ginny.
- En Hermione.
- ¿Esa? ¿Después de lo que le hizo a Harry sigues pensando en ella?
- En parte, la muerte de Harry fue culpa nuestra ¿o no lo recuerdas?

////Flash Back/////

Grinmund Place:

- ¡No puedo creer que Hermione sea la hija de Voldemort!-dijo Harry.
- ¡Nos ha estado engañando todo este tiempo!-dijo Ginny.
- ¿Sabéis? Lo que no puedo creer es que no haya pasado información.-dijo Ron.
- Tal vez lo haya echo.-dijo Harry.
- No me extrañaría nada, Harry.-dijo Ginny.
- ¿Y qué hacemos ahora?-dijo Ron.
- Tengo una idea, vamos a escribirla una carta, citándola en un sitio concreto a una hora concreta.-dijo Harry.
- ¿Para?-dijo Ginny.
- Divertirme con ella.
- No sé si querrá divertirse contigo.
- ¿Y? Si ella no quiere divertirse conmigo, peor para ella. Eso no significa que yo no me pueda divertir con ella.
- ¿Vas a violarla?-dijo Ron.
- ¡Eso es una crueldad!-dijo Ginny.
- Piénsalo de este modo, cariño. Si los mortífagos te hacen prisionera ¿crees que no te van a forzar?
- Viéndolo de ese modo...-dijo Ginny.
- Además, es una forma perfecta de declararle la guerra a Voldemort.-dijo Harry.
- En eso tienes razón ¡hagámoslo!-dijo Ron.-¿Pero quien escribe la carta?
- Lo mejor es que lo hiciera Ginny.-dijo Harry.
- ¿Por qué yo?
- Por que no creo que nos quiera ver ni a Ron ni a mi.
- ¿Y qué la digo? Es más, ¿cómo debería tratarla? ¿Hermione, señorita Riddle...?
- Lo mejor es que no la digas señorita Riddle.-dijo Harry.-Trátala como si fuera la misma Hermione de siempre, la que era tu amiga.
- De acuerdo.

////Fin del flash back/////

- ¿Sabes, Ginny? Harry se comportó como un auténtico cerdo.
- Eso es cierto. Todos nos comportamos así. Pero eso era por que estábamos cegados por la ira.
- Pero la hicimos daño.
- ¿Todavía la amas?
- Sí, fue un error cortar con ella.
- ¿Por qué lo hiciste?
- Por que Harry estaba enamorado de ella y quería que fueran felices.

////Flash Back/////

Jardín de la Madriguera:

- Hermione, tenemos que hablar.
- ¿Qué sucede, Ron?
- Escucha, te amo, Hermione, pero esta relación tiene que acabar.
- ¿Por qué?
- Me he dado cuenta de que lo que siento por tí sólo es amistad.
- Hay otra ¿verdad?
- Hermione, no quiero dañarte.
- ¡Dime la verdad!
- ¡Sí! Me he enamorado de Luna.
- ¿Por qué me haces esto?-dijo Hermione con lágrimas en los ojos.-¡Eres un idiota!-dijo mientras se levantaba y entraba corriendo a La Madriguera.
- Lo siento, Hermione.-murmuró Ron.

/////Fin del flash back/////

- ¿Y estabas enamorado de Luna?
- No. A la única chica que he amado ha sido a Hermione.
- ¡Pero es la hija de Voldemort!
- ¡Lo sé!
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Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:56 am

Capítulo 14:

Era de noche, Hermione estaba leyendo cuando una lechuza entró en su habitación, dejando una carta sobre la cama. La castaña se levantó para leerla.

Querida Hermione:

¿Qué tal estás? Espero que bien. Te escribo por que quería disculparme por cortar contigo, lo siento, fui un completo idiota. Sólo lo hice por que Harry me comentó que le gustabas, y pensé que como él no tenía a nadie y se sentía muy solo, no sería nada malo que...bueno ya sabes. Lamentablemente no conté con tu opinión, si lo hubiera echo tal vez me hubieras elegido, no lo sé realmente.
Pero parecíais tan felices cuando estabáis juntos que en ocasiones los celos me controlaban y pensaba ¿y si no hubiese sido tan estúpido como para cortar con ella? ¿Hasta dónde hubiese llegado nuestra relación? No me malinterpretes, no lo digo con mala intención, es sólo pura casualidad.
Debes saber la verdad, tu eras la única chica a la que amé, amo y amaré. Te puse la escusa de Luna sólo para que no descubrieras la verdad.
Sé que eres la hija de Quien No Debe Ser Nombrado, pero aún así tengo curiosidad ¿alguna vez me quisiste de verdad o sólo jugaste conmigo y con los demás para conseguir información? ¿Pasaste información sobre la Orden?
No sé si me querrás contestar después de todo lo que ha pasado, pero si quieres hacerlo, por favor, envíame una lechuza o cítame en algún lugar.

