ºº ViVeS eN mI ºº HG/DM minific

Hola a todos!! Antes que nda debo decir que este mini mini mini fic jeje espero que sea solo de dos capis, o algo asi, es que de hecho seria un one shot pero no me resisti a varias cosas y sera mas larguito jeje...
Espero que les guste, y espero respuestas ok

BESITOS!!
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Aquella noche era particularmente tranquila, el cielo oscuro se hallaba hábilmente bañado en estrellas brillantes, parecía que un artista desconocido le quisiera alegrar el corazón a aquella chica.

Esta de más, decir que fue una misión fallida. Hermione se encontraba sentada en aquel café totalmente ajena a la plática de sus dos mejores amigos. Esa era la noche…

Al despertar todo habría cambiado y no es que se perdiera mucho pero, se había acostumbrado tanto a verlo, a robarle al viento cada partícula de su aroma. Agudizo su oído a límites insospechados con tal de captar su voz, de tratar de escuchar su risa, mas siempre fue en vano. Y ahora perdería su actividad favorita del día… mirarlo.

Desde que Draco Malfoy, su archirival en Hogwarts, había tenido que irse a vivir a Grimmauld Place, junto a el trío dorado y parte de la Orden del Fénix, ella había estado observándolo, día y noche, como si el hecho de grabarse cada una de sus facciones fuera una situación de vida o muerte.

- No dejare que ese huron se atreva a dañarnos – se decía a si misma al inicio

Pero bien era cierto que no se dio cuenta de en que preciso momento, que día o a que hora dejo de hacerlo con esa intención, Solo supo que ahora lo observaba por mera afición, por adicción…

Sentía como si algo terrible pasaría si no estaba a las 7:45 PM. En el descanso de las escaleras para verlo cenar solo frente a la chimenea, o para entreabrir su puerta cada mañana y verlo pasar dispuesto a bañarse y ¡Por Merlín! Espiarlo al volver del baño, con el cabello húmedo cayéndole en la frente y cubriendo esos ojos grises que jamás de atrevió a mirar de frente en ese tiempo.

Era una rutina, que ella cumplía con devoción.

Sin embargo aquella noche se iría para siempre y ella no podría hacer absolutamente nada.

Si jamás en esos meses le dijo una sola palabra, seria inconcebible que pidiera no alejarse de ella.

- Ya es tarde chicos, seria mejor que nos vayamos. Además quiero ver a Minerva para…

- ¡No! - exclamo la chica – es que aun no termino de tomar mi café.

- Hermy… si ya se llevaron las tazas además ya es tarde en serio. Mi mama nos regañara, ya saben como es… - dijo Ron ofuscado

- Esta bien… ya vámonos – dijo la castaña ante la mirada suspicaz de Harry

Dejo que Ron se adelantara un poco y jalo del brazo a la chica.

- ¿Qué tienes Hermione? Te noto muy extraña.

- Nada Harry son ideas tuyas – dijo la joven – además porque habría de estar mal.

- Dímelo tu… hoy no es un día especial ¿o si?

- No claro que no – le contesto la chica mirando fijamente hacia el frente, los ojos empezaban a picarle

- A menos que se trate de Malfoy…

- Harry… ya vámonos ahora que nadie mira - le dijo la chica sin permitirle decir una palabra más y con un ligero estallido se desapareció hacia el cuartel.

- Hermione… - susurro Harry y se desapareció seguido de Ron

Yo tampoco lo entiendo Cathy!!! jejeje mentira!! la modestia si vive en mi jaja
WEno ps te dejo capi, solo porque tu lo pediste!!

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La castaña entro rápidamente al vestíbulo y su corazón parecía salírsele del pecho. Harry la había puesto en serio aprietos, sospechaba algo raro.
De pronto un destello dorado la saco de sus cavilaciones. Draco pasó zumbando hacia el comedor y cerró la puerta,

Ella hubiera querido que pasara lentamente, dejándola saborear aquellos últimos momentos de su estadía en la casona, pero no fue así. Hermione tuvo que conformarse con esa visión momentánea y subir a su habitación antes de que a Harry se le ocurriera preguntar más.