Con cariño,
Ron.

Lágrimas caían por el rostro de Hermione mientras arrugaba la carta en su mano. ¿Y ahora qué haría? Necesitaba hablar con alguien pero ¿con quién? ¿Pansy? No, seguramente se lo contaría a su padre. ¿Draco? ¿Blaise? ¿Micellent? ¿Theo? Tampoco, lo más probable es que se enfadaran y fueran en busca de Ron. Entonces ¿con quién?
De repente, se acordó de Rodolphus ¿y si con un poco de celos...? ¡Era una idea perfecta!

***************************************************
Habitación de Rodolphus:

Borracho, estaba total y completamente borracho, bebiendo de la botella de whiskey de fuego a cada rato, sentado en la cama de agua. ¿Y todo por qué? Por ella. Por Hermione Riddle. Por la única chica que había conseguido volver a despertar sensaciones que creía muertas en él. Por la única muchacha que había conseguido ponerlo cardiaco, al borde del infarto con sus insinuaciones, sus alegres ojos, su sonrisa. ¡Joder, estaba perdiendo la cordura! Y todo por una muchacha que además de ser su ama era mucho más joven que él. Había que ser sincero y aceptarlo de una vez ¡su amor era absolutamente imposible!
Bebió otro trago de su botella ¿qué importaba? ¡Total, esa noche no tenía ninguna misión! Escuchó como la puerta de su habitación se abría ¿quién sería? Se dió la vuelta para comprobarlo, pero cuando se giró ¡ahí estaba ella! ¿Era una alucinación? Tal vez había bebido demasiado.
- Creo que he bebido demasiado.
- ¿Rodolphus?
- Ven, acércate.-la muchacha se acercó.
- ¿Estás borracho?
- Si eres una alucinación, déjame disfrutar un rato.-dijo antes de besarla. La besó con desesperación, con alegría, con euforia y miedo entremezclados. La besó con amor, porque eso sentía desde hace tiempo. Porque aunque día a día se juraba nunca caer esos sentimientos, no había logrado escapar de lo inevitable.
- ¿Por qué has echo eso?-preguntó Hermione cuando sus rostros se separaron.
- ¡Por que te amo! ¡Maldita sea! ¿Es que no lo puedes entender? ¡Claro que no lo entiendes, eres una alucinación! Sólo eso.
- ¿Pero qué dices? Estás borracho, no sabes...
- Sé a la perfección lo que estoy diciendo. Estoy profunda y absolutamente enamorado de ti.
- ¡Dame la botella y acuéstate en la cama!
- Pero si...
Hermione le cogió la botella y lo tumbó en la cama, pero él la agarró de la cintura y la tiró sobre él. La castaña consiguió zafarse de su agarre, pero él la agarró por la cintura, ella quedó sentada en la cama, y él se acomodó en sus piernas. Al poco tiempo, Rodolphus se quedó dormido. La castaña le veía dormir, parecía un ángel. Su pelo desordenado tapándole la cara, sus ojos cerrados, la expresión pacífica de su rostro...
Y se quedó así toda la noche, viéndole dormir y de vez en cuando, acariciándole el cabello. Esa noche, la muchacha no durmió nada.

***************************************************************
A la mañana siguiente:

Rodolphus se movió, despertó cuando se dió cuenta de que estaba sobre algo muy cómodo. Abrió los ojos y la vió, ella le miró. Sus miradas se encontraron y una corriente de electricidad recorrió los cuerpos de ambos. Cuando se dió cuenta de la posición en la que estaba, Rodolphus se levantó rápidamente y se arrodilló en el suelo.
- Lo siento, mi lady.
- No te arrodilles, por favor.-cuando él se levantó, la muchacha continuó.-¿Por qué lo sientes?
Buena pregunta, ¿por qué lo sentía? ¿Qué había pasado esa noche? ¿Por qué no se acordaba de nada? ¡Que dolor de cabeza tenía! ¡Qué resaca! Eso es, esa noche, se había pasado con la bebida. ¿Pero qué hacía Hermione en su cama? Y lo que es más importante ¿qué habían hecho?
- Er...bueno, pues...
- No te acuerdas de nada ¿verdad?
Él no respondió, pero agachó la cabeza en signo de arrepentimiento.
- Anoche, vine a tu habitación para decirte una cosa y te encontré borracho. Así que te quité la botella de la mano y te tumbé en la cama, pero me caí en ella y te dormiste sobre mis piernas, no quería despertarte, así que me quedé así toda la noche. No ocurrió nada más.
Rodolphus soltó un suspiro de alivio, al menos no había echo nada que lo comprometiera.
- Dime, Rodolphus ¿qué sientes por mi?
Él se sonrojó al instante, esa era una pregunta muy complicada y comprometedora. ¿Cómo debía responder? ¿Cómo un enamorado o como un siervo?
- Fidelidad, obediencia, mi lady. Os seguiré a donde sea necesario.
- No me has entendido, quiero que me mires como a una mujer, Rodolphus ¿qué sientes por mi?
- Cariño, amistad.-dijo él sonrojado de verguenza.
- ¿Sólo eso? Anoche parecías más...participativo.
- ¿A qué os referís? Si hice algo que os incomodara yo...
- Tranquilo, no me incomoda nada, al contrario, besas de maravilla.
Rodolphus se quedó estático ¿cómo se había atrevido?
Hermione se acercó a él, haciendo que retrocediera, pero ella le agarró suavemente del mentón. Ella le sonrió con picardía antes de unir sus labios con los del joven. La miró con los ojos bien abiertos, pero luego se dejó embriagar por el sabor de los labios de ella, que en ese momento le parecían adictivos, dejándose llevar.
El beso comenzó lento y con miedo. Era un beso de reconocimiento, un beso que expresaba mucho más de lo que parecía. Era un beso, que lentamente y sin prisas, se fue tornando en uno lleno de entrega. En un beso de sumisión, de rendición ante una realidad. La realidad de su corazón.
Cuando sintió que sus pulmones le traicionaban, Hermione comenzó a separarse lentamente, casi sin querer dejar los labios de él. Abrió sus ojos, percatándose de que no recordaba el momento en que los había cerrado y se quedó embelezado, observando el rostro sonrojado de la chica, que aún mantenía una expresión soñadora.

- Yo también te amo, Rodolphus.
Él se quedó estático.
- ¿Cómo lo...?
- Me lo dijiste anoche.-dijo sonriendo.
- ¡Pero soy muy mayor para tí!
- ¿Y qué? La edad no tiene que ser un impedimento.
- ¡Pero estás enamorada de otro!
- ¡Eso no es cierto!
- ¡Claro que sí! Amas a Weasley, te escuché murmurarlo en los jardines.
- ¡No amo a Ronald! Es cierto que lo amé, pero nuestra relación no funcionó. Además ¿no ves las indirectas que te mando? El masaje, las miradas, la conversación en el jardín...
Rodolphus se quedó extático.
- Entonces, tú...
- Así es, Rodolphus. Estoy enamorada de tí.
- Yo también te amo, Hermione.-dijo sonriendo.-¿Por qué yo?
- Por que eres el único que me hace sentir cosas que no he sentido por nadie, por que te has adueñado de mi corazón desde el primer momento en que te ví, en que me besaste.
Rodolphus no necesitó más. Cogió a Hermione del mentón y la volvió a besar con toda la pasión y euforia que sentía, con entrega, con amor, ternura y cariño.

***************************************************
Orden del Fénix:

- Ginny ¿crees que Hermione haya recibido mi carta?
- Esperemos que sí, Ron.
- ¿Crees que aún me seguirá amando?
- No lo sé, pero no te hagas demasiadas esperanzas. Tal vez su padre haya influenciado en ella.
- ¿Qué lado crees que escogerá?
- No estoy muy segura. Pero ayer escuché una reunión de la Orden en la que decía que la batalla final se acercaba, pero que Hermione jugaba un papel muy importante.
- ¿Qué quieres decir?
- Anoche, la profesora Trelawney profetizó que Hermione Riddle decidiría el destino de la guerra una vez que el que no debe ser nombrado muriese.
- ¿Cómo te has enterado de eso?
- Orejas extensibles.-fue la única respuesta de su hermana mientras salía de su habitación, dejando a un pensativo Ron.
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Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:57 am

Capítulo 15:

Al día siguiente, Orden del Fénix:

- Así que la muerte de Harry fue en defensa propia.-dijo Albus después de que Ron y Ginny contaran a la Orden lo que había pasado realmente.
- ¿Cómo pudisteís participar en semejante estupidez?-los regañó Molly.
- Estábamos enfadados, cegados por la ira.-dijo Ron.
- ¡Pero esa no es escusa!-dijo Arthur.
- Perdonadnos.-dijo Ginny.-No pensamos...
- ¡Exacto! No pensabais.-dijo Remus.-De todas las locuras que habéis echo, esa es la peor de todas.