Draco se sentó en el amplio comedor. Cabían fácilmente 15 personas en esa mesa, quizá más, pero nunca tuvo la oportunidad de corroborar su cálculo, porque siempre se sentaba ahí completamente solo.
No es que eso le desagradara del todo, pero era algo incomodo, en su mansión por lo menos tenia elfos a quienes ordenar y eventualmente charlaba con su madre, pero ahí a nadie le interesaba en lo mas mínimo su presencia.
Desayunaba, comía y cenaba en la completa soledad.

O casi…

Desde que la orden decidiera protegerlo, o mejor dicho, encerrarlo en aquella casa para evitar su prematura muerte a manos de Voldemort, cada uno de sus movimientos era acompañado por aquellos ojos miel.
Desde que pisara el numero 12 de Grimmauld Place, esos ojos nunca se despegaron de el.

Las primeras semanas lo sentía como una profanación, como una falta de respeto a su nombre, a su ser, a su espíritu. Era tanto el énfasis que Granger le ponía a sus vigilancias que Draco muchas veces se sentía como una bestia que podría atacar en cualquier momento. Un bicho peligroso al cual tenían que mantener a raya.

Varias veces estuvo a punto de gritarle que lo dejara en paz, que se alejara de el, pero se contuvo, no debía cometer estupideces con el Orden del Fénix a su alrededor. Al fin y al cabo, ellos eran la única razón para que el siguiera fuera de Azkaban.

Con el paso de los días, Hermione se había convertido en su única compañía, el saberla pendiente de el, le daba cierta seguridad. Sabia que ella estaba ahí todo el tiempo solo para asegurarse de que no le hiciera daño a su adorado Potter o a su comadreja preferida. Pero de cualquier manera también pensaba en el, aunque fuera por temor.

Termino su cena y subió a su recamara para terminar su pequeño equipaje y partir al encuentro con su destino. Se un uniría a Voldemort. Lo habían decidido unas noches atrás.

- Lo mejor será que vaya con ellos – sentencio el rubio con la mirada fija en la pared, siempre dándole la espalda al grupo.

- No estoy de acuerdo…- dijo una bruja de cabello morado – eso es arriesgado…

- Si lo vemos desde un punto de vista objetivo, es lo mejor Tonks, el podría ayudarnos.

- Aclarare algo. Jamás seré un mortífago de Voldemort, pero tampoco estoy con ustedes – siguió sin hacer caso de los gruñidos de Moody, ni de la palabrería de Ron – Yo iré tras mi venganza.

- La muerte de tus padres es lamentable cariño, pero el te mataría si te enfrentas a el. – dijo la Señora Weasley muy preocupada por la suerte del chico

- Ya me da lo mismo, pero es en serio, no les estorbare si llegado el momento estamos frente a frente en una lucha, pero tampoco me pondré de su lado.

- Eso es justo, así será entonces - tercio Remus Lupin con su característica tranquilidad.

- ¿Cuando te marchas muchacho? – pregunto Alastor Moody al rubio que seguía sin darles la cara.

- Dentro de dos días… - sentencio sintiendo los ojos de la castaña clavados en su nuca.

Draco estaba sacando una capa verde de viaje, cuando la escucho, esos pasos delicados, la manera en la que abría su puerta tan lentamente para no hacer ruido, y su respiración acompasada.

Aun esa noche lo espiaba, aun cuando el estaba punto de marcharse ella seguía vigilándolo… era inconcebible.

Dejo la capa sobre la cama y camino rumbo al cuarto de baño. Sabía que ella lo vería desde la rendija de su puerta para asegurarse de sus movimientos. Camino con elegancia y paso frente a la puerta de la chica.