********************************************************
Malfoy Mainor:

- ¡Adelante!-ordenó Voldemort.-¡Hija! ¿Porqué pareces preocupada? ¿Te ocurre algo?
Hermione se acercó a su padre y le entregó una carta. Él la leyó en voz alta.

Hola Hermione:

Sabemos que desconfías de nosotros, tienes todo el derecho a hacerlo, pero quiero que sepas que acabamos de enterarnos de lo que ocurrió realmente con Harry. Sabemos que fue en defensa propia, pero aún así queremos pedirte disculpas por su comportamiento, te aseguramos que la Orden no tuvo nada que ver.
Como has debido de suponer, este no es el verdadero motivo por el que te he escrito esta carta. Sólo quería saber si cursarás este último año en Hogwarts, tengo que saberlo, por que mi deber como director es proteger a todos mis alumnos y como te habrás imaginado, los Gryffindors no están muy contentos con la muerte de Harry.
Por favor, si vas a axistir a Hogwarts, envíame una carta donde me cites en algún sitio. Debo establecer contigo una serie de normas, que bajo ningún concepto debes incumplir. No te estoy pidiendo que vayas sola si no quieres, tu primo Sirius tiene ganas de volver a verte y darte explicaciones.

Atentamente,
Albus Dumbledore.

- Así que ese viejo tarado te ha enviado una carta.-dijo Voldemort cuando terminó de leer la carta.-No te preocupes, hija, de este asunto me encargo yo.

******************************************
Orden del Fénix:

- Albus, ha llegado una carta.-dijo Remus.

Albus Dumbledore:

Me parece una buena idea que quieras aclarar con mi hija los asuntos del colegio, pero como debes suponer, no me fío. Por lo tanto, a donde valla Hermione, iremos sus padres, es decir, Bellatrix y yo.
Si sigues queriendo aclarar las cosas con Hermione, ven hoy a las 22:00 a las ruinas del Valle Godric, si lo consideras necesario, traete a toda la escolta que desees.

Voldemort.
PD: Bellatrix quiere que mandarle recuerdos a Sirius.

- ¡Es una trampa! No podemos aceptar.-dijo Molly.
- Sin embargo, es la única forma de saber de que lado está Hermione.-dijo Albus.-Tendremos que aceptar. Pero estad preparados, algo me dice que esta noche será la batalla final.

*************************************************
Malfoy Mainor, habitación de Rodolphus:

- Rodolphus, yo...
- No te preocupes, Hermione, no sucederá nada.
- Pero tengo un mal presentimiento.
- Probablemente esta noche sea la batalla final.
- Por favor, ten cuidado.
- No te preocupes, pase lo que pase, prometo que te protegeré. Ahora necesitas descansar.- se despidió Rodolphus, para luego posar un sutil y casto beso en los labios de la joven. Él dio media vuelta y comenzó a caminar hacia su propia habitación, completamente satisfecho consigo mismo. Pero una pequeña mano se posó sobre la suya y lo retuvo en su lugar. Se giró y notó la mirada fija de la joven y la determinación que mostraban en sus ojos, aunque también podía encontrar algo de temor en ellos.

-Rodolphus, quiero que te quedes conmigo.-susurró la joven, mientras apretaba inconcientemente la mano de él. Rodolphus la miró sorprendido ante la revelación.

-¿Estas segura?- preguntó aún sin llegar a comprenderlo. Él quería tomar las cosas con lentitud, para demostrarle a la joven que lo que sentía era verdadero. Quería aprender poco a poco a abrirse con ella y a poder, poco a poco, ganarse un espacio permanente en su vida, porque ella ya lo tenía en la suya. Porque, simple y sencillamente, Hermione Riddle era su vida misma. No deseaba forzarla a nada y aunque su propio deseo le dijese la curvatura de su cuello era sumamente provocadora, había logrado controlar sus instintos para no asustarla, para que ella ahora le saliera con esas.

-Si.- fue la simple respuesta y vio en sus ojos que era sincera. Aún podía ver una chispa de miedo en ellos. En ese momento se sintió dichoso y con agilidad la tomó entre sus brazos y la cargó con cuidado.

-No sabes lo mucho que me tranquiliza esa tácita respuesta- comentó Rodolphus mientras se internaba en el interior de la habitación, cerrando la puerta tras de si.

La llevó con delicadeza hasta la gran cama de agua que había en la habitación. Con sumo cuidado la depositó y la comenzó a besar con delicadeza, permitiéndose recorrer con suavidad la figura de la castaña, mientras él también se acomodaba en la cama, justo encima de ella. Lentamente comenzó a bajar sus labios hasta llegar al cuello de ella y apoderarse de él y de la suave y tierna piel que lo cubría, besándola, lamiéndola, palpando el acelerado pulso que pasaba por allí y no pudo evitar sonreír arrogante ante esto.

Mientras tanto la joven simplemente se mordía los labios, intentando callar el gemido de satisfacción que amenazaba escapar de su boca. Sus manos, inexpertas y curiosas vagaban por el cuerpo de Rodolphus; tocando; acariciando; reconociendo y marcando a fuego cada parte de la silueta que recorría. Sintió la necesidad de palpar la piel del joven y la ropa le incomodaba, por lo que comenzó a sacársela con impaciencia. Rodolphus se dejó hacer, mientras seguía besando el cuello de la joven, separándose un poco ante cada intento de arrancar la prenda y acercándose cuando se veía liberado de esta.

Aún insatisfecha, la joven comenzó a desabotonar la camisa de él, para así poder estar en contacto con su piel. Al terminar de abrir la camisa, la tiró a algún lugar de la alcoba, concentrándose en recorrer el pecho y espalda de Rodolphus, acariciándola levemente, reconociéndola y adueñándose de cada centímetro de ella. Mientras que él seguía con su interés en el cuello de la joven, logrando sacar un gemido ronco por parte de ella.

Satisfecho de su deseo de escuchar un gemido por parte de la castaña, regresó su atención a los labios de ella, que en ese momento, lucían algo rojos e hinchados. Sonrió traviesamente y nuevamente se apoderó de ellos. Las tímidas caricias de la joven comenzaron a hacerse cada vez más certeras, cada vez más sensuales, cada vez más eróticas. Rodolphus era conciente de la inexperiencia de la joven y esto le alegraba, ya que pronto la marcaría como suya. Un sentimiento posesivo y egoísta, pero eso era lo de menos.

Poco a poco, comenzó a descender su mano por el contorno de la cintura y cadera de la joven, hasta llegar a sus largas y finas piernas. Comenzó a acariciarlas en medio del beso, rozándolas con los dedos, tocando la piel interna de los muslos y subiendo descaradamente por ellas hasta casi llegar a aquella porción de piel que tan celosamente la joven había guardado del mundo. Hermione suspiraba embelezaba en medio de los besos y se arqueaba levemente contra el cuerpo de Rodolphus, haciendo que se rozaran cada vez más y enviando descargas al sur del cuerpo del chico, que reaccionó demasiado pronto. Hermione ahogó un gemido al sentirlo cerca de ella, y no pudo evitar temblar. Rodolphus continuó besándola con anhelo, mientras recorría sus piernas, para luego ir hacia ellas y llenarlas de besos y caricias, haciendo suspirar a la joven.

Se entretuvo largo rato, haciendo gemir a la joven y arquearse de placer. Lentamente subió y sintió como la ropa de ella le estorbaba. Con maestría, comenzó a desnudar a la joven, dejando ver el conjunto de encaje que llevaba puesto. Hermione enrojeció ante la mirada atenta de él, y tragó en seco la saliva que se le había acumulado. Rodolphus se veía realmente sexy sin camisa y con los cabellos alborotados cubriéndole parcialmente los ojos. Se sintió pequeña ante él e intentó cubrirse con sus brazos, sintiendo como las manos de él agarraban sus muñecas.

-No lo hagas.- susurró él con voz ronca. -Merlín, Hermione. Eres hermosa.- añadió mientras dejaba de contemplarla y la besaba con pasión reanudada.