Hermione lo vio pasar, con su característico caminar y lo vio seguirse de largo hacia el baño. Se acerco lentamente a la puerta para respirar de nuevo su aroma cuando de pronto sus pasos cesaron, eso la desconcertó y se pego mas a la abertura de la puerta para intentar verlo y lo primero que alcanzo a distinguir fue una pupila de acero que la sorprendió, haciéndola retroceder dentro de su habitación.

Draco Malfoy empujó la puertecilla y entro. Camino hasta la mitad del cuarto de Hermione y se detuvo mirándola fijamente.

Hermione se paralizo en su lugar, no pudo decir nada cuando el rubio se acercaba ella con sus profundos ojos grises sobre los cataños de ella. Estaba aterrorizada, Malfoy nunca la aterro cuando lo detestaba... ¿porque ahora si? El amor era el sentimeinto mas raro que ella huboiese podido sentir.

- ¿Ni siquiera hoy me dejaras tranquilo Granger? – dijo Draco escupiendo la furia que le inundaba el corazón.

- Sal de mi habitación Malfoy – dijo ella en voz baja pero autoritaria

- No lo haré hasta que me respondas, ¿Por qué me vigilas, porque te la pasas mirándome todo el día?

- Eso no es verdad – dijo Hermione sin poder soportar la mirada de Draco

- Sabes que si lo es… Me vigilas todo el día, todos los malditos días, ni siquiera hoy que me largo de aquí, para tranquilidad de ustedes dejas de espiarme. No voy a saltar a morderlos sangre sucia…

- No me llames así, por favor. – dijo la chica en un susurro.

- ¿Qué?

- Me oíste, no lo hagas. Hoy te vas y quizá – la voz de Hermione se cortaba debido a la emoción – quizá no volvamos a vernos y… no quiero que mi ultimo recuerdo tuyo sea así… recordándome lo asquerosa que te resulto…

Draco se quedo de piedra por unos segundos, ella estaba ahí con los ojos llenos de lagrimas y aparentemente por el. No eso no podía ser, debía haber un detalle que explicara todo.

Ella no lloraba por el… no podía

- ¿Qué mas te da que no volvamos a vernos? Es lo que ustedes han deseado todo el tiempo, que yo no este aquí, que desaparezca, pues ahora lo haré, iré y me enfrentare a ese maldito…

- Te matara y lo sabes…

- Eso no me importa Granger.

- A ti no pero… – y enmudeció de pronto llevándose una mano a la boca, con expresion de sorpresa en el rostro. Habia develado mas de lo que deberia.

- Pero...¿A ti si?

Hermione no podía creer lo boba que había sido, le dio inmediatamente la espalda y trato de calmar su acelerado corazón.

Draco por su parte la miraba escéptico. Quería saber su respuesta pero a la vez le inquietaba que le dijera que no.

Cada día ella era su compañía, bastante patético, pero así era…

Hermione, mejor dicho, la mirada de Hermione era su única compañía, lo único que no lo hacia sentirse tan solo.

A veces pensaba que quizás la extrañase cuando se fuera de aquel lugar, y se reía tirado en su cama, pero ¿y si resultaba que si?

- No es cierto - dijo Draco despues de unos segundos de silencio

- De que hablas – pregunto la castaña aun sin voltear.

- No me pareces asquerosa…

La chica volteo tan rápido que parecía haberse roto el cuello. Lo miro directo a los ojos grises y le sonrío débilmente.

- Gracias… - le respondió Hermione y lentamente se acerco a el.

Draco asintió y se quedaron así, sin decir mas palabras, no hacían falta.

Ella se acerco a el, era la última noche que lo vería, que lo tendría ahí, que lo podría tocar.

Nunca antes lo habría hecho, pero es anoche ya nada importaba, se iría para siempre y eso la inundo de valor.

Draco la miraba sin moverse, no sabia que pasaría, no sabia que haría ella.

Pensó que iba a abrazarlo, por una milesima e segundo sintió la calidez de un abrazo, pero eso no sucedió, ella paso de largo y seguramente, pensó Draco, ella saldría de la habitación.

Pero eso tampoco paso…

La luz del pasillo, que antes iluminaba la habitación de Hermione desapareció y Draco solo escucho el crujir de la puerta al cerrarse.

- Granger…

- ¡Shh! No digas nada Draco – dijo posando uno se sus dedos sobre la boca del chico

“Draco” ¿Desde cuando su nombre sonaba tan dulce? Ella recorrio sus labios con la suave yema de sus pequeños dedos y se poso sobre su mejilla.

Su piel era tan suave que aun cuando ella no lo hubiera pedido, el no habria podido hablar.

Y no lo hizo

Aquella escena parecía abstracta, un Slytherin y una Griffyndor, un sangre pura y una impura, Malfoy y Granger. Cobijados por la oscuridad, frente a frente, sin discutir, sin hablar. Solo sintiendo, solo dejándose llevar por los sentimientos tan ocultos, tan imposibles y sin embargo, completamente reales.


- No puedo dejar que t vayas sin decirte esto. Cuando llegaste te vigilaba porque temía por nuestra seguridad, pensé que nos harías daño.

Draco levanto la mirada, sabia que eso era lo único que mantenía a la chica alerta, el miedo.

- Lo sabia – más no dijo una palabra extra debido a que ella lo callo poniéndole un dedo en los labios...

- Espera, déjame terminar. Se que es una locura lo que diré, pero después ese temor desapareció, ya no te vigilaba, te buscaba solo para verte, para asegurarme de que seguías aquí y no te perdería…

- Eso no puede ser – dijo Draco quitando la pequeña mano de su rostro

- Lo se, ¿crees que no lo se? Imagino que debe ser risible. Una sangre sucia enamorada de un sangre pura, de un Malfoy… por si fuera poco

- ¿Enamorada? Tu… ¿de mi? Es absurdo… – dijo desconcertado, nada mas surrealista se podía esperar de esa noche

Hermione se sintió fatal ante la aseveración del chico y se dispuso a huir del lugar, aunque fuera su propia habitación, pero el se lo impidió.

- Di que mientes – le ordeno el chico

- No…

- Dilo, lo necesito Hermione. Necesito escuchar que eso no es verdad, que tu, la perfecta Gryffindor, no dijo esa estupidez

Draco la abrazaba fuertemente, la embriagaba con su aroma, deseaba no soltarla nunca, fusionarse con ella, para nunca salir de aquel lugar.

- Te quiero Draco Malfoy…aunque te parezca una estupidez…


Fue lo último que Hermione pudo decir antes de que sus labios fueran atrapados por los del chico. Ella le echo los brazos al cuello y el rubio la acerco a el por la cintura. Era un beso intenso, cargado de emoción, dulce, fuerte, inolvidable.

Las manos cobraron vida, acariciando torpemente, como si para ambos aquellas sensaciones fueran novedosas, pero el amor hace inocentes a cualquier lobo. Y eso pasaba allí.

Ella lo arrastro hasta su cama, en la que cientos de veces se imagino con el entre sus brazos, pero la realidad era mucho mejor.

Se sentó en la cama dispuesta a todo por el, mas se quedo esperando.

- Draco, ¿Qué pasa?

- Es hora de irme – contesto sin mas preámbulos

- No… tú no te puedes ir.

- La decisión esta tomada.

Y antes de que otra cosa pudiera pasar, salio de la habitación, tomo su pequeño equipaje y se dirigió a la puerta principal donde ella se encontraba.

- No te vayas – suplico la chica ya sin ningún tipo de pena

- Adiós Hermione

- Por favor – y cayo de rodillas llorando, ante la visión del hombre que amaba abandonando aquella casona, solo el recuerdo de la silueta a contraluz del rubio la acompaño entre sueños por mucho tiempo.