Hermione sentía como las manos de él dejaban un rastro de fuego en toda su piel, y como se sentía desfallecer con cada una de sus caricias. Con torpeza condujo sus manos hacia el cinturón del pantalón y lo desabrochó, para luego sacárselo y lanzarlo a alguna parte del cuarto. Con timidez, desabrochó el pantalón y bajó la corredera de este. Pero, no pudo continuar. Rodolphus, sintiendo la timidez de la joven, se incorporó un poco para mirarla a los ojos. Se veía hermosa con ese sonrojo cubriendo sus mejillas y con su casi completa desnudez.

-Hermione, detenme ahora si no estas segura de que esto es realmente lo que quieres.- dijo con voz ronca del deseo y con los ojos turbados y oscuros. Hermione pudo ver perfectamente la tormenta en ellos y se sintió embargada por ello. -Detenme ahora que me queda un resquicio de autocontrol, porque si continuamos, ya no podré detenerme.- añadió mientras la miraba temeroso. Hermione lo miró unos segundos en silencio y bajó su rostro un poco, mientras se incorporaba también. Rodolphus, tomándolo como una negativa, se dispuso a permitir a la joven salir de la prisión que era su cuerpo en ese momento, cuando sintió como una prenda chocaba con su rostro. Con rapidez la tomó entre sus dedos, observando asombrado el sujetador de la joven. Levantó su mirada y se encontró con la imagen de Hermione observándole completamente sonrojada y desnuda de la cintura para arriba. Con temor, la joven alargó su brazo y tomó una de las manos de él y la guió a su pecho, justo donde se podía sentir los acelerados latidos del corazón.

-Yo…no quiero que te detengas, Rodolphus.- respondió la joven, mientras lo miraba sumisa. Él no esperó más y se lanzó a besar cada pedazo de piel descubierta, llenándose del sabor y de la textura de la piel de la castaña, mientras escuchaba extasiado los gemidos roncos que lograba arrancarle a ella. Sintió que su propio pantalón estorbaba y junto con Hermione, se deshicieron de él, lanzándolo al olvido y quedando ambos solo con la parte inferior de la ropa interior. Hermione se abrazó a él, haciendo que sus cuerpos entraran en contacto por completo e instintivamente rozó su piel contra la de él.

Pero la ropa interior también estorbaba y pronto quedaron ambos desnudos, rozándose, besándose y conociendo cada rincón de sus cuerpos. Rodolphus besó cada rincón de Hermione y la castaña rozó y tocó cada porción de piel. La tensión era insoportable y la joven estaba que desfallecía de placer. Sus gemidos se podían escuchar en toda la habitación, llenando sus silencios y la carencia de palabras sobrantes.

Poco a poco y con suavidad, Rodolphus fue separando las piernas de la joven y le echó una última mirada durativa a la joven, que simplemente sonrió y le besó los labios. Con miedo y mucha ternura, él se fue adentrando en el virginal ser de la castaña, tocando y llenando por completo aquel vacío. Compenetrándose lentamente y casi con miedo de lastimarla. Con miedo palpó la barrera que aún sellaba su virtud y nuevamente dudó, pero ella lo besó posesiva y cerró sus piernas alrededor de él, adentrándolo cada vez más en su interior y rompiendo algo que había permanecido intacto.

Silenciosas lágrimas bajaron por el rostro de la muchacha, mientras Rodolphus permanecía quieto. Con ternura, beso sus mejillas, secando sus lágrimas con sus labios y dándole tiempo de acostumbrarse a su intromisión. Al poco tiempo, la joven dejó de llorar y comenzó a moverse lentamente, haciendolo gemir y gruñir. Se movieron rítmicamente, amándose hasta el cansancio y poseyéndose mutuamente.

Se entremezclaron sus lágrimas y sus silencios. Se vertieron sus sueños húmedos por el sudor y se bebieron lentamente, con pausa y sutileza, disfrutándose, degustándose.

Se amaron, sin descanso y sin pausa. Hasta que Morfeo los reclamó en su territorio. Se amaron sin cruzar palabra y durmieron, aún entrelazados, justo, como sus corazones y almas deseaban estar.

_____________________________________________
El primero en levantarse fue Rodolphus y se movió levemente, sintiéndose aun atrapado entre las piernas de la joven. Con cuidado de despertarla, salió de ella y se la quedó mirando, al notar como una sonrisa aparecía en sus labios, para luego formar un puchero, por su ausencia.