Años después ella definió aquella noche como el momento mas aterrador de su vida, mas aun cuando vio el basilisco por el espejo en segundo año, mas que enfrentarse a gigantes y mas aun que el propio Voldemort en persona.

Porque en los otros momentos siempre estuvo rodeada de personas que la apoyaban y la sacaron adelante, pero aquella noche estaba totalmente sola.
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Bad girl nooo aun me falta un capitulo, que seguro sera un poco ma slargo que los acostumbrados y ese si ya sera el final Estoy decidiendo si hacerlo tal cual pensaba o darle un final distinto, pero si te cuento no vlae mejor lo dejo sorpresa y despues te digo si decidi seguir mis instintos priomarios o cedi a la presion que ejercen sobre mi jeje

Debo admitir que he disfrutado tanto este fic que cada dia se me hace mas y mas dificil terminarlo. Este seria el ultimo capi, pero como iba a quedar muy largo (tengo info para dos capis mas) he decidido tratar de recortarlo es que no quiero que por mi gran bocota, este fic termine abruptamente asi que olviden toooooodo lo que decia de que iba a ser mini y dejare que las cosas tomen su curso ok, aunque relajense, sera como tirar de una bandita adhesiva, rapido y sin dolor jaja
No agregare pepr tampoco le quitare loq ue tengo en mente... ¿Que tal? ¿ gusta la idea??
BSS-
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Igual que el agua se escabulle entre las manos, la felicidad escapo por completo de aquellos ojos miel. Hacia casi tres meses que perdió todo contacto con Draco y su corazón latía con desgano, cada día desde aquel adiós.

A pesar de los intentos de sus amigos por animarla, ella sentía en el fondo de su corazón, que las cosas nunca serian igual.

Aquella tarde llego su antiguo Profesor de Pociones sin previo aviso, diciendo que convocaría a una reunión especial. Hermione lo vio al entrando a la casa y lucia nervioso, una actitud completamente impropia de Snape.

-Profesor Snape

- Señor Potter – respondió parcamente el hombre

- ¿Que noticias hay?

- Nada bueno, problemas en el redil...

Harry lo miro con preocupación y subió a su habitación a buscar algunos pergaminos antes de que los demás miembros de la Orden llegasen cuando miro a Hermione paralizada frente a el.

- Snape dijo que... hay peligro con Voldemort

- Si bueno, el no dijo nada en especifico...

- Me alistare para la reunión – dijo decididamente la chica

- No creo que sea buena idea Hermione

- ¿Por qué no? Yo también soy parte de la Orden y no consentiré que me sigas dejando de lado

Harry miro a su castaña amiga ponerse un jersey bastante cómodo sobre la blusa de mangas cortas que usaba esa tarde y al sentirla pasar a su lado le dijo algo que la detuve en seco.

- La Orden te importa un comino Herms. Tú lo que quieres es saber de Malfoy...

- No lo niego... - respondió sinceramente haciendo que el niño que vivió volteara a verla de inmediato – pero también es cierto que estoy aquí por la misma razón que ustedes ¡Pelear!

Hermione camino escalones abajo y se detuvo para mirar los ojos verdes de su mejor amigo.

- No me subestimes solo por lo que siento Harry...

Harry Potter se quedo perplejo ante el ataque de honestidad de su amiga y esperando que las noticias de aquella tarde no la devastaran mas de lo que él la había visto desde que su incomodo compañero escolar partió hace algunas semanas.

Cuando entro en el antiguo Salón de fiestas de la mansión Black, miro a Hermione sentada en una de las butacas que habían alrededor de una gran mesa de roble, que acomodaron a manera de sala de juntas.
Ahí estaban otros grandes compañero de lucha y de vida. Personas que como él, luchaban en contra de las tiranías de Lord Voldemort.

- Que bueno que llegas muchacho. Severus tiene algo importante que decirnos – dijo Alastor Moody que estaba de pie junto a la chimenea humeante.

- Comience por favor.

- Bien... no se como empezar. Hay dos cosas de suma importancia que debo hacerles saber. No hable antes por petición expresa de una persona que es de suma importancia en este caso pero ahora...

- ¿Ahora que? – pregunto uno de los gemelos Weasley ante la pausa del pelinegro.

- Ya no tiene sentido, sobre todo porque ya no sirve de mucho

- Explícate Severus – pidió la Profesora McGonagall, ahora Directora de Hogwarts

- Me han informado sobre ciertas actitudes sospechosas del Señor
Tenebroso.

- ¿A que se refiere?

- No lo sabemos con certeza

La sala se quedo sumida en una confusión que parecía taladrar los cerebros de aquellos magos.

- Pues vuelve y averígualo – sentencio Tonks tranquilamente

- No puedo

- ¿Por qué? – pregunto uno de los hombres que ahí se reunían

- Él me descubrió hace ya algún tiempo, sabia que yo estaba con la Orden del Fénix y escape de la muerte por casi nada.

Algunos intercambiaron miradas de sorpresa, y otros solo lo miraban con asombro, hasta que alguien mas pregunto lo que todos deseaban escuchar.

- Entonces como es que nos sigues dando información...

- ¿Es verdadera o nos mentías todo el tiempo?

- ¡Es verdad! Solo que yo no soy el espía ahora...

- ¿ Y quien es entonces? – pregunto Ron rascándose la cabeza, ya que no entendía ni palabra de todo aquello.

- ¿Qué no es obvio? – dijo una voz femenina junto a ellos. Una voz que hacia mucho no escuchaban en aquella sala.

Unos cuantos voltearon a ver ala chica que había hablado, pero tenia la mirada fijan en una de las estanterías del Salón. Parecía que no hubiese pronunciado ni un murmullo, parecía ajena a la charla.

- Explícate Hermione – pidió su pelirrojo amigo

- El Profesor ya no esta infiltrado... ahora el espía es Draco Malfoy

- ¿Qué?

- Eso no es verdad... no puede ser – dijo Tonks mirando con aprehensión a Snape

El hombre asintió y la joven auror se puso la mano en el pecho demostrando su aflicción por la noticia.

- Draco es quien ahora nos ayuda.

- Así es. Y de hecho me envió esta carta hace un rato y tengo que informarlos.

- Habla Severus – exigió Moody

El pelinegro tomo asiento y saco un pequeño pergamino de su bolsillo, lo desdoblo con rapidez, dejando ver una caligrafía, que a pesar de la rapidez con que fuera escrita aquella carta, se veía espléndida.


Él planea algo. Hay mucho movimiento en el redil,
aunque a mí aun no me llama para informarme.
Desde el incidente de hace una semana, esta desconfiando de mí.
Cuando sepa el plan escribiré de nuevo.

D.M.

- ¿Incidente?

- Nunca me explico de que se trato. Solo dijo que había sido fuerte. Lo torturo casi todo el día. – confeso el antiguo Profesor

Al escuchar esto, Harry recorrió la mesa hasta su amiga que lucia una palidez extrema y los labios le temblaban ligeramente.

“ Esta desconfiando de mí” “ el incidente” Esas frases retumbaban en la cabeza de la castaña y solo podía pensar que el chico estaba viviendo en un peligro constante.

- Parece que el joven Malfoy tiene algunos problemas – dijo Ojoloco relajadamente

- ¿Algunos problemas? Eso creen. Si sigue así, lo descubrirá y lo matara sin miramientos.

- Todos corremos riesgos Tonks – dijo George Weasley tratando de tranquilizar la chica.