Sonrió altanero, mientras se cubría con una de las sábanas de la cama y la contemplaba en silencio. Completamente desnuda frente a él.

- Te amo tanto, Hermione. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Es tan fácil decírtelo mientras duermes, en vez de estando despierta.- susurró, sin dejar de mirarla, sin dejar de acariciarla.

- Yo también te amo, Rodolphus. Más de lo que te imaginas.-dijo Hermione levantándose.
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La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione) Empty Re: La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione)

Mensaje  Hermosura Crouch jr Mar Sep 09, 2008 1:58 am

Capítulo 16:

Por la noche:

Malfoy Mainor:

- No vamos a ir todos, sólo iremos Blaise, Pansy, Lucius, Narcisa, Draco, Rodolphus, Rabastan, Millecent, Crabbe, Goyle y Bella. Recordad.-dijo Voldemort.-Pase lo que pase, proteged a Hermione.
- ¡Sí!
- No os preocupéis, mi lady, os protegeremos con nuestra vida.-dijo Pansy.

******************************************************
Orden del Fénix:

- Recordad, no cometáis ninguna estupidez.-dijo Albus.-Y no ataquéis a menos que os ataquen.
- ¿Iremos todos?-preguntó Fred.
- Sí.-respondió Albus.

********************************************************
Ruinas del Valle Godric:

- Hola, Tom, Hermione.
- Albus.-saludó Voldemort.
- Dumbledore.-saludó Hermione.
- Bien, ya que estamos todos aquí, debemos hablar sobre el futuro de Hermione en la escuela.-dijo Albus.-¿Vas a asistir?
- Sí.-dijo Voldemort.
- Bien, entonces no quiero que haya peleas, ni que ningún mortífago le haga ninguna visita.
- ¿Y quién te crees que eres para ordenar eso?-dijo Voldemort empezando a enfadarse.
- El director de la escuela.-dijo Dumbledore en el mismo tono. La Orden sacó la varita, los mortífagos hicieron lo mismo, ambos bandos se miraban fijamente, desafiándose, retándose. Hermione apretó la mano de Rodolphus, y este le devolvió el apretón; Ron miraba celoso la escena.
- Serás puta.-insultó Ron a Hermione.-¿Con cuántos te has acostado?
- No pienso permitir que hables a mi hija en ese tono.-dijo Bella poniéndose delante de Hermione.
- ¿Y cómo piensas impedirmelo?
- Él hablará como le de la gana.-dijo Ginny.
- ¡CRUCIO!-dijo Voldemort. Albus se retorció en el piso por el dolor.
- ¡Eso es trampa!-dijo Molly.-¡Expeliarmus!
Y así comenzó la gran batalla. Pansy contra Ginny; Rodolphus contra Ron; Bellatrix contra Molly; Rabastan contra Charlie; Draco contra Fred; Blaise contra George; Hermione contra Sirius; Lucius contra Remus; Narcisa contra Tonks; Millecent contra Kingsley; Voldemort contra Albus; Crabbe contra Bill y Goyle contra Arthur.

/////////////////////////////////
Hermione vs Sirius:

- No tienes ningún derecho de venir a cuestionarme sobre lo que hago aquí.
- Claro que si, Hermione… eres mi prima y tengo el deber de…
- ¿El deber? ¡Pues que mal lo has llevado a cabo!
- ¿Qué…?
- ¡Por Merlín Black!
- ¿Black?
- ¡Si, Black! A partir de ahora no eres nadie para mí… tan solo eres un ex-fugitivo…
- ¡No puedes hacerme eso!
- Pues lamento decirte que lo estoy haciendo.
- Pero… ¿Por qué? ¿Qué te he hecho?
- ¡Me ocultaste la verdad!
- ¿Por eso?
- ¿Acaso te parece poco? Me ocultaste la verdad sobre mi madre Black… tenía derecho a saberlo, ¿no crees?
- Pero…
- ¿Pero qué…?
- No podía decírtelo…

Sirius respiró hondo, dolido por lo que Hermione le estaba diciendo. La castaña estaba furiosa.

- No significas nada para mi.
- En ese caso, Hermione, lamento tener que hacer esto ¡Septusembra!
- ¡Desmaius!-dijo Hermione venciendo a Sirius.