- ¡Pero no como él! ¿Qué no lo entienden? Esta en sus manos... ese maldito lo tiene en sus manos...

Hermione se aferraba a la butaca con tal fuerza que sus nudillos estaban totalmente blancos. Se sentía a punto de desmayarse y sin embargo sabia que tenia fuerzas para salir corriendo y salvar a Draco.

- Él conocía ese riesgo y lo acepto. Ahora solo nos queda aprovechar su esfuerzo, y dado el momento... salvarlo – dijo Harry con firmeza.

Todos los antiguos Profesores y excelentes amigos se dispersaron del Salón de reuniones dispuestos a analizar los siguientes pasos de la Orden pero ella seguía ahí. Sentada en la butaca con la mirada fija en el horizonte. Parecía que se le hubiese secado el cerebro, aunque decir que era el alma lo que se estaba consumiendo era más cercano a la verdad.

No había tenido noticias de su joven amor y la primera vez que su nombre fue mencionado era para advertir el peligro inminente que lo rodeaba.
Quiso reprimir las lagrimas que aparecieron en sus ojos, aguanto tanto como pudo. Recordó su único beso, la única caricia que le había hecho a Draco, atesoraba ese momento mucho más que cualquier otro del que tuviera memoria.

- Podría ser la primera y ultima vez- murmuro para sí

Su mente rememoro el preciso instante de la partida del chico. El chirrido de la puerta, su larga silueta a contraluz, su aroma a menta y el ultimo vistazo del chico antes de decir adiós.

Un sollozo incontrolable escapó de sus labios, trato de no ser escuchada, pero necesitaba sacar su dolor, necesitaba gritar, correr, luchar para dejar de sentirse tan débil e ir en socorro de aquel. Sus lagrimas corrían libremente por las mejillas hasta perderse en su cuello y ya no trato de esconderlo. Lanzo un lastimero grito antes de dejarse caer derrumbada en la butaca.

Un ruido lo saco de sus cavilaciones. Era un gemido de dolor, un sollozo que sonaba fuera de la estancia. Draco se levanto de inmediato y sigilosamente se acerco a ver de quien se trataba. Pero antes de que llegara a la puerta, esta se abrió rápidamente y entro una chica de cabello lacio y largo, del tono del chocolate. Cerro la puerta tan rápido como había entrado, sin percatarse aun de la presencia del rubio en aquella habitación.

Tapo su rostro con sus pequeñas manos blanquecinas y resbalo lentamente recargada en la puerta, hasta que se encontró sentada en el piso.
Lloraba desconsoladamente, lo cual alarmó a Draco. No era muy común, ni el mas mínimo signo de debilidad en aquella casona, mucho menos una escena como aquella.

El conocía bien a aquella chica. Era una de las chicas que acompañaban a Pansy Parkinson en el colegio. En aquel grupo de “Bad girls” que siempre molestaban a todos los que se les cruzaban enfrente.

De apellido Greengrass si mal no recordaba Draco.

- Daphne ¿No es cierto?... ¿Estas bien?

La chica se levanto de golpe, mirándolo con los ojos verdes abiertos como platos. Una mezcla entre miedo y vergüenza era lo que invadía el rostro de la chica, ahora mas pálida de lo habitual.

- Draco...

- ¿Qué te pasa?

- No es de tu incumbencia, fue un error que te encontraras aquí – dijo con altivez la guapa joven y se dio la media vuelta – lo mejor será que me vaya.

Draco reacciono rápidamente y la tomo por los hombros con delicadeza, soltándola al instante. Sabia que debía sacarle información. Sobre todo en el estado deprimente en el que se encontraba. Era una treta sucia, pero completamente normal en un Slytherin.

- ¿Qué quieres Malfoy? – pregunto la ojiverde sin siquiera mirarlo

- Si sales ahora alguien mas te vera. Y estas echa un desastre... Todos notarían que has estado llorando

Ella se puso rígida y respiro profundamente. Se dio la vuelta para encararlo y lo miro acercarse a una silla y tomar asiento. Después con un ademán le ofreció acompañarlo.
Sin asentir, sin ni siquiera mirarlo a los ojos, ella tomó asiento a un costado suyo. No observo la sonrisa que el chico portaba en su bello rostro.

- Eres sensata... te iría mal si andas en esa facha por los pasillos.

- Lo se – contesto secamente

Draco sentía que no seria nada fácil que ella hablara, al final nunca fueron amigos, ni siquiera habían entablado una conversación en su época de alumnos. Estuvo a punto de aplicar otra táctica persuasiva cuando ella habla.

- Aunque... quizás sea igual de terrible estar aquí contigo...

- ¿Ah si? ¿Por qué?

Ella lo miro con suspicacia, cosa que incomodo a Draco. Todo sabían del percance que había tenido con el Señor Oscuro.

- Ya veo... pero eso ya paso. Recibí mi castigo y es todo. Si hubiese sido algo imperdonable, hoy estaría pudriéndome lejos de aquí ¿no crees?

- Supongo, el mataría a cualquiera que le resulte un estorbo, incluso sin tener culpa de nada – la chica miro a otro lado con suma rapidez, cosa que le indico a Draco que seguro volvería al llanto.

- Si claro. Pero no podemos hacer nada.

- ¡Lo se! – exclamo con cierto grado de furia.

La miro interesado. Algo le había molestado a tal grado de ponerla tan vulnerable. Alguna injusticia cometida... o por cometer.

- Es terrible Daphne ¿Puedo llamarte así?

- Si – contesto triste la chica

- Es extraño ver la muerte tan cerca, aunque claro, nosotros hemos cometido asesinatos en nombre del Lord, pero... cuando perdemos a uno de los nuestros...

- Es horrible – dijo con voz quebrada

Draco supo de inmediato que el camino era el indicado. Tenia la facilidad de comprender entre líneas y eso le ayudaba mucho en casos de buscar empata con la gente. Para obtener lo que deseaba. Y este caso no era la excepción.

- ¿El mato a tus padres verdad?

- Si – respondió Draco muy incomodo

- Y tu padre fue su aliado mas leal... y aun así

- No creo que le afectara mucho – dijo el rubio sintiendo la furia de su venganza arder en su interior.

Antes de que pudiera pensar nada mas escucho que Daphne lloraba amargamente. Por un instante se quedo paralizado. Pero se acerco al sillón donde ella reposaba y se apretó el hombro en señal de apoyo. Eso fue suficiente para ella.

- El va a matarla – dijo entre sollozos la joven.

- ¿Qué?

- La matara...

- ¿A quien? – pregunto el chico

- A mi hermana, Astoria.

- ¿Qué hiciste?

- Nada, pero lo hará, o uno de nosotros... pero va a pasar

- Tranquila – dijo ya decepcionado al no tener información valiosa – eso no tiene porque suceder. Solo haz las cosas bien

El rubio se levanto del sillón con fastidio y camino rumbo a la salida. Pero ella lo detuvo al seguir hablando.

- No entiendes nada

- Claro que si mira...

- ¡NO!

- El no tiene porque...

- ¡El atacara Hogwarts!- revelo la chica- Matara a cuanto alumno le plazca para retar a la Orden del Fénix. Nos ordeno hacerlo y Astoria aun asiste... Peleara, la conozco, ella no esta del lado del Señor Tenebroso. Lo repudia, Ahora la entiendo...

Y se desplomo en el sillón llorando desconsoladamente. Mientras Draco estaba boquiabierto. Por fin había conseguido la información. Tenia que informarle a Snape para que ayudara a los alumnos, muchos de los cuales seguían siendo niños indefensos.

-¿Cuándo será?

- Viernes – alcanzo a decir la chica sumida entre lagrimas

Tenia tan solo día y medio.