/////////////////////////////////////
Voldemort vs Albus:

- ¡No conseguirás ganarme!
- No estés tan seguro de eso, Tom.
- ¡No me llames así!
- ¿Por qué? Es tu nombre.
- ¡Cállate! ¡Crucio!
- ¡Protego! ¡Incendio!
Voldemort esquivó el hechizo, pero Albus le atacó desprevenido.
- ¡Mosmorde!
Voldemort cayó al suelo.
- ¡Tom!-gritó Bellatrix.-Ya me he divertido suficiente contigo, Weasley. ¡Desmaius!
Bellatrix sonrió cuando la mujer se desmayó, inmediatamente fue a por Dumbledore.
- ¡Albus! Tú y yo tenemos un asunto pendiente. ¡CRUCIO! ¡CRUCIO! ¡AVADA KEDABRA!-dijo sin darle tiempo a reaccionar.
- ¿Cómo has podido?-dijero Bill y Arthur que habían vencido a Crabbe y a Goyle sin dificultad.
Inmediatamente empezó una lucha entre ellos.

////////////////////////////
Rodolphus vs Ron:

- ¡Maldito mortífago! Hermione es mía.
- No lo es.
- ¡Morirás! Si no es mía no será de nadie.
- ¡Deja de decir sandeces, mocoso!
- ¡Petrificuss totaluss!
- ¡Protego! ¡CRUCIO! ¿Verdad que disfrutas con el dolor? ¡CRUCIO! ¡Para que te enteres, Hermione no es tuya! ¡CRUCIO!
- ¿Te has acostado con esa zorra?
- ¡No es ninguna zorra! ¡AVADA KEDABRA!
Ron cayó muerto a sus pies. Rodolphus sonrió satisfecho y miró a su alrededor: los mortífagos habían ganado, excepto Bella, Crabbe, Goyle y ¡Oh, por Merlín! Su Señor ¡estaban muertos!
- Volved a la mansión.-dijo Hermione.

***************************************************
Tras la muerte de sus padres, Hermione había convocado una reunión donde deberían axistir todos los mortífagos.
- Bueno, me alegra que estéis todos aquí.-empezó Hermione.-Sé que muchos esperáis que continue con lo que mi padre empezó, pero lamentablemente no lo voy a hacer. El motivo es que me niego a hacer una guerra donde van a morir miles de inocentes. Sois libres de hacer lo que queráis, ya no me debéis fidelidad.
Cuando terminó de hablar, se escucharon murmullos de aprobación. Rodolphus se acercó a ella.
- ¿Yo tampoco te debo fidelidad, Hermione?-dijo mientras la agarraba de la cintura y la estrechaba contra sí.
- Bueno, creo que puedo hacer una excepción.-dijo antes de besarle.
- ¡Ya era hora!-dijeron Pansy, Theo, Blaise, Draco y Micellent.

/////////////////////////////////////
Al final, Hermione fue a Beauxbatons a cursar su 7º año. Se casó con Rodolphus y tuvieron una niña, llamada Agatha Lestrange y un niño llamado Alexander Lestrange. Rabastan fue el padrino de Agatha, Narcisa la madrina; Lucius fue el padrino de Alexander y Pansy la madrina.

Pansy se casó con Justine, un muchacho te tez blanca, ojos negros y pelirrojo.

FIN DEL FIC.
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Mensaje  lupinablack Jue Sep 11, 2008 7:17 pm

me parece increible que hayas vuelto a publicar el fic cuando ya se te ha avisado que es un plagio de otro y te lo han borrado de otras paginas
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Mensaje  Pansy Parkinson Jue Sep 11, 2008 7:24 pm

Bueno,tuve en cuenta la queja de la lupinablack y me parece muy mal eso de plagiar.No voy a borrar el fic aún,solamente quiero que me contestes a una cosa:¿por qué?¿Por qué lo plagiaste?
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La hija de mi señor (Rodolphus/Hermione) Empty INCREIBLE!!

Mensaje  mustachi Vie Sep 12, 2008 6:06 am

" Bueno,tuve en cuenta la queja de la lupinablack y me parece muy mal eso de plagiar.No voy a borrar el fic aún,solamente quiero que me contestes a una cosa:¿por qué?¿Por qué lo plagiaste?"

¿Qué es esta respuesta? Es que acaso uno no puede tener un fic en paz, porque al plagearla la ponen en cualquier página, y tras de eso... ¡LO ACEPTAN!!! DIOS! NO PUEDO CREERLO...

ya sabes quien soy, aliss... así que te dedicas a esto, eh? No puedo creerlo... que bajo que caes
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